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El paro obliga a los jóvenes a aceptar una mayor flexibilidad laboral

Ser funcionario sigue siendo la opción preferida por muchos españoles

Jóvenes aprendices de la escuela de formación de Seat, con 55 años de vida en España.
Jóvenes aprendices de la escuela de formación de Seat, con 55 años de vida en España.

A la mayoría de los jóvenes españoles no les gusta moverse de su ciudad, ni para trabajar ni para estudiar. Así lo han revelado diversos estudios durante las últimas décadas. Sin embargo, la crisis les ha obligado a ser más flexibles. Y, en concreto, el paro: uno de cada dos menores de 25 años está en paro en España. Desde que comenzó la crisis, "los jóvenes muestran en general una mayor flexibilidad laboral, aunque se muestran bastante inflexibles ante un puesto de trabajo que suponga un cambio de residencia, una dedicación parcial, un horario flexible o un contrato indefinido frente a uno de funcionario". Son las conclusiones del Observatorio de Inserción Laboral de Jóvenes 2011, elaborado por la Fundación Bancaja y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, hecho público ayer, y que publica Cuadernos de Capital Humano (http://www.ivie.es/es/pub/resumen.php?id=1169&id2=3&id3=2013).

Este observatorio realiza este estudio cada tres años con el objetivo de analizar la situación de los jóvenes que están en el mercado laboral, desde una perspectiva psicosocial y laboral. La última muestra, realizada a nivel nacional, está formada por jóvenes de entre 16 y 30 años que en los últimos cinco se han incorporado al mercado laboral.

La flexibilidad a la que han cedido los jóvenes tiene sobre todo que ver, según explica el informe, con aspectos como aceptar contratos temporales o de menor cualificación que la que tienen. La mayoría de los que trabajan tiene un contrato temporal (54%) y a tiempo completo (64%), así como un horario fijo (66%). Y únicamente un 6% ha cambiado de lugar de residencia debido a su empleo. Son muchos, uno de cada cuatro, los que realizan un trabajo para el que están sobrecualificados.

Los efectos de la precariedad

El informe también resalta cómo afecta de forma negativa la precariedad a este colectivo de trabajadores. "Los que tienen contrato temporal poseen menos iniciativa, se implican menos y son menos innovadores a la hora de poner en marcha acciones que mejoren su puesto de trabajo", señala. Y añade que los que padecen esta situación de temporalidad junto con la sobrecualificación "presentan mayor inseguridad laboral y propensión a abandonar el empleo".

Pero, a pesar de la crisis económica, seis de cada diez jóvenes renunciarían al 9% de un sueldo de 1.200 euros mensuales a cambio de no tener que cambiar de domicilio o incluso al 10% del mismo si les ofrecieran un contrato de funcionario. A lo que no ponen tanto reparos es a cambiar de tarea en su trabajo, al 59% le es indiferente, como también lo es para el 42% que el trabajo suponga un reto. Aunque la mayoría de los jóvenes (54%) sí prefiere realizar un trabajo adecuado a su cualificación, a otro alto porcentaje (43%) le es indiferente. También llama la atención la gran cantidad de jóvenes que se muestran indiferentes (44%) ante tener un trabajo por cuenta propia o ser autónomos.

A pesar de estos resultados sobre el escaso atractivo de la movilidad para muchos jóvenes, lo cierto es que la crisis económica ha empujado a muchos españoles a emigrar. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los tres primeros meses del año pasado, 27.004 personas se han marchado de España, más del doble de los que tomaron la misma decisión en el primer trimestre de 2011 (12.850). Hay que ver si este año la tendencia al alza continúa. Pero además, los datos de hace dos años reflejaban que se van sobre todo jóvenes y su destino preferente son otros países europeos, especialmente el Reino Unido, Francia y Alemania.

La movilidad de los jóvenes en estos momentos de crisis preocupa en toda la UE. De hecho, la Comisión Europea anunció hace unos meses que iba a destinar cuatro millones de euros para financiar un proyecto para ayudar a los desempleados de entre 18 y 30 años a encontrar oportunidades laborales en Estados de la Unión Europea distintos al de su residencia actual. La iniciativa piloto, denominada Tu primer empleo EURES, está gestionada por los servicios de colocación de España, Alemania, Dinamarca e Italia, aunque está abierto a cualquier ciudadano comunitario de esas edades (http://www.sepe.es/contenido/empleo_formacion/eures/first_job/index.html).

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