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Siemens ensaya con Airbus

El grupo se encargará del mantenimiento tecnológico de la planta de fibra de carbono en Toledo

Cristina Galindo

Usted céntrese en lo suyo, que nosotros nos encargaremos de todo lo demás. Con esta filosofía, Siemens ha lanzado en España un proyecto piloto para realizar el mantenimiento tecnológico de la planta de EADS, fabricante de Airbus, en Illescas (Toledo), con el objetivo de reducir los costes y mejorar la productividad. “Tenemos que garantizar que los medios de producción están disponibles, a punto y que incluyen una mejora continua del servicio”, explica Pascual Dedios, consejero delegado del sector industrial de Siemens en España. Si los resultados son los adecuados, se podría extender esta experiencia a nivel mundial.

El incremento de la eficiencia es una de las claves para conseguir ser competitivos frente a países emergentes con costes laborales más bajos, sobre todo en tiempos de crisis, y Siemens ha visto negocio en la estrategia de ayudar a sus clientes a ganar productividad. El contrato firmado con EADS, tras cinco meses de negociaciones y que empezará en enero, será por un periodo de tres años, prorrogable otros dos, y está valorado en decenas de millones, aunque la empresa no concreta la cifra.

Un equipo de 80 profesionales cualificados de Siemens trabajará en la planta de Illescas, especializada en la fabricación de componentes de fibra de carbono para aviones como el A-320, el A-350, el gigante A-380 y el avión de combate Eurofighter. “Hasta ahora estábamos proveyendo la tecnología; ahora nos metemos también en los procesos productivos”, explica Dedios durante una entrevista en la sede de la compañía en Tres Cantos (Madrid). “Es un cambio de paradigma y creemos que se aplicará cada vez con mayor intensidad”, añade el ingeniero.

Siemens considera que las empresas cada vez tienen menos medios para manejar sus procesos productivos, que cada vez exigen más tecnología y que se renueva cada vez de forma más rápida, y necesitan más tiempo para centrarse en su negocio, en el caso de Airbus, diseñar aviones. Una de las ventajas de confiar el mantenimiento tecnológico de los medios productivos a un tercero, según la tesis de la empresa alemana, es que se agrupa a los proveedores y además se encarga de toda la formación necesaria. “Por cada empleado encargado de tecnología, Siemens invierte entre 7.000 y 10.000 euros al año en formación”, explica Dedios.

El contrato durará cinco años y creará 80 empleos de alta cualificación

Una de las características más ventajosas del sistema es que permitirá a EADS “rastrear el pasado”, es decir, “si algo falla en su producto, se puede volver atrás para ver qué falló”, dice el ejecutivo del grupo alemán, que destaca que se haya elegido España como lugar para poner en marcha este piloto. “Tenemos los conocimientos”, asegura Dedios, que insiste en que el futuro de la economía española pasa por la industria, que da empleo a un 50% de la mano de obra cualificada en el país. “El sector industrial siempre ha estado en crisis, por lo tanto esta es una crisis más que superaremos”, dice optimista.

La división industrial es uno de los pilares de Siemens: representa entre el 30% y el 40% de la facturación de la compañía en España, cuya cifra de negocio ha alcanzado este año (el ejercicio finalizó el pasado 30 de septiembre) 1.237 millones de euros. “Hemos facturado menos, pero hemos hecho los deberes; en España hemos puesto el foco en nuestros clientes industriales y hemos lanzado soluciones imaginativas para ayudarles en la financiación”, explica.

La situación no es fácil. La empresa anunció en junio un ajuste laboral que iba a afectar a 198 personas, un 6,6% de la plantilla total de la filial, compuesta por 2.972 empleados. Pero recientemente su presidenta en España, Rosa García, aclaró que el número de afectados se había reducido a menos de 140. La cifra definitiva se sabrá en marzo.

La empresa está ayudando a sus clientes industriales a reducir costes de producción y también se está apretando el cinturón. A principios de noviembre, el grupo alemán lanzó un plan de ajuste para ahorrar 6.000 millones en dos años con mejoras de competitividad y eficiencia. El último ejercicio fiscal arrojó un beneficio neto atribuido de 4.458 millones, un 27,4% menos que en 2011. En 2013, Siemens espera un resultado operativo ajustado para 2013 por debajo del conseguido este año.

El presidente del grupo Siemens, Peter Löscher, se ha visto presionado por la crisis europea y la caída de la demanda de China para reducir costes en la compañía, que fabrica trenes, tecnología industrial para el automóvil y turbinas eólicas. También ha dejado negocios que no estaban resultando todo lo rentables que esperaba. Uno de ellos ha sido el solar, que ha abandonado para centrarse en la energía eólica. Otra actividad afectada ha sido la relacionada con el agua. Una de las áreas de expansión es el software industrial, con la compra de 12 compañías de esta área en 2012.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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