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Varias comunidades se enfrentan por el uso de la categoría “ibérico”

Andalucía y Extremadura defienden un uso más restrictivo de la marca frente a Murcia, Cataluña y Castilla y León

Una piara de cerdos ibéricos pastando en Jabugo, Huelva.
Una piara de cerdos ibéricos pastando en Jabugo, Huelva. AGE

La determinación de “ibérico” ha creado una batalla entre los ganaderos de distintas partes de España. La propuesta del Ministerio de Agricultura para modificar y reducir las actuales ocho categorías de productos del cerdo ibérico ha provocado la división entre las comunidades autónomas. Por un lado, se hallan las posiciones defendidas por Andalucía y Extremadura, en defensa de que se considere como ibérico únicamente para aquello que esté ligado a la dehesa. En la otra parte figuran el resto de las comunidades, donde hoy existe también este tipo de producción, ibérico de cebo en granja, como Murcia, Cataluña y la propia Castilla y León, donde industriales y ganaderos del sur de Salamanca acusan a la consejera, la segoviana Silvia Clemente, de defender intereses personales frente a la ganadería extensiva en la dehesa.

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La propuesta oficial a la que se han presentado enmiendas por comunidades autónomas y las entidades del sector, contempla reducir a tres las categorías del producto: ibérico de bellota, criado en la dehesa 100% de raza pura; ibérico extensivo, criado en dehesa con bellota y piensos; ibérico de cebo intensivo que se puede criar en cualquier granja cerrada de todo el país, solo con pienso, siempre que tenga un 50% de raza.

Criado en cautividad

Para los ganaderos de Andalucía, Extremadura y sur de Salamanca, lo ibérico ha sido siempre una calificación ligada a la dehesa y no tiene ningún sentido que la misma se pueda utilizar para un animal criado en cautividad, y menos fuera de las zonas tradicionales de producción. Para este sector, mantener la propuesta, tras la experiencia de los últimos años, supondría la desaparición de la cabaña de los ibéricos puros ligados a la dehesa.

Esta posición es compartida por la Junta de Extremadura. El director general de Ganadería, Jesús Barros, estima que mantener la actual situación supondría la muerte para la dehesa al tener que competir con un producto de costes muy altos frente a otros productos con un coste muy inferior en un mercado no clarificado ante los consumidores.

Actualmente, entre cerdos ibéricos puros y cruzados hay un censo de 2,6 millones de animales de los que más de dos millones son de cebo intensivo criados en granja en cualquier punto de España y otros 500.000 de bellota ligados a la dehesa. Esta oferta masiva de lo ibérico de cebo, a precios bajos, donde operan los grandes grupos de la industria de la carne, ha llevado a la ruina al sector tradicional.

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