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FMI CAPITALES

El FMI admite ahora que controlar los flujos de capital puede ser beneficioso

El organismo destacó que los flujos de capital internacionales han aumentado notablemente en la última década: entre 1980 y 1999 representaban cerca del 5 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y en 2007 llegaron a un 20 %. EFE/Archivo
El organismo destacó que los flujos de capital internacionales han aumentado notablemente en la última década: entre 1980 y 1999 representaban cerca del 5 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y en 2007 llegaron a un 20 %. EFE/ArchivoEFE

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio hoy marcha atrás al reconocer que los controles directos de capital pueden ser "beneficiosos en determinadas circunstancias", aunque recalcó que deben ser temporales y complementados por las políticas macroeconómicas de los países.

"En determinadas circunstancias, las medidas de control de flujos de capitales pueden ser útiles. No deben, sin embargo, ser sustituto de un ajuste macroeconómico apropiado", señala el Fondo en un informe.

Insiste, además, en que los flujos de capital tienen efectos "sustanciales beneficiosos para los países".

Pero, al mismo tiempo, "también conllevan riesgos" incluso para los países que han estado abiertos económicamente y se han beneficiado de ellos, añade.

El organismo dirigido por Christine Lagarde destaca que los flujos de capital internacionales "han aumentado de manera espectacular en la última década", al pasar de representar cerca del 5 % del producto interior bruto (PIB) mundial entre 1980 y 1999, al pico del 20 % en 2007.

Por ello, explica que las "rápidas entradas de capital o las perturbadoras salidas pueden crear desafíos políticos" en algunos países.

Es el caso, cita, de los flujos "volátiles o grandes" en relación con la economía y mercados financieros del país, lo que puede llevar "a booms y estallidos de crédito en los precios de los activos y hacer que los países sean más vulnerables al contagio de la inestabilidad global", según el FMI.

El Fondo sigue defendiendo los efectos positivos de la liberalización de los flujos, pero matiza ahora que "debe ser bien planeada, oportuna y diseñada para que sus beneficios superen a sus costes".

De este modo, el FMI revisa el respaldo a una de sus políticas más polémicas, y que algunos expertos consideran responsable de alimentar la crisis financiera de los "tigres asiáticos" en la década de 1990, cuando el organismo propugnaba la liberalización de los flujos de capital internacionales para estimular la competitividad.

En medio de la actual crisis financiera en las economías avanzadas, algunos países emergentes, como Filipinas o Brasil, han venido aplicando los últimos años impuestos y medidas para controlar la entrada de estos flujos de capital atraídos por los mejores tipos de interés, con el argumento de evitar alteraciones a sus sistemas financieros.

La nota señala que el FMI concluye de esta manera "un trabajo de más de dos años para desarrollar una nueva visión institucional que permita un enfoque pragmático y basado en la experiencia y que ayude a los países a lidiar con los flujos de capital".

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