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Acor no pone puertas al campo

La cooperativa azucarera ha invertido más de 100 millones en diversificación

Imagen de una factoría de Acor.
Imagen de una factoría de Acor.

Acor ha sido, desde su constitución hace medio siglo, la gran cooperativa de Castilla y León, con la remolacha azucarera casi como único eje de su actividad, en función de más de 9.000 socios de todas las provincias de la comunidad autónoma, con una superficie de más 10.000 hectáreas de cultivo.

Desde que en 2003 comenzó la presidencia de Carlos Rico, la etapa anterior de monocultivo liderada por Fausto Morales se acabó, iniciando una política de diversificación que llega hasta hoy con inversiones superiores a 100 millones de euros para la producción de energía solar, biocombustibles y para ofrecer a sus socios agricultores la posibilidad de operar en otros cultivos, además de la remolacha.

La cooperativa hizo una primera apuesta en 2004 con la construcción de una planta integral para la producción de unas 70.000 toneladas de aceite y 100.000 toneladas de biodiésel, con una inversión inicial de 64,7 millones de euros en Olmedo (Valladolid), incluidos 5,7 millones para una planta de cogeneración de 5,7 megavatios. Para su funcionamiento, la planta necesita materias primas por un volumen mínimo de 165.000 toneladas de semillas de colza y girasol, junto a otras 30.000 toneladas de aceite. De ahí que Acor haya impulsado entre los socios los cultivos de girasol y, sobre todo, esté tratando de introducir en la región el cultivo de colza, todo ello sobre una superficie mínima de 30.000 hectáreas, cuya producción se complementa con importaciones de otras grasas y semillas. A estas inversiones se sumaron otros 8,5 millones de euros para la puesta en marcha de una refinería para la obtención de aceite para uso alimentario.

Una segunda vía de diversificación con base al sector agrario ha sido el acuerdo entre Acor y la cooperativa aragonesa Arento para cultivar trigos destinados a la elaboración de harinas especiales, de las que España es deficitaria. Inicialmente, esos trigos se cultivan sobre una superficie de casi 2.000 hectáreas, y el objetivo es llegar a las 10.000. Para el desarrollo de este proyecto existe un acuerdo de compra con la empresa Siro como interproveedor de Mercadona en productos de panadería y bollería.

La tercera vía de diversificación fue la inversión de 20,8 millones de euros para la instalación de una planta de energía solar con una potencia de 3,24 megavatios.

En el área del azúcar, la reforma de 2006 supuso reducir su cuota de producción de 167.727 a solo 120.000 toneladas y, sobre todo, la rebaja de los precios oficiales para la remolacha, lo que se tradujo en el cierre de la planta de Valladolid y aceleró la constitución (al 50% con la cooperativa francesa Tereos) de la sociedad Acor & Tereos Iberia. El fin de la operación fue la puesta en marcha de la refinería de Olmedo para la transformación de azúcar bruto de importación con una producción de unas 120.000 toneladas al año. Esta actividad supuso una inversión total de 11,25 millones. Con el acuerdo, Tereos pretendía comercializar parte de su azúcar francés en la Península.

La política de diversificación de Acor se ha traducido en un fuerte cambio en su estructura de facturación. En 2009, el azúcar y productos derivados, como pulpas y melazas, suponían casi el 95% de las ventas. Hoy representa poco más del 61%, mientras que aceites y biodiésel suponen el 29,5% y la energía eléctrica, el 3,4% restante. En la pasada campaña, la cooperativa facturó 200,6 millones de euros, y 75,4 millones con la refinería.

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