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¿Cómo proteger mejor al inversor?

El plan de la CNMV para evitar nuevos fiascos financieros no convence a la industria

David Fernández
Protesta de afectados por las preferentes en Santiago de Compostela
Protesta de afectados por las preferentes en Santiago de CompostelaLAVANDEIRA JR (EFE)

El 15 de octubre Elvira Rodríguez hizo su primer discurso como presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Fue en el acto de toma de posesión de su cargo y en él hizo hincapié en recuperar la fe de los ciudadanos en las instituciones públicas. “Son muchos los que están perdiendo la confianza en el funcionamiento del sistema; que consideran que les estamos fallando. Por eso es esencial trabajar para poner en valor las funciones que desempeñamos”, argumentó.

Su predecesor, Julio Segura, tuvo que lidiar con el impacto que tuvo en los mercados la mayor crisis económica que se recuerda. Puede resultar reduccionista en un periodo de seis años, pero su mandato quedó marcado por dos fiascos financieros: las participaciones preferentes y la salida a Bolsa de Bankia. Segura explicó en su momento que la CNMV hizo todo lo posible, según las armas que le daba la legislación vigente, para proteger al inversor. El problema es que muchas veces las cosas no son como son, sino como se perciben por la opinión pública. Y lo cierto es que entre los ahorradores la sensación —si es justificada o no es harina de otro costal— es que el supervisor pudo haber hecho un poco más.

Rodríguez, consciente de la importancia de que no solo basta con hacer cosas sino que estas calen, sacó una nota de prensa a mediados de noviembre sobre una consulta pública de la CNMV relacionada con una circular cuyo objetivo es, nada menos, que “mejorar la protección de los inversores en la comercialización de productos de inversión”. La circular lo que hace es desarrollar lo dispuesto por el Real-Decreto Ley de Reestructuración y Resolución de Entidades de Crédito, pero no de todas las circulares que ha venido haciendo la CNMV se hacen notas de prensa.

Elvira Rodríguez desea que el inversor vuelva a tener fe en la CNMV

El plazo para enviar a la CNMV comentarios sobre la circular terminó el pasado 30 de noviembre. La propuesta del supervisor aún tiene que pasar por el Comité Consultivo del organismo y, en este caso también, por el Consejo de Estado antes de implantarse, pero a priori la normativa no deja muy satisfechos a los miembros de la industria. Pero, ¿qué dice la circular?

La norma desarrolla nuevas obligaciones de información a los clientes sobre los resultados de los test de conveniencia e idoneidad en la venta de productos financieros. “Pretende ayudar al inversor minorista a entender mejor si el instrumento que va a adquirir se adapta o no a sus necesidades”, dice la CNMV en su nota. Entre las nuevas obligaciones la circular destaca la necesidad de proporcionar por escrito al cliente del asesoramiento financiero una descripción clara de cómo se ajustan a sus objetivos y perfil cada una de las recomendaciones de inversión que se le hagan “y que este deberá firmar”.

En el caso de la evaluación de la conveniencia, para otros servicios diferentes del asesoramiento, se deberá entregar al cliente una copia del documento que recoja la evaluación realizada y que deberá ser firmada. Si no se ha podido realizar dicha evaluación, porque no se ha proporcionado información suficiente, la entidad deberá advertirle y recabar la firma del cliente junto con la expresión manuscrita: “Sin evaluación de conveniencia por información suficiente”.

El supervisor quiere que el cliente entienda el producto que compra

Además, la circular propone que una vez realizada la evaluación, si la entidad considera que el producto no es idóneo para el cliente, deberá advertírselo y, si se trata de un producto complejo, deberá recabar junto al texto de advertencia la firma unida a la expresión manuscrita: “Advertido operación no conveniente”, por parte del propio cliente.

Adicionalmente, también se establece la creación de un registro actualizado de los clientes y productos no adecuados para impedir que se les pueda ofrecer de forma personalizada, productos cuya conveniencia haya sido evaluada previamente como resultado negativo. Por último, la CNMV podrá obligar a que, en la información que se entregue a los inversores con carácter previo a la compra de un producto y en su publicidad se incluyan advertencia.

“Aunque el espíritu sea bueno, quizá no sea el momento más adecuado para lanzar esta circular. No se entiende muy bien que la CNMV esté yendo más lejos de lo que quizá le habilita la propia ley”, explican fuentes autorizadas del sector bancario. “Además, ahora mismo la Comisión Europea está trabajando sobre la Mifid II [directiva sobre mercados e instrumentos financieros], donde se prevé una mejora de la protección del inversor y sería más lógico esperar y adoptar estas medidas de forma coordinada con otros países europeos”, añaden estas fuentes. “Otro punto a tener en cuenta es que este tipo de normativas son muy costosas de adoptar económicamente hablando por parte de las entidades. Si en la práctica no se pueden aplicar las nuevas reglas existe un riesgo claro de tener una legislación ineficiente”, concluyen.

Los bancos critican que la norma traerá más burocracia y mayores costes

En el caso de los ahorradores, la propuesta no convence por otros motivos. “Se queda muy corta”, comentan desde la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae). “La declaración manuscrita del cliente es un paso adelante pero incompleto. Además, es un error mezclar a aquellos que han hecho la evaluación con los que no han podido ser objeto de la misma”. Adicae critica a la CNMV por no abordar un tema que consideran clave: “Debería permitirse que el ahorrador se lleve a casa el contrato del producto que quiere comprar para estudiarlo con tiempo suficiente, buscar asesoramiento, y luego, si le convence, firmarlo”. También piden al supervisor que asuma su responsabilidad y haga la labor de inspección de oficio en la comercialización de productos financieros, “que no hace”.

Javier Méndez, director general de la Fundación de Estudios Financieros (FEF), ve positivo el intento de la CNMV por introducir mayor claridad en los procedimientos de asesoramiento financiero, “que no siempre son fáciles de encauzar en una verdadera disciplina profesional”.

Otro elemento clave de la circular es la necesidad de que exista un “soporte duradero” en el que se describa cómo se ajusta la recomendación de inversión realizada a las características y objetivos del inversor. “En general, nos parece muy adecuada, si bien, desde nuestro punto de vista, quizá hubiese sido interesante diferenciar algo más el proceso puntual de asesoramiento, muchas veces relacionado con producto complejo en relaciones bancarias, del proceso más continuado cuando existe un asesor llamémosle más general (un asesor de banca privada o EAFI) que ya tiene muy perfilado al cliente. Ello permitiría algo más de flexibilidad de la relación asesor-inversor”, dice Méndez.

Los ahorradores piden poder llevarse el contrato a casa para estudiarlo

¿Con esta iniciativa se hubieran evitado casos como los de las participaciones preferentes? “En general, la nueva regulación habría aportado elementos de comprobación de las indicaciones concretas que se daban a los clientes en tiempo y forma. Sin duda, habría ayudado sobre todo en su seguimiento y control ex post”, asegura del director de la FEF.

José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, firma de asesoramiento financiero y gestión patrimonial, califica de “lógico” y “loable” el propósito de la CNMV de mejorar la protección del inversor. En cuanto a las medidas en concreto, Maté cree que, aunque el fondo es bueno, porque intentan asegurarse de que el comprador “entiende” el producto, tienen el problema del “incremento de la burocracia”. “Esto es un arma de doble filo porque puede llevar a las entidades a no vender determinados productos por el papeleo que hay que hacer, limitando su oferta a lo más básico”. Maté cree que un elemento esencial para proteger a los inversores es elevar su cultura financiera de los ciudadanos desde que están en la escuela.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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