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Tres exempleados acusan a Deutsche Bank de ocultar pérdidas multimillonarias

Los denunciantes aseguran que la maniobra se ideó para evitar la ayuda pública forzosa La entidad alemana desmiente tajatemente que haya cometido irregularidades

Sede de Deutsche Bank en Madrid.
Sede de Deutsche Bank en Madrid.

Los fantasmas de la crisis financiera vuelven a aparecerse en Wall Street. Esta vez en la forma de una denuncia de tres antiguos empleados de Deutsche Bank ante el regulador en EE UU, en la que acusan a la entidad de haber ocultado 12.000 millones de dólares (9.250 millones de euros) en pérdidas por apuestas en derivados. Así pretendía evitar la intervención pública.

Deutsche Bank negó los detalles de la denuncia, revelados por The Financial Times. La entidad explica que ya investigó estas alegaciones y determinó que no se sostenían. En una nota, vuelve a reiterar que la acusación no está fundada y recuerda que sus cuentas fueron “verificadas” al detalle por los auditores. A partir de ahí, dijo que cooperará con las autoridades.

Los extrabajadores vienen a decir que la viabilidad de Deutsche Bank estuvo en cuestión durante el momento más álgido de la crisis

En el centro de la denuncia están una serie de operaciones con derivados, por un valor estimado en 130.000 millones (unos 100.197 millones de euros). Los denunciantes acusan a su antiguo patrón de haber rebajado sobre papel el tamaño de esas posiciones. Consideran que si se hubieran dado las cantidades correctas, se habría visto que “su capital cayó a niveles peligrosos y podría haber requerido un rescate”.

Esencialmente, los exempleados vienen a decir que la viabilidad de Deutsche Bank estuvo en cuestión durante el momento más álgido de la crisis financiera y de acuerdo con la revelación del FT aseguran que los directivos del banco conocía cuál era la situación real. La agencia Reuters ya se hizo eco de este asunto, que circula desde hace dos años y medio, en el verano de 2011.

Uno de los argumentos utilizados durante el último año por la entidad para defenderse de estas alegaciones es que los denunciantes no tenía responsabilidad o conocimiento sobre esta cuestión. También explica que las posiciones en esas carteras se fueron reduciendo de “forma ordenada”. Los supervisores en Alemania y EE UU no hicieron comentarios sobre este caso.

El regulador del mercado de valores (SEC, en sus siglas en inglés) no ha sido muy efectivo hasta la fecha al perseguir los abusos de Wall Street. Ni siquiera la autopsia que se hizo a las cuentas de Lehman Brothers tras su colapso revelaron si hubo un fraude a la hora de ajustar el valor de las carteras estructuradas con derivados al valor real del mercado.

Tampoco hubo acciones mayores por la forma en la que estas carteras se ofrecieron a los inversores. Como mucho, pactó con Goldman Sachs, JP Morgan y Credit Suisse al margen de los tribunales para que se les compensara. Deutsche Bank es uno de los banco citados en el escándalo sobre la manipulación del Libor, el interés que se aplica a los préstamos entre los bancos.

El banco alemán, que logró capear el derrumbe financiero sin asistencia pública, tiene un serio problema de imagen por las operaciones que hizo antes y durante la mayor crisis desde la Gran Depresión. Los títulos de la entidad llegaron a caer más de un 2% en Fráncfort tras las últimas informaciones publicadas cuestionando de nuevo su conducta. La SEC ya investigó en el pasado a Deutche Bank por una acusación similar de un empleado.

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