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La facturas también pasan examen

La auditoría de recuperación se abre paso en las empresas españolas, conscientes de que tienen que controlar todo el dinero que sale de la caja y su correcto uso

Getty Images

No stone unturned, fueron las palabras elegidas por el ministro británico Francis Maude para explicar la puesta en marcha del Grupo para la Reforma y la Eficiencia (ERG) que desde 2010 hasta hoy ha conseguido ahorrar al Gobierno más de 1.000 millones de euros. De ellos, seis millones corresponden a pagos en exceso del departamento de transportes; además, espera recuperar este año 100 millones adicionales revisando los procesos de pagos en tecnología, comunicación, aprovisionamiento, marketing y personal.

Las directrices de la nueva gestión son claras: sacar dinero de debajo de las piedras, no dejar ninguna sin levantar, cavar como mineros hasta las entrañas de cada compañía, de cada Estado, de cada Administración, rastreando cada contrato, cada factura, para detectar ineficiencias y recuperar dinero. Una tendencia que se ha convertido en la estrella internacional del management internacional, aupada por potentísimos programas de software de control.

Una estrategia implantada en las políticas de control financiero de las grandes compañías inglesas y norteamericanas. Y hasta en el Congreso de EE UU, que puso en marcha un programa piloto de auditoría de recuperación para su sistema de salud, conocido como Medicare, que ha durado tres años, se ha realizado en cinco Estados y se ha traducido en 525 millones de euros ahorrados, un éxito que llevó a la obligatoriedad de implantar este servicio en todos los Estados del país, en 2010.

Reino Unido y

Es un paso más en las políticas de reducción de costes, según Joaquín Acha, profesor asociado de Esade: “El audit recovery es una tendencia incipiente en España que ya han comenzado a poner en práctica empresas punteras debido a la crisis y supone un refuerzo importante en el control interno de las compañías”. Sociedades como Carrefour, Leroy Merlin, Renault, Nissan, Fnac, Alcampo, Makro, Novartis, Dia o Toys ‘R’ Us ya lo han puesto en práctica en España.

“Con la minería de datos como columna vertebral —explica José Luis Suárez, director de la firma americana PRGX, especializada en auditoría de recuperación— se analizan las cuentas a pagar de los últimos ejercicios cerrados línea a línea, recuperando dinero de los pagos en exceso, pagos duplicados e incumplimientos de las condiciones de los contratos negociados con los proveedores y garantizando un óptimo proceso de pago, lo que provoca importantes ahorros con vistas a ejercicios futuros. Las empresas están recuperando por esta vía un uno por mil de sus facturaciones, muchos ceros inyectados directamente a la cuenta de resultados del ejercicio en curso”.

“Hasta ahora, para reducir costes de compra se actuaba en áreas como agregar el volumen de compra y rotar a proveedores, reforzar la organización de compras, implantar comités de compras y reducir gastos generales, analizando la corrección del procedimiento de gestión del gasto”, explica Acha. “Para asegurar si los procedimientos de control están funcionando aparecen herramientas como el audit recovery”, agrega.

La Administración española contacta con empresas

Una corriente que no ha pasado desapercibida en la Administración española. “Ya hemos mantenido los primeros contactos para explicar el éxito de estos proyectos en otros países y la manera de llevarlos a cabo en España”, explica José Luis Suárez.

Este tipo de auditoría cuenta con otro gran pilar empresarial: la eficiencia energética. El agua y su tratamiento es el referente más importante para acometer políticas de ahorro y reciclaje a la hora de paliar el estrés hídrico debido a la escasez del elemento líquido y a su mal reparto en el mundo. Coca-Cola, Holmen Paper, Nestlé o Ence están apostando por esta iniciativa. Desde el gigante mundial del tratamiento de agua Veolia explican que no hay marcha atrás en la inevitable reducción de los consumos empresariales de agua. Muchas corporaciones han diseñado programas para ello.

El consejero delegado de Veolia para España y Portugal, José Ángel Legaz, señala: “Ayudamos con nuestra tecnología a que las empresas reduzcan sus consumos de agua y puedan reciclarla, lo que significa una inmediata contención del gasto. Hoy es impensable que las aguas utilizadas se viertan al río. Se impone depurarlas y regenerarlas para que sean empleadas de nuevo en procesos industriales”. Y es que nunca antes ahorro y nuevas tecnologías habían encontrado mejor compañera de viaje que la sostenibilidad.

La consultoría en cifras

C.S.-S.

A la consultoría no le va tan mal cuando la crisis arrecia. Las empresas subcontratan servicios que antes realizaban directamente (outsourcing) y los procesos tecnológicos. Según la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC), el sector elevó sus ingresos un 0,9% hasta rozar los 10.000 millones de euros en 2011 (últimos datos disponibles) gracias a unas mayores ventas en los mercados internacionales, aunque el negocio se nutre en su 78% de la contratación nacional. Los servicios de desarrollo e integración tecnológica y de outsourcingfueron los que tiraron de la actividad (con un 42% y un 40% de las ventas, respectivamente). Una tendencia que ha continuado en 2012, cuando también se ha visto un incremento en la actividad de control de costes y del fraude, según Accenture.

Los datos de IDC hablan de un descenso del mercado de servicios tecnológicos que rozará el 2% durante 2012 por la menor contratación de las entidades financieras, principales clientes de las consultoras, y las Administraciones públicas, que ya en 2011 redujeron su petición de servicios un 8%. La AEC indica que el factor precio es el decisivo para contratar servicios tecnológicos a estas empresas en el 58% de los casos, frente al 40% europeo. Prima el precio en lugar de la calidad en la contratación pública.

La eficiencia energética plantea disminuir el consumo con un ahorro inherente. Más del 40% de la energía que consume Europa la gastan los edificios (sobre todo en calefacción y aire acondicionado). Firmas como Acciona llevan a cabo estudios de eficiencia energética para optimizar el empleo de energía y reducir facturas. “La reducción de costes en cualquier actividad pública o privada es un aspecto crítico y prioritario actualmente. La externalización de servicios energéticos es una de las formas más claras para hacerlo. Los ahorros varían entre un 10% y un 50%, dependiendo de la antigüedad de la instalación y la intensidad de uso de la energía”, concluye Luis Gordo, director de Acciona Eficiencia Energética.

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