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Pescanova ocultó dos siniestros millonarios en su piscifactoría lusa

La muerte de peces de la planta de Portugal ocasionó pérdidas de 70 millones Este lunes termina el plazo para que la compañía aclare su agujero contable

Cristina Delgado
El presidente de Pescanova (izquierda), junto al exprimer ministro de Portugal y otras autoridades en la inauguración de la planta de Mira en 2009
El presidente de Pescanova (izquierda), junto al exprimer ministro de Portugal y otras autoridades en la inauguración de la planta de Mira en 2009PAULO NOVAIS (EFE)

Pescanova nunca publicó sus cuentas de 2012. Este lunes vence el plazo que la Comisión Nacional del Mercado de Valores le dio para aclarar su agujero contable, después de que la compañía confesase que tenía una doble contabilidad. Sin embargo, su auditor BDO sí que había realizado ya en febrero una revisión inicial de la situación de 2012, aunque nunca vio la luz. En el informe incluía una anotación que indicaba que la firma estaba pendiente de recibir un jugoso seguro por “dos siniestros” ocurridos en su planta de Mira, Portugal, que ocasionaron la muerte de peces y pérdidas entre ese año y el siguiente de 70 millones de euros. La compañía nunca dio parte a los inversores ni al supervisor de estos hechos, y pese a que sus previsiones de producción no se cumplían, dijo al mercado que todo marchaba bien.

A la inauguración de la piscifactoría portuguesa, en junio de 2009, acudió el entonces primer ministro luso José Sócrates. El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, explicó orgulloso que las instalaciones, la mayor planta de cría de rodaballo del mundo, habían supuesto una inversión de 140 millones y que darían trabajo directo a 200 personas. Ese mismo día la pesquera dijo que a final de año podían salir de allí 7.000 toneladas de rodaballo. Las perspectivas nunca se han cumplido. De hecho, las que fueron ofreciendo años después, tampoco. Pero la firma ofrecía nuevos datos y se mostraba optimista ante el mercado.

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En el informe semestral de actividad de 2011, enviado a la CNMV, Pescanova celebraba la buena marcha de sus inversiones en acuicultura. “Evolucionan con arreglo a lo proyectado y están comenzando a dar los resultados esperados según lo previsto y se confía en que el año 2012 sea el de plena maduración de las inversiones en cultivos en Europa en rodaballo”, señala el documento. Tres meses después, en el siguiente informe oficial, Pescanova explicaba optimista que en 2010 había producido 2.853 toneladas de rodaballo en España y Portugal. Sus previsiones para 2011 eran de 5.031 toneladas y de 9.856 toneladas de rodaballo en España y Portugal para 2012. Pero, de nuevo, las previsiones fallaron: en el informe de septiembre de 2012, el último oficial, señalan a los inversores que en nueve meses habían alcanzado las 4.437 toneladas de rodaballo en acuicultura. La mitad de lo esperado y, sin embargo, la empresa asegura que todo marcha según lo previsto.

Sin embargo, en el informe que debía publicarse el pasado mes de febrero, BDO sí había incluido un “párrafo de énfasis”, que explicaba que la división de acuicultura lusa “ha sufrido dos siniestros en Mira (Portugal), el último en octubre de 2011, que han limitado su producción de forma importante”. Según fuentes cercanas a la compañía, BDO señala que se produjo “la muerte de los peces y pérdida del lucro cesante del proyecto durante 2011 y 2012”. Dichos acontecimientos generaron según “diversos estudios de peritos” daños por valor de unos 70 millones. Pérdidas, que sin embargo, “estaban cubiertas por el seguro”.

Dando por hecho que el seguro les va a pagar por los problemas en la planta, la empresa, según dijo el auditor, se apuntó 49 millones de euros como activo e ingreso de explotación en Acuinova Portugal entre 2011 (12 millones) y 2012 (37 millones). La empresa incluso indicó que se habían quedado cortos, ya que el seguro probablemente les pagará más, porque el siniestro, ese que no creyeron importante comunicar a los inversores, suponía pérdidas de 70 millones, sobre una planta cuya inversión total fue de 140 millones.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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