_
_
_
_
_

“No podemos perder este tren”

La mayor parte de los usuarios del regional Ourense-Vigo en riesgo son estudiantes

Foto: reuters_live | Vídeo: Nacho Gómez / El País-live

En la Estación Ourense-Empalme 55 personas se suben a las 15,26 de la tarde del jueves (víspera de festivo en Galicia) a los vagones de la deficitaria línea regional que hace el trayecto a Vigo. Uno de los trenes de Renfe que el Ministerio de Fomento ha incluido en la lista de los posibles desahucios a la vista del informe encargado a la empresa de ingeniería Ineco que analizó la viabilidad de 120 servicios regionales o interregionales en España. Este le salió poco rentable.

Más información
Galicia: Solo se quedan las grandes líneas
Renfe anima a las autonomías a asumir los trayectos a suprimir
Gráfico: Los recortes en Renfe por trayectos
Castilla y León: Más lejos de sus vecinos
Barcelona reúne a las tres líneas rentables
Andalucía: La comunidad pierde siete líneas

El regional Ourense-Vigo casi mete los pies en el río durante un trayecto bucólico que bordea el Miño por la izquierda y la ría viguesa por la derecha. Une ambas ciudades en dos horas y tiene entre sus principales usuarios a los estudiantes que se intercambian las dos ciudades del Sur de Galicia. No dan crédito. Acaban de conocer el informe de Ineco que (tras analizar ingresos, gastos y ocupación descalificó por ineficiente esta línea) recomienda que se mantengan únicamente en esta comunidad las de A Coruña-Vigo y Santiago-Ourense y se temen lo peor. Rocío Brandín y Antonella Volpi (de las localidades viguesas de Porriño y Tomiño) estudian tercer curso de Educación Social en Ourense. Los viernes regresan a casa a pasar el fin de semana. Vuelven a coger el tren el lunes por la mañana. Para ellas la supresión de esta línea supondría un coste económico que no saben si sus familias podrán afrontar y un considerable trastorno.

“Lo que deberían hacer es ampliar los horarios de esta línea, ¿cómo se les puede ocurrir quitarla?”, se preguntan incrédulas aún, considerando que “este tren va siempre lleno”, fundamentalmente de estudiantes, pero también de trabajadores. Se verían abocados a optar por el autobús, pero en buena parte de las localidades en las que viven estos usuarios, no las hay. “No podemos perder esta línea”, concluyen. “Si la suprimen nos dejan tirados”.

Dos usuarios del tren regional entre Vigo y Ourense.
Dos usuarios del tren regional entre Vigo y Ourense.Nacho Gómez

“Yo tendría que coger un bus de Tomiño a Vigo y desde ahí el que va a Ourense”, explica Antonella Volpi el inconveniente, agravado por el hecho de que en el tren tira de la tarjeta joven y le salen los viajes muy económicos. El caso de su compañera es similar. Y el de Nieves Formigo, una mujer que acude dos veces por semana a trabajar a Ourense desde Frieira. “Si me quitan el tren me quitan el trabajo”, explica su situación: la línea de bus tampoco se adapta a su horario. La usuaria arremete contra “esta política de recortes” que ha obligado ya a su hijo arquitecto a emigrar a Canada y que ahora “me dejará también a mí en el paro. Siempre pagamos los mismos, siempre los de abajo”, expresa su enfado.

A su lado Carmen Fernández asiente. Viaja con su marido en este regional al menos una vez por semana. Viven en Ourense pero tienen a sus nietos en Redondela. “Ya no podemos conducir, así que si nos quitan el tren nos quitan la vida”. Los viajeros del regional Ourense-Vigo se bajan en los apeaderos de las desvencijadas estaciones bañadas por el Miño que cubre esta línea. Son vecinos de pequeñas poblaciones que han encontrado en el tren regional –el único con paradas en los pueblos; los demás hacen trayectos directos- la posibilidad de un futuro. Ahora temen que “una vez más”, el ahorro que pretende el Ministerio de Fomento les haga perder el último tren.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_