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La economía de Estados Unidos se estancó a final de 2012

El PIB del cuarto trimestre creció a una tasa anualizada del 0,1%, lejos del 3,1% del tercero Este débil dato llega un día antes de que empiecen a ejecutarse los recortes en el gasto

La segunda lectura del dato de crecimiento en EE UU durante el cuarto trimestre fue ligeramente a mejor, aunque es evidente el frenazo en la recta final de 2012. La mayor economía del mundo se expandió a una tasa anualizada de solo el 0,1%. El primer dato salió con un negativo del 0,1%. Pero en el tercer trimestre el crecimiento había sido del 3,1%. Para el conjunto del año queda en el 2,2% frente a 1,8% que se da para el ejercicio 2011.

El débil dato de crecimiento se publica un día antes de que empiecen a ejecutarse los recortes automáticos en el gasto, por la falta de acuerdo en el Congreso y con la Casa Blanca para reducir el abultado déficit. Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, urgió días atrás que se forje un compromiso para hacerlo de una manera gradual, porque advirtió que el ajuste drástico tendrá un efecto significativo en la recuperación económica.

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También el Fondo Monetario Internacional volvió a advertir que no tendrá más remedio que recortar sus previsiones de crecimiento tanto para EE UU como la economía global si entran en vigor la confiscación del gasto público estadounidense. William Murray, portavoz del organismo, indicó que el ajuste fiscal se comerá como mínimo un 0,5% del PIB. La proyección para este ejercicio era de una expansión del 2%. También señaló que los países más afectados serán los principales socios comerciales de EE UU

Con EE UU asomándose de nuevo al precipicio fiscal, es difícil predecir lo que sucederá en el primer trimestre de 2013 y el resto del ejercicio. Sin pacto en Washington se da por hecho que se entrará en una recesión. De momento, la recuperación está en punto muerto y el golpe de la austeridad ya se hizo sentir a final del pasado año en el apartado de defensa, con un desplome del gasto del 22% que provocó que una caída del 6,9% en la inversión pública.

El indicador está aún sujeto a otra revisión. Hay cosas positivas también. El consumo, del que depende dos tercios de la economía de EE UU, creció un 2,1% en el cuarto trimestre. Eso mejora el 1,6% del tercero aunque es una décima inferior a la primera lectura. El sector inmobiliario también está contribuyendo en positivo al crecimiento, con un alza de la inversión del 17,5% en el trimestre. Los datos de enero muestran que la mejora continúa.

Lo que explica la revisión al alza de dos décimas es la balanza comercial. La exportaciones cayeron entre octubre y diciembre menos de los esperado, en concreto un 3,9% frente a un 5,7% que se dijo hace un mes. Las importaciones, sin embargo, siguieron la tendencia contraria, al bajar un 4,5% frente al 3,2% inicial. Este detalle confirma la desaceleración en la economía global.

Ante este clima dominado aún por la incertidumbre, Bernanke reiteró el martes y el miércoles en su comparecencia semestral ante el Congreso que va a mantener la agresividad de su política. La Fed decidió el pasado diciembre comprar deuda pública e hipotecaria a un ritmo de 85.000 millones de dólares mensuales. La intensidad de la máquina de hacer dinero se irá ajustando a las señales que lleguen de la economía. La evolución del mercado laboral será clave.

El Fondo Monetario Internacional volvió a advertir este jueves de que no tendrá más remedio que recortar sus previsiones de crecimiento tanto para EE UU como la economía global si entran en vigor la confiscación del gasto público estadounidense. William Murray, portavoz del organismo, indicó que el ajuste fiscal se comerá como mínimo un 0,5% del PIB. La proyección para este ejercicio era de una expansión del 2%. También señaló que los países más afectados serán los principales socios comerciales de EE UU.

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