Rehn pide a los países no "descafeinar" sus recomendaciones macroeconómicas
El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, instó hoy a los países miembros a no "descafeinar" las recomendaciones macroeconómicas y les recordó que no son una imposición de Bruselas, sino que son necesarias para generar crecimiento y empleo.
El comisario finlandés hizo este llamamiento en una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y la de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo (PE) en preparación de la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona y de la Unión Europea (UE) este jueves y viernes, que aprobarán las recomendaciones macroeconómicas por país que presentó la CE en mayo.
"Nuestras recomendaciones solo pueden ser eficaces si son debatidas abiertamente e implementadas con un amplio liderazgo a nivel nacional", señaló Rehn.
"Las recomendaciones no son un 'diktat' de Bruselas, sino que al final son recomendaciones del Consejo y la materialización de una alianza necesaria entre las instituciones europeas y los Estados miembros para las reformas, para el crecimiento sostenible y la creación de empleo", recalcó.
Rehn se mostró "plenamente consciente" de que las reformas estructurales son "difíciles políticamente" y por eso quiso "instar a los Estados miembros antes del Ecofin a finales de esta semana a no descafeinar estas recomendaciones".
"Necesitamos un sentido de interés y preocupación comunes a la hora de diseñar y debatir nuestras políticas económicas", agregó.
En cuanto a España, Rehn reiteró que el Gobierno ha hecho muchas reformas durante el último año, si bien el país todavía sufre niveles "muy altos" de desempleo y de problemas de deuda después del estallido de la burbuja crediticia e inmobiliaria.
Además, la redistribución de capital y trabajo "sigue siendo una gran preocupación", indicó.
No obstante, recalcó, España ha presentado un programa nacional de reformas "convincente" y las recomendaciones de la CE se centran en apoyar su "pronta y rigurosa implementación", añadió.
El pasado día 29 la CE recomendó a los socios de la UE dar a España dos años más para corregir el déficit e incluso le dio más margen para cada ejercicio, pero a cambio le impuso un estricto calendario para las reformas que debe acometer.
Entre otras cosas, la CE pide a España culminar antes de finales de año la regulación del factor de sostenibilidad en el sistema de pensiones y que realice una "revisión sistemática" del sistema tributario para marzo de 2014.
Además debe finalizar la evaluación de la reforma laboral para julio y presentar hasta septiembre posibles modificaciones.
Bruselas sostiene asimismo que España debe considerar "una mayor limitación del gasto fiscal relativo a la imposición directa y explorar el margen existente para una mayor limitación de la aplicación de los tipos de IVA reducidos", así como adoptar medidas adicionales en lo que respecta a los impuestos medioambientales, sobre todo los gravámenes sobre los carburantes.
El Gobierno ha dicho en varias ocasiones que no va a subir el IVA ni modificar en este momento la lista de productos que se benefician de un impuesto superreducido, como le ha pedido la CE, pero no ha descartado en el futuro "tocar" algunos impuestos.
Según Rehn, Europa está pasando por un momento de profundo reequilibrio y "ahora es primordial que los Estados miembros aprovechen el balón de oxígeno creado por el ritmo de consolidación más reducido para acometer las reformas estructurales necesarias para desarrollar nuestro potencial de crecimiento y de generación de empleo".
