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Rehn: “El cuello de botella de España es el crédito caro y escaso”

El comisario de Economía pide complementar la reforma laboral con más políticas de empleo El finlandés dice que este año será todavía “difícil” pero que “las cosas se darán la vuelta”

Íñigo de Barrón

Madrid fue el lunes una plaza muy europea. Y otra vez se volvió a hablar de bancos, crédito y rescate. La coincidencia de la llegada de los inspectores de la troika —Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)— para revisar si España cumple las condiciones del rescate (mientras se espera la llegada de los 1.865 millones de la segunda parte de las ayudas financieras), y la visita de Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, acapararon la agenda política del día.

Quizá imbuido por este ambiente financiero, Rehn destacó ante los periodistas: “Para el crecimiento de la economía española es esencial el acceso de las pymes a la financiación, sobre todo las exportadoras, que son las que están creciendo. Pero el cuello de botella de España es que el crédito es excesivamente restrictivo y a un precio elevado, lo que hace que sea de escasa disponibilidad”. El comisario de Bruselas reclamó reformas para “complementar” esta situación.

“No se ayuda al sistema financiero para rescatar a los banqueros sino para impulsar el crédito”, repitió en varias ocasiones durante su comparecencia en el Ministerio de Economía, donde compareció junto con Luis de Guindos. Este coincidió en que el gran objetivo de la reforma bancaria es “la disponibilidad de crédito. No para el sector promotor y constructor, sino para otros que tienen niveles bajos de crédito, como pymes y familias”.

Rehn, que estuvo en Madrid por la celebración del 40º aniversario de la confederación sindical europea (CES), repitió una y otra vez que España no puede abandonar la agenda de reformas, pese a que ha empujado al paro juvenil a tasas del 55%, un dato que, aseguró, le “preocupa mucho”.

Por eso, Rehn añadió que era “fundamental” completar la reforma laboral con medidas que permitan a los parados encontrar empleo o que den nuevas oportunidades de formación. Comentó que la disminución de las presiones (en referencia a la leve mejoría de la prima de riesgo) no puede ser un pretexto para no seguir adelante con el programa de reformas planteado, que resulta “fundamental” para restablecer el crecimiento económico.

Por si alguien tiene tentaciones de levantar el pie del acelerador, Rehn lanzó un aviso a navegantes. El comisario recordó lo que le pasó al expresidente italiano Berlusconi. “En otoño de 2011 el BCE intervino en el mercado y bajaron los tipos. Luego se relajaron las reformas y en noviembre de 2011 hubo una crisis política por la pérdida total de confianza por parte de los inversores”. Queda claro.

Luis de Guindos salió al paso para negar que crea que tener la prima de riesgo en 350 puntos sea una situación desahogada. “Todavía hay mucho por hacer. La situación de la prima de riesgo no refleja el estado de la economía española. Hay que seguir con el calendario de reformas”, sentenció Guindos.

Rehn se mostró estudiadamente inconcreto sobre si levantará o no el objetivo de déficit para España en 2013, pero se mostró algo más comprensivo que en circunstancias anteriores. Dijo que el 22 de febrero “se analizará la situación de cada país y se verá el ritmo de ajuste fiscal adecuado para que se mantenga el ritmo de crecimiento”. Recordó que el año pasado ya se prorrogó el límite para España, al igual que para otros países porque se detectó un deterioro grave de la economía. Preguntado por si las comunidades autónomas podrían relajar sus objetivos de déficit, Olli Rehn aseguró que las autonomías están ahora más cerca de cumplir sus objetivos tras los esfuerzos realizados, y dio a entender que si hubiera relajación para el Estado también lo habrá para las autonomías.

Quizá para no hundir en la desesperación a los ciudadanos, el comisario económico apuntó que 2013 será todavía un “año difícil” pero en el que “se dará la vuelta a las cosas” y se pasará de la estabilización a la recuperación económica sostenible. “No me cabe duda de que las reformas darán sus frutos, aunque sea necesario un poco de tiempo para que los efectos se hagan sentir”, dijo, pero sin más detalles.

La reforma de las cajas de ahorros también estuvo presente en la rueda de prensa. Preguntado si permitirá que los patronos de las fundaciones bancarias (antiguas cajas) estén como consejeros dominicales en sus bancos, el ministro de Economía fue impreciso. Recordó que todo debe estar consensuado con Bruselas y el FMI y lanzó un aviso: “No tiene demasiado sentido tener una caja como principal accionista de un banco al que ha transferido toda su actividad”. Guindos recordó al sector los deberes: mejorar el gobierno corporativo para contar con consejeros y gestores profesionales y que no generen conflicto de intereses. Pocas esperanzas para los cajeros.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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