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EE UU aprueba el nuevo sistema eléctrico del Boeing Dreamliner

Los flamantes B787 estaban en tierra desde los problemas de las baterías del pasado enero

Boeing comienza a despertar despertar de la pesadilla que vive su avión de ensueño. El regulador del transporte aéreo en EE UU ha aprobado la modificación del sistema eléctrico del B787 Dreamliner. Esta es la decisión que necesitaba el fabricante para instalar las nuevas baterías y que irá acompañado en unos días del levantamiento de la prohibición de vuelo. Las aerolíneas estadounidenses deben recibir las directrices que indican los cambios de sistema, que será lo que abra legalmente la posibilidad de volar. Las compañías de otros países deberán acudir al mismo proceso para lograr el levantamiento.

El consejero delegado de Boeing, Jim McNerney, ha dicho que la decisión del regulador "allana el camino para iniciar el proceso de devolver al B787 a volar con seguridad y fiabilidad". También asegura que se preserva la eficiencia del avión, una cuestión clave para las aerolíneas. La solución al problema de las baterías la califica de "permanente". Las entregas de nuevos aviones retomarán lo antes posible, conforme se vaya instalando el sistema. Boeing no espera que el incidente vaya a afectar al ritmo programado para 2013. No precisa el impacto financiero, que dependerá en gran medida de las compensaciones que exijan la compañías.

El Dreamliner lleva en tierra desde el 16 de enero después los dos incendios sufridos en sendos aviones de las aerolíneas japonesas All Nippon Airways y Japan Airlines, tras lo que se apartó del servicio a medio centenar de estos aparatos. La causa del recalentamiento de las baterías no está clara. Por eso, los técnicos de Boeing optaron por cambiar el diseño. Hace dos semanas, realizó un vuelo de certificación que se completó con éxito. En total, el Dreamliner llevaba una veintena de vuelos de prueba con el nuevo sistema eléctrico.

La semana que viene, responsables de la agencia estadounidense encargada de garantizar la seguridad en el transporte testificarán ante el Congreso. Se espera que den los últimos detalles de la investigación, por lo que la decisión definitiva y final para que el Dreamliner vuelva a volar se retrasará unos días todavía.

En principio, la decisión de las autoridades afectaría a United Airlines, único cliente que opera el avión en EE UU. El resto de países deben seguir la decisión de los responsables estadounidenses, que tendrán que emitir una directriz para que las aerolíneas procedan a hacer las modificaciones necesarias. El cambio lleva entre cuatro y cinco días. Boeing, que no paró la producción tras el incidente, ya tiene preparados los equipos técnicos para asistir a sus clientes.

United avanzó días atrás que los seis Dreamliner que integran su flota volarán para el 31 de mayo. En cualquier caso, es posible que el avión de Boeing vuelva a operar con regularidad antes de esa fecha en el caso de las aerolíneas japonesas, las primeras en recibir los aviones y las primeras que recibirán las nuevas baterías. La única europea que recibió el avión es la polaca Lot.

Por otro lado, Boeing ha anunciado que reduce el ritmo de producción del B747, de los dos aviones al mes actuales a 1,75 unidades. La decisión se ha tomado por la caída de la demanda de aviones de pasajeros de gran tamaño y de transporte de mercancías. En este momento tiene una cartera de pedidos de 110 unidades. La compañía espera que la normalidad vuelva al mercado en 2014. Calcula que se entregarán 790 aviones de este tipo durante las próximas dos décadas.

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