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Soria vuelve a amenazar a las petroleras por el repunte de los carburantes

El ministro prepara cambios legales por si el precio no es “acorde con lo deseable” Gasolina y gasóleo, que cayeron de forma abrupta tras la primera advertencia, suben otra vez Soria achaca las diferencias con Europa al “margen comercial superior” de las firmas españolas

Alejandro Bolaños
Surtidor de gasolina.
Surtidor de gasolina. EFE

El precio de los carburantes en las estaciones de servicio volvió a subir la semana pasada, antes del puente de la Constitución. Justo al contrario que en conjunto de la zona euro, donde la gasolina y el gasóleo se abarataron. Desde el pasado verano, el Gobierno tiene encima de la mesa sendos informes de Competencia y la Comisión Nacional de la Energía que relacionan el comportamiento del mercado español (con los precios más altos de la zona euro, si se excluyen los impuestos), con la falta de competencia en el sector. Pero, como a finales de verano, el Ejecutivo prefiere presionar a las petroleras con la amenaza de una regulación, antes que tomar decisión alguna.

La amenaza de usar el Boletín Oficial del Estado para incentivar la competencia en el sector (el 73% del mercado se lo reparten Cepsa, Repsol y BP) fue esta vez todo menos velada. “En caso de que veamos una evolución no acorde con lo que sería deseable, iríamos a una modificación de la Ley de Hidrocarburos, que por cierto ya estamos preparando por si llega el caso”, afirmó el ministro de Industria esta mañana en una entrevista con TVE. Soria condiciona así un cambio normativo, inspirado en los contundentes informes de dos organismos supervisores sobre falta de competencia, a que el propio sector acuerde mantener los márgenes empresariales bajo control

"Preparamos cambios en la Ley de Hidrocarburos por si llega el caso", avisa el ministro de Industria

La vía de la presión, que ya ensayó el propio Soria en verano, ha mostrado su eficacia, al menos mientras se mantiene. A finales de agosto, el precio de la gasolina y del gasóleo alcanzó niveles récord, lo que llevó al ministro de Industria a encargar sendos informes a los organismos supervisores. Y, con sus conclusiones, Soria convocó a las petroleras a una reunión, sin luz ni taquígrafos, en la que los representantes del sector reiteraron sus críticas sobre cómo recopila la Comisión Europea los datos que sirven a la comparación con el resto de la zona euro. Esos mismos datos revelan que las empresas entendieron el mensaje: entre finales de agosto y finales de noviembre, el precio de los carburantes bajó a mayor velocidad que en el resto de la zona euro. Y lo hizo pese a que en septiembre entró en vigor una subida del IVA en España, del 18% al 21%.

Ante Soria, en septiembre, las petroleras adujeron que apenas podían bajar los márgenes de distribución. La evolución entre agosto y noviembre, con la presión del Gobierno encima, cuenta otra cosa: excluidos los impuestos, el ritmo de caída del precio de la gasolina (un 18% menos) y el del gasóleo (un 11% menos) casi duplicó al del conjunto de la zona euro. A finales de noviembre, el alza del IVA, pero sobre todo, el recorte en márgenes, había propiciado una nítida convergencia con la estructura de precios en la zona euro.

La evolución de los carburantes se notó también en el IPC, que pasó del 3,5% al 2,9% en noviembre, un descenso más que conveniente para el Gobierno, ya que el dato de noviembre es el que se usa en la actualización de las pensiones a la inflación. Pero, pese a la relajación de los precios, el Ejecutivo decidió no actualizar las pensiones.

Sin impuestos, el precio de los carburantes cayó el doble que la zona euro entre agosto y noviembre

Los primeros datos de diciembre apuntan a que la presión dejó de ser efectiva. Y Soria vuelve a la carga. En las declaraciones que hizo esta mañana a TVE aclaró que las medidas que estudia el Ejecutivo afectan “tanto al tramo mayorista como al minorista” y tienen como objetivo “encauzar los incrementos de precios de acuerdo al resto de los países europeos”. “No queremos que ocurran cosas distintas, sino simplemente lo que ocurre en los países europeos”, señaló.

En concreto, el ministro indicó que en España el coste del combustible es similar a la media comunitaria, si bien “el margen comercial es superior”. Este encarecimiento queda parcialmente compensado de cara al consumidor gracias a que la fiscalidad española es inferior, explicó. “Les hemos pedido que contribuyan al ajuste que todo el mundo está haciendo en España”, concluyó.

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