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Competencia juega a los espías

El supervisor podrá requerir a los denunciantes que hayan delatado la creación de un cartel que se infiltren para recabar pruebas sobre el reparto de mercado

J. SÉRVULO GONZÁLEZ
Joaquín García Bernaldo de Quirós nuevo presidente de la CNC.
Joaquín García Bernaldo de Quirós nuevo presidente de la CNC. Pablo Monge Fernández

Como en una novela sobre espionaje industrial de John Grisham, la Comisión Nacional de Competencia (CNC) quiere intensificar la persecución contra los carteles manteniendo topos en las organizaciones que acuerdan repartirse el mercado. El supervisor está impulsando un Programa de Clemencia que prevé que los delatores que denuncien prácticas irregulares —fijación de precios, reparto del mercado y de cuotas— puedan actuar como infiltrados dentro del cartel para recabar pruebas y facilitar la investigación. A cambio, podrán beneficiarse de una exención sobre la multa que establezca la CNC —si es el primero en denunciar— o de una rebaja sobre la multa —si colabora y aporta información relevante—. La sanción puede ascender hasta el 10% del volumen de negocios para las empresas y hasta 60.000 euros para los ejecutivos que participen en el cartel.

La iniciativa dará para escribir un libro en el que aparecen altos ejecutivos grabando conversaciones en secreto o fotocopiando documentos a medianoche para facilitar el trabajo a las autoridades. Algo parecido al vídeo elaborado por la autoridad holandesa que la CNC ha doblado al castellano para sus campañas. La película cuenta cómo poderosos hombres de negocios se reúnen en una ostentosa villa para inflar ficticiamente precios y repartirse clientes de un sector. Al final uno de los directivos con remordimientos lo denuncia ante el supervisor y se beneficia del Programa de Clemencia.

La Ley de Defensa de la Competencia española, en vigor desde julio de 2007, ya preveía el perdón para los que denuncien pactos entre empresas para manipular el mercado. El supervisor establece ahora las pautas del procedimiento sancionador para el caso de que “se presenten solicitudes de exención del pago de la multa o de reducción de su importe”. Es decir, fija los criterios a seguir cuando un delator acuda a la CNC para destapar un cartel a cambio del indulto. El miércoles sacó a información pública el Programa de Clemencia, basado en la normativa comunitaria, que recogerá alegaciones hasta el 27 de mayo. Desde que la CNC inició este programa, en 2007, ha impuesto sanciones por más de 399 millones en 16 expedientes vinculados al Programa de Clemencia. De esta cantidad, ha ingresado unos 308 millones porque ha aprobado exenciones y rebajas por 90,5 millones de euros.

El organismo ha recaudado 308 millones en multas por las delaciones

Uno de los puntos destacados de la nueva norma de clemencia consiste en que la CNC podrá pedir al chivato que haga labores de espionaje. La nueva normativa lo define así: “Para preservar la investigación del cartel o para no alertar a los demás participantes, la Dirección de Investigación podrá requerir al solicitante que no les comunique que pone fin a su participación en este y podrá autorizarle para mantener contactos o actuaciones indispensables para conservar la apariencia de que su participación continúa durante el tiempo necesario para preparar las medidas de investigación oportunas por la Dirección de Investigación”. El supervisor garantiza que esta actividad de espionaje no será “constitutiva de infracción” y garantiza el anonimato de todos los denunciantes. En EE UU se premia a los delatores con una parte de la recaudación, lo que supone un mayor incentivo.

Hace dos meses la CNC dictó una resolución por la que imponía multas por importe de 44 millones de euros a 16 compañías que formaban un cartel para repartirse el negocio de los sobres electorales. Desde 1977 se repartieron el mercado en todas las elecciones desde entonces. Una de estas empresas logró zafarse de una cuantiosa sanción al aportar pruebas que contribuyeron a acabar con la organización. Otras dos lograron rebajas por colaborar con la CNC. En total, el supervisor perdonó unos 27 millones por el Programa de Clemencia.

Otro de los casos más relevantes de este mecanismo de delación desmontó en 2011 un cartel de peluquería profesional en el que participaban conocidas marcas como L’Oréal, Wella o The Colomer Group entre otros. En total siete compañías recibieron una sanción de 60,9 millones. La CNC acordó perdonar a Henkel los 9,89 millones de multa por reconocer la existencia del cartel y destapar a los otros miembros.

El nuevo protocolo que regula el indulto precisa que las exenciones no son acumulativas. No obstante, se permite que la matriz de un grupo se acoja al indulto si denuncia las actividades de su filial y colabora con la CNC.

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Sobre la firma

J. SÉRVULO GONZÁLEZ
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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