La rebaja de los tipos tendrá un escaso impacto en el bolsillo de los ciudadanos

La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de rebajar los tipos de interés al mínimo del 0,50% tendrá un escaso impacto en el bolsillo de los ciudadanos. Primero, porque aunque el recorte facilitará la financiación del Estado y la banca al reducir el precio del dinero, en el pasado esta mejora no se ha traducido en más crédito para las familias y empresas. En segundo lugar, porque el euríbor tiene poco margen de mejora tras caer en abril hasta el 0,528%, en línea con la nueva tasa de referencia del instituto emisor del 0,5%.

El euríbor a 12 meses es el interés al que se prestan dinero una selección de bancos europeos, por lo que baja cuando el precio del dinero se reduce. Al mismo tiempo, también es el indicador que fija las cuotas mensuales de un buen número de las hipotecas a tipo variable que hay en España. Por tanto, siempre y cuando el crédito en cuestión no tenga cláusula suelo que limite el descenso del euríbor, alivia la factura que las familias pagan por su vivienda.

Bajo este principio, la abundancia en España de las hipotecas a tipo variable y vinculadas al euríbor le ha convertido en uno de los principales canales de transmisión de las decisiones del BCE sobre los tipos en la renta de los hogares. Por el mismo motivo, su impacto no es nada desdeñable.

Sin embargo, tras anticipar en las últimas semanas la decisión del BCE, tal y como demuestra el descenso a mínimos del euríbor en abril, los expertos consideran difícil que mantenga la tendencia. “Es realmente complicado”, opina José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citigroup en España. Tal y como recuerda, su equivalente estadounidense está entre el 0,70% y el 0,80% pese a que los tipos allí están mucho más bajos. “El margen para que continúe bajando es muy limitado”, agregó.

Fuera del euríbor habrá que esperar para ver en marcha al BCE en lo tocante al crédito. Así, aunque la Autoridad Monetaria del euro ya ha creado un equipo para atajar la elevada dispersión que existe en la financiación al tejido empresarial, las pymes españolas seguirán pagando una penalización a la hora de pedir prestado hasta que se tomen medidas. Y también las familias. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, las empresas y hogares sufren un sobreprecio de hasta tres puntos porcentuales frente a sus homólogos del centro de Europa para optar a un crédito.