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La venta de coches cae a niveles de 1986, con menos de 700.000 unidades

Las matriculaciones disminuyeron un 13,4% en 2012. El sector pide que se prorroguen las ayudas del Plan PIVE que se agotarán este mes

Ramón Muñoz
El Reanult Megane ha sido el coche más vendido del año.
El Reanult Megane ha sido el coche más vendido del año.EFE

En 1986 España ingresó en la Comunidad Económica Europea, la extinta URSS lanzaba al espacio la estación Mir justo cuando el cometa Halley pasaba más cerca de la Tierra, y era asesinado el primer ministro sueco Olaf Palme. El coche más vendido ese año fue el Renault 11. Y habría que remontarse a 1986 para encontrar una cifra de venta de automóviles tan baja como la que se registró el año pasado. La crisis y el consiguiente retraimiento del consumo motivó que las matriculaciones de automóviles cayeran en 2012 a niveles de hace 26 años. En el conjunto del ejercicio, se vendieron 699.589 turismos, un 13,4% menos que el año pasado y una cifra muy similar a los 689.076 coches que salieron de los concesionarios en 1986.

 Ni siquiera el Plan PIVE, el programa de ayudas públicas puesto en marcha hace tres meses, ha podido frenar el deterioro de las matriculaciones, ese termómetro de la marcha de economía junto a la concesión de hipotecas y los créditos al consumo. Las cifras que hicieron públicas las patronales de fabricantes (Anfac) y concesionarios (Ganvam y Faconauto) muestran una realidad desoladora. Baten, en registros negativos, a las de la anterior crisis de 1993, cuando se vendieron casi 100.000 coches más y confirma que el mercado español se ha jibarizado y tardará mucho tiempo en alcanzar otra vez el millón de coches vendidos al año, un nivel que se alcanzó en 1997 y se mantuvo hasta 2008.

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Atrás queda el cuatrienio prodigioso 2004-2008, en el que se matriculaban más de 1,6 millones de coches al año. En 2008, se produjo el aterrizaje forzoso, con un desplome del 28,1% Y desde ese año las ventas han caído siempre por debajo del millón de unidades, una barrera que ha sido perforada en 2012 por debajo de las 700.000, la peor cifra de las estadísticas de Anfac, que arranca en 1989 (aunque no las del Ministerio de Economía que se remontan mucho más atrás en el tiempo).

Las tres patronales consideran tan negativo como esperado el mal dato de ventas pero prefieren agarrarse a los efectos beneficiosos del Plan PIVE, y piden —casi exigen— su continuidad en 2013. “Se ha demostrado que el Plan PIVE está alcanzando el éxito que se esperaba, ya que se están agotando los fondos reservados para la adquisición de un vehículo con características más acordes con el medioambiente y la seguridad vial. El Plan PIVE está cumpliendo con creces las expectativas y ya registra casi 65.000 operaciones, lo que significa más del 80% de los fondos previstos para la totalidad del plan”, señalaron en un comunicado conjunto.

Lo cierto, es que los datos no apuntan a una influencia tan beneficiosa del Plan PIVE. En los últimos tres meses del año, cuando ha estado en vigor dicho programa, las ventas han caído más de un 20% respecto a los mismos meses del año anterior. En diciembre, la caída ha llegado al 23%, pese a que las asociaciones empresariales auguraban una fuerte recuperación de las ventas al recoger los frutos de las reservas de los dos meses anteriores, superados los problemas burocráticos de la puesta en marcha del plan. Pese a todo, fabricantes y concesionarios insisten en que sin el PIVE había sido mucho peor y recuerdan que en diciembre, al amparo del mismo, se produjeron 1.500 reservas diarias.

Por eso, con la economía sin signos de mejora evidente y la confianza del consumidor en mínimos, todos los implicados cifran sus esperanzas en una prórroga del plan PIVE para todo el año 2013. El programa estará en vigor hasta el 31 de marzo próximo o hasta que se agoten los 75 millones de euros con los que ha sido dotado. Como se estima que esos fondos estarán ya agotados a finales de este mes de enero, el consumidor deberá afrontar la compra del automóvil sin ayudas prácticamente todo 2013, y con el grifo de los créditos al consumo también obstruidos. Un panorama del que no quieren ni oír hablar las marcas y concesionarios.

El Plan PIVE, que entró en vigor a finales de septiembre, contempla la concesión de ayudas de 2.000 euros (de los que 1.000 los aporta el Estado y otros 1.000 el fabricante) para cada compra de un automóvil, siempre que se entregue el antiguo para su achatarramiento y lo sustituya por un modelo con un precio inferior a 25.000 euros y de consumo eficiente y poco contaminante.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha dejado caer que el plan podría prorrogarse e incluso extenderse a furgonetas y vehículos industriales, con la ayuda de otros departamentos como Agricultura, pero ha aclarado que todo dependerá de las disponibilidades presupuestarias. Es decir, que todo está en el aire.

Por canales de ventas, el que peor se comportó en 2012 fue el de empresas, que registra un descenso del 19,4%. Las ventas a particulares cayeron un 12,9% en el conjunto del año hasta 337.948 unidades, mientras que el canal de alquiler cayó a 224.980 unidades.

Ninguna comunidad autónoma se libró de la caída del mercado. Las que tuvieron un peor comportamiento fueron Extremadura (-23,4%), Canarias (-25,2%), Asturias (-20,9%) y Andalucía (-20%). Las que mejor evolucionaron fueron Baleares (-7,5%), Aragón (-9,8%) y Madrid (-10,6%).

Por tipo de carburante, los vehículos a gasolina siguen ganando terreno al diésel, 1,2 puntos porcentuales de enero a diciembre, en concreto, y ya representa el 29,6% del conjunto del mercado, frente al 68,9% del gasoil. La mala noticia es que, pese a los esfuerzos mediáticos del Gobierno y de las bonificaciones de que disfrutan en el impuesto de matriculación y en algunos casos de circulación, la cuota de los coches híbridos y eléctricos apenas ha crecido. En 2011, representaron el 1,3% del total de las ventas y en 2012 solo el 1,4%.

Seat pierde el liderazgo y solo crecen los 'micros'

En 2012, se produjo un vuelco en el podio de las marcas. Volkswagen se encaramó a la primera plaza con 62.490 unidades vendidas, desplazando a Seat, que mantenía históricamente el liderazgo y que cae al tercer puesto (55.644). En el lado positivo, además de la firma alemana, Peugeot es la que mejor se comporta. Pasa de la cuarta a la segunda plaza, mientras que Ford baja de la tercera a la sexta. Por modelos, el Renault Megane vuelve a ser el más requerido por cuarto año consecutivo (30.146 unidades), seguido del Citroën C4 (27.790), que desplaza al Seat Ibiza a la tercera posición (23.913), seguido del Nissan Qashqai (22.279).

No obstante, los cambio más significativos se producen en los segmentos. Salvo los micro coches, cuyas ventas crecieron un 8%, en todos los demás cayeron las matriculaciones. El peor comportamiento fue para los todoterrenos grandes, que cayeron un 40,1%, que junto a los monovolúmenes grandes (-25,3%) demuestran que el consumidor está optando nuevamente por el utilitario. Aunque, sin duda, lo que más llama la atención si se compara con las cifras del año anterior, es el desplome de los coches de lujo y los deportivos en 2012. Los primeros que el año pasado, al margen de la crisis, experimentaron un aumento de ventas del 83,15% hasta las 2.456 unidades, cayeron en 2012 un 35,6%. Los deportivos, también sufrieron un descenso de matriculaciones del 22,6% hasta las 5.460 unidades, mientras que los todoterrenos de lujo veían caer sus ventas un 22,8% (7.062 unidades).

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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