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PROPIEDADES

Los promotores deben 270.000 millones a la banca

Un tercio de la deuda, casi 90.000 millones de euros, está en situación de mora BBVA, Santander y CaixaBank tienen 29.200 millones de euros en adjudicados

Los bancos españoles siguen viendo mes tras mes cómo la crudeza de la situación económica impide reducir los activos adjudicados. Se trata de una variable que no pueden controlar tras los miles de procedimientos de ejecución hipotecaria iniciados.

Y lo peor es que no se ha tocado fondo, con esa morosidad creciente del crédito promotor. De los 270.000 millones de crédito con finalidad inmobiliaria pendientes de amortizar, un tercio -casi 90.000 millones- ya está en mora, y nada hace pensar que no vaya a subir en los próximos meses. Y a más morosidad, más provisiones.

No queda otra que vender el máximo número de activos para compensar el balance entre lo que entra y lo que sale. Unos, como el Santander, parecen estar en el buen camino. Otros se las ven y se las desean, y por muchas viviendas y otros activos que vendan, al final el balance refleja esa cruda realidad. Santander, Sabadell y CaixaBank aseguran haber vendido 30.000 inmuebles por unos 6.500 millones.

Entrada masiva de activos cuyos costes se reflejan de manera negativa en las cuentas a través de las provisiones que es necesario aportar, y que no son tan evidentes en lo que respecta a la asunción adicional de gastos, tanto fiscales como corrientes, del día a día, entre estos, los pagos mensuales que se deben realizar para el sostenimiento de las comunidades de propietarios, y que en muchos casos no se asumen.

Solo el Santander, el BBVA y CaixaBank, que apenas contabilizaban 5.000 millones de adjudicados en 2008, han visto cómo, cuatro años después, el monto bruto de estos activos se eleva ya a 29.225 millones, cuya cobertura ha requerido el aporte de 14.590 millones, causantes directos de que los resultados de 2012 hayan sido los peores que se recuerdan.

Y con esos 270.000 millones otorgados para comprar suelo y construir casas hay margen más que suficiente para que, en los próximos meses, sigan aumentado esos activos. Solo con que se produjera un trasvase de la mitad de los activos en mora a adjudicados, tendrían que aportar más de 20.000 millones en provisiones.

Es verdad que algunas entidades han visto incrementado el volumen de estos activos, con motivo de la digestión obligada por las fusiones acometidas -CaixaBank con Cívica, BBVA con Unnim, Sabadell al hacerse cargo de CAM, o el Popular del Pastor-, pero, con todo, la realidad es la que es.

CaixaBank, por ejemplo, ha visto cómo su cartera de adjudicados se incrementaba un 77,6% en 2012, en buena parte por la absorción de Cívica, hasta alcanzar un importe bruto de 9.328 millones de euros (5.088 netos tras coberturas), pero también que, al margen de esta circunstancia, la entidad presidida por Isidro Fainé, por sí sola, veía cómo la entrada de nuevos inmuebles triplicaba el valor respecto al de hace un año, de 1.140 a 3.375 millones, y eso que el porcentaje de cobertura aumentaba en casi diez puntos.

Provienen en su mayoría de las garantías de los créditos que los promotores no han podido afrontar, especialmente de edificios terminados -viviendas, en su mayoría- y de suelos sin edificar más que de los ya edificados.

Lo que de momento parece estar más o menos controlado es el pago de las hipotecas por parte de los particulares, que sigue estando en torno al 4%.

No obstante, las provisiones por esta partida ya se están dejando sentir. CaixaBank, por ejemplo, ha aportado 634 millones para eventuales pérdidas cuando logre vender los pisos que se ha adjudicado, valorados en casi 1.700 millones de euros brutos. Y BBVA, los desahucios practicados sobre pisos de particulares le han supuesto un desembolso de 1.020 millones, el 41% sobre el raliesgo asumido por este concepto.

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