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ÁNGEL RON Presidente del Banco Popular

“Con la ampliación tuvimos varias ofertas para comprar el banco”

Ángel Ron admite que se siente “satisfecho, aunque sin triunfalismos" después de que el Popular cierre con éxito una ampliación de capital de 2.500 millones

Íñigo de Barrón
Ángel Ron, presidente del Banco Popular
Ángel Ron, presidente del Banco PopularGORKA LEJARCEGI

Ángel Ron (Santiago de Compostela, 1962), admite que se siente “satisfecho, aunque sin triunfalismos”. No es para menos. El Banco Popular acaba de cerrar con éxito una ampliación de capital de 2.500 millones, “en el peor momento posible”, comenta Ron. El Popular ha pasado su match ball, la gran jugada en la que se jugaba su futuro porque si no obtenía este dinero, entraría el Estado en su capital.

En septiembre pasado, los exámenes de capital de Oliver Wyman determinaron que el Popular necesitaba 3.223 millones “para superar una supuesta depresión económica que tiene menos del 1% de posibilidades de suceder”, recuerda el primer ejecutivo. Oliver Wyman colocó al Popular, tradicionalmente un ejemplo de rentabilidad y solvencia, en el pelotón de los malos del sector, un grupo en el que estaba más que incómodo. Con los 2.500 millones captados, la generación de plusvalías y los beneficios, la entidad ha pasado el trago. No obstante, las nuevas provisiones exigidas, provocarán 2.300 millones de pérdidas (“contables”) en diciembre.

La mejor prueba de que el Popular atravesó aguas turbulentas es que “hubo varias ofertas informales por la entidad”. ¿La Caixa entre ellas? “Bueno, fueron acercamientos diversos y variopintos. Esto ponía de manifiesto el valor de banco; nadie intenta comprar algo que no tiene valor. Ante cualquier posible oferta lo que barajamos fue que lo mejor para el accionista era ampliar capital y preservar el valor de la entidad”.

Cualquier venta hubiera transferido plusvalías de 6.000 a 10.000 millones”

Ron recuerda aquellos días de vértigo, entre el viernes 28 de septiembre (cuando se supo lo de Oliver) y el domingo 30, cuando convocó un consejo de administración de urgencia. “El consejo apostó por la independencia y pedimos un informe sobre posibles ofertas. Una operación de integración suponía transferir una plusvalía al comprador de entre 6.000 y 10.000 millones. Por eso dijimos que la forma mejor proteger el valor era una ampliación y, con la normalización del mercado, esperar a que se recupere el valor”.

Ron no quiere aclarar si fueron La Caixa o el Banco Sabadell los que se acercaron. Solo añade: “Esta situación puso de manifiesto el valor que tiene el banco. Para evitar esta situación de debilidad, hicimos la ampliación; sabíamos que sacaríamos adelante la operación”. Recuerda que obtuvo un compromiso de suscripción de 6.500 millones del sindicato de colocación, formado por 15 bancos de inversión.

Pese a la enorme tensión vivida aquellos días, Ron afirma que el consejo nunca le pidió su dimisión. “Asumir riesgos es mi trabajo, pero no se cuestionó mi puesto. El consejo estaba al tanto de todo lo que sucedía y apoyó la operación”. Preguntado por la autocrítica que realiza, después de todo, Ron admite que “la hago continuamente, pero hacia dentro de la organización”.

La señal que llegó desde el propio consejo

Una de las claves del éxito de la ampliación fue que los accionistas presentes en el consejo desembolsaron 520 millones, lo fue una señal para el mercado. En total, los inversores extranjeros invirtieron 1.150 millones en el Popular, casi la mitad de la operación, algo que llena de orgullo a los directivos del banco.

El presidente de la sexta entidad por activos admite que tuvo que rebajar mucho el valor de las acciones para encontrar compradores, un 62% sobre el valor en libros, lo que ha repercutido sobre la cotización. Sin tener en cuenta el precio de los derechos de la ampliación, los títulos del Popular se han depreciado un 84% en lo que va de año. “La caída de la cotización nos desvela y trabajamos para que cambie. Tenemos grandísimas coberturas y provisiones que generarán valor en próximas fechas, pero a corto plazo la evolución depende de la situación macroeconómica de España”, comenta.

La entidad destaca que 1.150 millones de la ampliación son de extranjeros

¿Y a medio plazo cuanto deberían valer las acciones del Popular? Ayer cerró a 0,56 euros y Ángel Ron cree que no hay razones para que esté por debajo de 1,20 euros, que reflejaría su valor en libros. Un escudo tradicional antiopas del Popular siempre ha sido la participación del consejo, aunque con la ampliación ha bajado del 29% al 24%.

Ron no se arrepiente de haber comprado el Banco Pastor “porque era la mejor entidad que quedaba libre en el mercado”, aunque lo hizo sin ayudas públicas. No obstante, le parece legítimo que otros competidores tengan muletas para adquirir entidades.

Respecto al banco malo, donde el Popular ha comprometido 288 millones, el presidente del Popular no quiere hablar sobre la falta de aportación del BBVA. “El Sareb es sistémico y debíamos estar, aunque habrá que revisar el plan de negocio...”, se limita a decir.

Por último, tampoco se moja sobre si el Gobierno debe pedir el rescate a Europa, pero apunta con intención: “El Gobierno sabe lo que se exige por pedirlo, pero el rescate está diseñado para rebajar la prima de riesgo”.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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