Merkel aplaude el acuerdo de la UE sobre el supervisor bancario común
La canciller alemana, Angela Merkel, aplaudió hoy el acuerdo alcanzado por los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofín) para sentar las bases del supervisor bancario común, una propuesta que recoge todas las exigencias que ella había planteado.
En su intervención ante el Bundestag (Cámara baja) previa a la cumbre europea, destacó que el acuerdo marca una "clara separación" entre las funciones del Banco Central Europeo (BCE) como autoridad en materia de política monetaria y, a partir de 2014, como supervisor bancario.
Asimismo, subrayó que el supervisor común no controlará a las 6.000 entidades financieras de Europa, sino solamente a los bancos calificados como "sistémicos", aquellos cuyos activos superen los 30.000 millones de euros o el 20 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país miembro al que pertenezca.
"No se puede sobrestimar la importancia de este acuerdo. Hemos logrado asegurar las demandas fundamentales de Alemania", afirmó Merkel tras elogiar el papel de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en las negociaciones.
Alemania defendió desde el principio que el supervisor común sólo debía controlar las cuentas de los bancos de relevancia, frente a las pretensiones de Francia y España, entre otros, que abogaban por que este organismo controlase a todas las entidades financieras de la eurozona, unas 6.000.
El acuerdo del Ecofin se hizo público ayer tras una sesión de reuniones de 14 horas, pero seguía las líneas avanzadas previamente por un medio alemán, que indicaba que París y Berlín habían cerrado un acuerdo sobre el supervisor bancario que recogía las principales demandas alemanas.
El supervisor bancario es uno de los pilares sobre los que se sustentará la unión bancaria hacia la que tiende la eurozona, que se encuentra en un proceso de reforma "duro" pero "irremediable", según la canciller.
Merkel indicó que en este proceso, Europa ya ha realizado avances significativos, como la puesta en marcha del fondo de rescate permanente, la firma del pacto fiscal, la "reducción a la mitad" de los déficit fiscales, los avances en la regulación bancaria, el acuerdo de once países para introducir un impuesto a las transacciones financieras y la mejora de la competitividad.
En este último punto destacó "los avances de España y Portugal", que con su reducción de los costes unitarios están incrementando su competitividad, como demuestran los recientes aumentos de sus exportaciones.
También alabó los esfuerzos de Irlanda para reducir su déficit de forma sustancial y también los avances registrados en Grecia en diversos ámbitos económicos, que han propiciado el pago del siguiente tramo de su rescate.
"Pero los esfuerzos (de los ciudadanos de los países en crisis) no son en vano. Sus esfuerzos demuestran éxito", apostilló la jefa del Gobierno alemán.
A este respecto, los distintos partidos de la oposición coincidieron en afearle a la canciller su imposición a nivel europeo de la austeridad, que consideran la causa de la actual recesión en la eurozona y del repunte del desempleo, especialmente entre los jóvenes.
Merkel hizo también un llamamiento a desarrollar las virtudes de la Unión Europea (UE) en tiempos de crisis para que el continente continúe siendo lugar de "paz, libertad y bienestar".
"Esto debe guiarnos siempre en todas las decisiones que debamos tomar", ya que Europa debe cumplir con sus promesas de paz y bienestar, dijo la canciller.
"Debemos preocuparnos de que puedan desarrollarse de nuevo las virtudes de nuestra unión", afirmó Merkel, quien, recordó el discurso del presidente del Consejo de la UE, Herman van Rompuy, en Oslo en el que dijo que "todos trabajamos para dejar a nuestros hijos y nietos una Europa mejor".
Merkel aprovechó asimismo su intervención para reiterar su rechazo a cualquier tipo de colectivización de las deudas públicas en el seno de la eurozona -vía eurobonos o fondo de amortización- y al establecimiento de transferencias financieras encubiertas -vía estabilizadores automáticos comunes.
Para la canciller, la cumbre europea que arranca esta tarde en Bruselas obtendrá un "buen resultado" si los líderes de los 27 logran una "hoja de ruta" para el trabajo que se tiene que llevar a cabo en los próximos meses.
