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La Comisión presiona a Alemania para que aumente su demanda interna

Lluvia de críticas a Francia por la deuda y las exportaciones

Luis Doncel

Pese a no aparecer en el documento hecho público por la Comisión Europea, Alemania fue una de las protagonistas de la rueda de prensa del vicepresidente económico, Olli Rehn. ¿Por qué Berlín no está entre los 13 países señalados por sus desequilibrios? ¿Qué debe hacer la canciller Angela Merkel para dejar de recibir críticas del resto de la zona euro, sobre todo del flanco sur?, le preguntaron. Rehn respondió con una defensa del país más poderoso de Europa, aunque dejó caer una ligera crítica. Berlín está corrigiendo sus desequilibrios —el superávit por cuenta corriente bajará “de forma muy importante” el próximo año, dijo— y tomando medidas en la buena dirección.

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Pero no todas. “Alemania podría hacer más para aumentar su demanda nacional”, concedió. Hay vías para impulsar la demanda interna; y la Comisión considera que dar ahora un fuerte impulso al gasto público no sería adecuado. Rehn aseguró que la política presupuestaria alemana ya es menos rigurosa que la del resto de la eurozona —gran parte de ella obligada a una cura de austeridad, precisamente, por Bruselas y Berlín—. Y que el camino adecuado es el que ya ha emprendido Merkel. Medidas como aumentos salariales ligados a la productividad, aumentar la participación femenina en el mercado laboral... En resumen, ningún gran reproche que hacer a la canciller.

Por el contrario, Bruselas enseñó los colmillos a París en un informe de inusual dureza. La Comisión Europea mostró su preocupación por la pérdida de peso de las exportaciones francesas y, sobre todo, por un creciente endeudamiento del sector público. Contra estos males, el comisario dio su receta habitual: consolidación fiscal. Porque además, los problemas de Francia no son solo suyos, sino de toda Europa. “Por su posición central, el estado de salud de Francia tiene consecuencias directas en el estado de salud de toda la zona euro”, dijo Rehn.

El deterioro del sector exportador galo, recuerda el informe de la Comisión, ha hecho que su balanza comercial lleve desde 1997 empeorando. Rehn también achaca a París las rigideces de su mercado laboral, que impide la capacidad de adaptación de la economía y el aumento de su productividad. Como muestra de esta baja productividad, el documento recuerda que el margen de beneficios de las empresas francesas es el más bajo de la zona euro.

“El alto y creciente nivel de deuda pública reduce la capacidad de las finanzas públicas para afrontar shocks negativos y podría generar efectos negativos en toda la economía”, asegura el documento, que alaba las reformas emprendidas por el Gobierno en 2011, cuando Sarkozy aún vivía en el Elíseo.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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