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Un debate en marcha a nivel global

Los bancos centrales revisan sus objetivos y sus instrumentos

Alicia González

El debate político en torno al Banco de Japón es el ejemplo quizás más radical de los cambios que se están planteando a nivel global todas las autoridades monetarias. Pero ni de lejos es el único. Esta semana la Reserva Federal de Estados Unidos oficializaba su cambio de objetivos de política monetaria y fijaba la tasa de desempleo como principal referencia de sus decisiones sobre los tipos de interés a medio plazo, al tiempo que elevaba el objetivo de inflación de referencia para la entidad del 2% al 2,5%.

En un mundo en el que el desempleo lleva tiempo lejos de lo que los expertos consideran la tasa natural y en el que el desendeudamiento sigue siendo la principal tarea pendiente de muchas economías, la necesidad de impulsar el crecimiento es mucho mayor que el temor a superar la tasa de inflación del 2%. Sin ir más lejos, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, reconocía en un reciente discurso que “puede haber circunstancias en las que se justifica abandonar por un tiempo el objetivo de inflación con el objetivo de moderar el riesgo de crisis financiera”.

Aparentemente, el Banco Central Europeo (BCE) es la entidad que puede estar más ligada al objetivo inflacionista. Pero si hacemos caso a los halcones de la entidad y del Bundesbank, el banco puede haber ido mucho más allá de su mandato con la compra de bonos de los países miembros y la fijación de objetivos fiscales como condición previa. Por supuesto, la mayoría del consejo del BCE niega este extremo.

“La crisis ha obligado a las entidades a apoyar los sistemas financieros domésticos, compensar los efectos de las medidas de ajuste de los Gobiernos, impulsar el comercio y crear las condiciones para generar empleo y crecimiento económico”, asegura Ben Lord, analista de M&G Investments.

"Nadie sabe qué riesgos conllevan las actuales políticas no convencionales"

Lo cierto es que este cambio de régimen en el mandato de los bancos centrales emprende un rumbo desconocido en el mundo de la política monetaria y no faltan los analistas que alertan de las terribles consecuencias que pueden tener las actuales políticas. “Las medidas monetarias no convencionales que se han llevado a cabo por los bancos centrales de Japón, Estados Unidos, Reino Unido y la eurozona no tiene precedente histórico —de ahí que no sean convencionales—, pero nadie tiene claro qué tipo de riesgos conllevan estas políticas”, alertaba esta semana Richard Koo, economista jefe de Nomura.

En la misma línea, Ben Lord, alerta que podemos estar sobrestimando la capacidad de los bancos centrales para controlar la inflación. “Los principales bancos centrales han expandido sus balances en nueve billones de dólares, lo que equivale al PIB conjunto de Reino Unido, Alemania y Francia en 2011”, apunta. “La ampliación del mandato de los bancos centrales eleva el riesgo de que se produzcan errores en las políticas que puedan disparar la inflación en un futuro próximo”.

El debate aún está lejos de sus conclusiones.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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