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Merkel defiende al BCE ante los jueces

El ministro de Finanzas, Wolfgan Schäuble, niega ante el Constitucional alemán que el programa de compra de bonos infrinja el mandato del Banco Central Europeo

Los magistrados del Tribunal Constitucional alemán, en el inicio de la vista oral sobre la legalidad de las decisiones del Banco Central Europeo, en Karlsruhe
Los magistrados del Tribunal Constitucional alemán, en el inicio de la vista oral sobre la legalidad de las decisiones del Banco Central Europeo, en KarlsruheUli Deck (EFE)

El Tribunal Constitucional alemán inició este martes en la ciudad de Karlsruhe una histórica vista oral de dos días, que enfrentó en un duelo verbal inédito a Jens Weidmann, el poderoso presidente del Bundesbank y al consejero del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, dos amigos que hasta no hace mucho trabajaban, mano a mano en el seno del Gobierno federal. Un duelo en el que el BCE contó, dentro y fuera de la corte, con un aliado decisivo, el Ejecutivo de Angela Merkel.

Los jueces deberán decidir si el BCE se excedió en sus funciones y vulneró la carta magna alemana, como se sostiene en el recurso presentado por una plataforma de 37.000 ciudadanos, varios economistas euroescépticos y parlamentarios de la CSU y de La Izquierda. El recurso, admitido por el Constitucional, afirma que el BCE pretende disponer sin base legal del dinero de los contribuyentes alemanes (a través del Bundesbank) para financiar la compra de bonos de países en problemas, tal y como se establece en el programa Transacciones Monetarias Directas (OMT en sus siglas en inglés), aprobado en septiembre.

El Tribunal analiza si hay base legal para usar el dinero de los alemanes

A finales de julio, el presidente del BCE, Mario Draghi, hizo una reivindicación pública —“El BCE hará lo necesario para sostener el euro. Y créanme, eso será suficiente”— del compromiso del banco central con la zona euro. Y el programa OMT, que permite al BCE comprar deuda pública a corto plazo de forma ilimitada, siempre que el país beneficiado haya solicitado un rescate, plasmó ese compromiso. El programa no ha llegado a ponerse en práctica, pero su anuncio ha contribuido a mantener bajo control las primas de riesgo de Italia y España

El BCE aprobó el programa con el único voto en contra del presidente del Bundesbank, pero con el aval explícito del Ejecutivo de Merkel, que no dudó en volver a mostrarle su apoyo. La canciller alemana aprovechó una intervención ante el Congreso de la Federación de la Industria Alemana, en Berlín, para destacar “la importancia” del programa del BCE y para exhibir su confianza en que, como ya hizo con el fondo de rescate europeo, el Constitucional respalde “un instrumento de solidaridad” europeo.

El Gobierno alemán estuvo representado en la vista oral por el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que defendió la legalidad del programa del banco central europeo. “No vemos indicios de que las medidas emprendidas por el BCE hasta el momento infrinjan su mandato”, declaró el ministro, quien resaltó que el tema no debería estar sujeto a la jurisdicción alemana.

Asmussen solo tuvo 15 minutos para defender la posición del eurobanco. “En el verano del año pasado la zona euro se encontraba al borde una desintegración descontrolada. Por eso fue necesario aplicar el programa OMT”, fue su alegato, tras sostener que todas las medidas adoptadas por el BCE habían sido “necesarias, efectivas y dentro de la legalidad”.

El presidente del Bundesbank declara que la estabilidad de precios está en riesgo

Programa limitado de bonos

El consejero del BCE destacó que se optó por un programa ilimitado de compra de bonos para demostrar que se tomaba en serio la defensa de la estabilidad de precios. Pero, también que “el propio diseño del programa deja claro que efectivamente está limitado por la restricción a la parte más corta de la curva de rendimiento y como resultado al pool de bonos que pueden ser adquiridos”, en referencia a que solo se comprarían títulos de hasta tres años de plazo, para evitar que se considere una financiación permanente de los déficits de los Gobiernos, algo prohibido por el mandato del banco central.

Para Jens Weidmann, sin embargo, hay serias dudas sobre si el BCE ha traspasado esa línea. Y las expuso con contundencia ante los magistrados. “Se pueden observar notables problemas de estabilidad política en el programa de compra de deuda y en otras medidas concretas para superar la crisis, que difuminan los límites entre política monetaria europea y política fiscal de los estados miembros”, dijo el banquero alemán, quien puso énfasis en la necesidad de que un banco central no debe financiar deudas estatales ni tampoco acometer tareas de política fiscal en épocas de crisis.

“Difuminar las responsabilidades de la política monetaria y fiscal, con la compra de deuda soberana de países que pierden la confianza de los mercados de capital, entraña un riesgo no pasado por alto para la credibilidad de los bancos centrales y para la capacidad de garantizar la estabilidad de precios”, afirmó.

La sentencia del Constitucional no se espera hasta después de las elecciones legislativas, el próximo 22 de septiembre. La corte alemana no tiene el poder de prohibir nada al BCE, pero puede imponer condiciones a la participación alemana en el programa OMT, como hizo en la sentencia sobre el fondo de rescate europeo. Si asume las tesis del recurso, el programa OMT se quedaría sin la participación del Bundesbank, un escenario que dañaría el prestigio del BCE y pondría en jaque al eurosistema. Otra alternativa es que el Constitucional alemán se inhiba en favor del Tribunal de la UE.

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