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EEUU PRESUPUESTO

Obama vuelve a la campaña para que los ricos paguen más e impedir el "abismo fiscal"

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama. EFE/Archivo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama. EFE/ArchivoEFE

El presidente de EEUU, Barack Obama, defendió hoy durante un acto en una fábrica de automóviles en Detroit que es imperativo que los ricos paguen más impuestos para impedir el "abismo fiscal", con un discurso de corte electoral plagado de apelaciones a la clase media en la línea de la pasada campaña.

Obama dejó claro que no va a ceder en su exigencia de una subida de impuestos a los ciudadanos más ricos en aras de alcanzar un acuerdo con los republicanos, pero también se mostró dispuesto a apoyar "duros recortes de gastos" para reducir el déficit, siempre que no dañen de forma desproporcionada a la clase media.

"Estados Unidos solo podrá tener éxito con una clase media fuerte", dijo Obama a los trabajadores de la empresa automovilística Daimler en un acto a las afueras de Detroit (Michigan), repitiendo uno de los eslóganes de la campaña con la que logró la reelección el pasado 6 de noviembre.

Se trata de pensar en "qué tipo de país queremos para nuestros hijos", sostuvo a continuación al recordar que, si no se logra un pacto con los republicanos sobre el "abismo fiscal", una típica familia de clase media tendrá que pagar en 2013 un promedio de 2.200 dólares más en impuestos.

"Aposté por los trabajadores estadounidenses, por su ingeniosidad, y apostaré de nuevo cada día", prometió Obama.

Como "abismo fiscal" se ha denominado a la combinación del alza generalizada de impuestos y los recortes del gasto público pactados en 2011 para reducir el abultado déficit que entrará en vigor en enero si la Casa Blanca y los republicanos no logran antes un acuerdo.

El principal punto de desacuerdo en las negociaciones es la subida de impuestos para el 2 % de los ciudadanos más adinerados.

Obama defiende esa subida como fundamental para aumentar los ingresos del Gobierno, pero los republicanos se oponen y exigen que las exenciones impositivas generales aprobadas durante el mandato de George W. Bush se prorroguen para todos los ciudadanos, no solo para los hogares que ingresan menos de 250.000 dólares anuales.

Algunos republicanos están abiertos a aceptar el aumento de impuestos para las rentas más altas siempre que Obama haga concesiones en lo que se refiere a recortes en programas de ayuda social.

El mandatario y el presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, el republicano John Boehner, celebraron este domingo en la Casa Blanca su primera reunión a solas para hablar sobre cómo contrarrestar el riesgo del "abismo fiscal".

Aunque no trascendieron detalles, el simple hecho de la reunión cuando faltan solo tres semanas para que concluya el plazo para evitar el temido escenario ha sido interpretado como un progreso, al igual que el tono del discurso de hoy de Obama, sin críticas directas a los republicanos.

No obstante, un portavoz de Boehner indicó hoy que la oferta republicana sigue siendo la que se presentó la semana pasada, que plantea una subida de los ingresos federales de 800.000 millones de dólares a través de la supresión de exenciones y deducciones, y que fue rechazada entonces por la Casa Blanca.

Además, los republicanos plantean un recorte de 600.000 millones de dólares en programas de seguridad social en los próximos diez años, en contraste con los 350.000 millones del plan demócrata.

Durante su visita a la planta de Daimler, cargada de simbolismo y de referencias al rescate de la industria del motor puesto en marcha en 2009, Obama también anunció que esa empresa va a realizar una inversión de 120 millones de dólares para crear más de 100 nuevos puestos de trabajo.

Además, el presidente se pronunció sobre una nueva norma que la legislatura estatal de Michigan, de mayoría republicana, prevé aprobar esta semana y que, según los sindicatos, limitará el poder de las organizaciones de trabajadores.

"Lo que no deberíamos hacer es tratar de quitar (a los trabajadores) su derecho a negociar mejores salarios y condiciones de empleo", subrayó Obama, cuya crítica fue muy aplaudida.

Miriam Burgués

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