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'IN MEMORIAM'

Juan Badosa, impulsor de la industria gasística española

Al frente de Enegás implantó gasoductos y sus conexiones con el exterior

Óscar Fanjul Martín
Juan Badosa.
Juan Badosa.

Tras los dos shocks petroleros de los años setenta, España se encontró con un programa de desarrollo nuclear excesivo y con un contrato de gas argelino al que no podía hacer frente, por su elevado volumen y por no haber desarrollado durante esa difícil década las infraestructuras necesarias para ello. El problema era particularmente importante porque los contratos eran del tipo take or pay y el gas había que pagarlo aunque no se retirara. En ese periodo el grado de penetración del gas natural en España era muy inferior a la de cualquier otro país desarrollado, lo que constituía una clara desventaja competitiva de nuestra economía.

Estos problemas se resolverían en los ochenta, en los que se construyó la infraestructura y se asentaronn las bases para el desarrollo de una importante industria, siendo hoy Enagás y Gas Natural dos de sus manifestaciones más importantes.

El economista catalán Juan Badosa, fallecido el 22 de noviembre, fue un protagonista fundamental de esa etapa, como presidente de Enagás y como primer ejecutivo de Gas Natural, en una historia empresarial que merece ser recordada.

Juan Badosa tuvo a lo largo de su dilatada vida profesional diferentes responsabilidades, pero esta es de la que más orgulloso se sentía, probablemente por el reto que significó y, también, por la importancia que como experiencia personal tuvo para él.

El retraso gasístico español y la complicada situación contractual comenzaron a cambiar cuando a primeros de los años ochenta el Gobierno español pagó una importante compensación económica y renegoció el contrato con Argelia, siendo ministro de Industria Carlos Solchaga. Enegás, empresa del Instituto Nacional de Hidrocarburos, comenzó a desplegar la infraestructura gasística necesaria para cumplir con los contratos de suministro y, a pesar del escepticismo general existente, con Martín Eyries como presidente, demostró que era posible construir la infraestructura gasística en presupuesto y en plazo y vender el gas contratado.

Juan Badosa sustituyó a Eyries en 1985 y bajo su presidencia se construyeron gasoductos en todo el país, con la mejora que ello supuso para los consumidores y para la competitividad de las empresas. De la indiferencia y el escepticismo se pasó a una nueva situación, en la que todas las comunidades autónomas querían que se les garantizase la llegada de gas natural lo antes posible.

Sin embargo, este éxito en la penetración del gas, mucho mayor del esperado, planteó un nuevo reto, el de la seguridad del suministro. En efecto, España era un país aislado que dependía excesivamente de Argelia, de Libia y de la planta de regasificación de Barcelona.

El peligro del desabastecimiento fue una preocupación constante del INH y de Enegás y, tal vez, una de las mayores contribuciones de Juan Badosa como presidente fue la de eliminar ese riesgo. Con este objetivo se construyeron varias plantas de regasificación que permitieron diversificar los puntos de entrada en la Península y los orígenes del gas, firmándose el primer contrato con Noruega. Pero, sobre todo, bajo su mandato se desarrollaron las conexiones gasísticas internacionales, primero con Francia y posteriormente con Argelia y Marruecos a través del gasoducto Argelia-Marruecos-España.

El resultado de todo ello es, en definitiva, la actual infraestructura gasística desarrollada con una gran eficacia, en condiciones de tiempo y presupuesto.

Si Enegás se encargó del abastecimiento y del transporte, Repsol lo hizo de la distribución, pasando a tener el 49% de Gas Natural y siendo junto con La Caixa socio de referencia de esta compañía, con Pedro Durán como presidente y Juan Badosa como consejero delegado. Esta etapa duraría hasta 1996, cuando Juan volvería a Repsol, para finalmente después de unos años presidir Cesce.

La experiencia profesional y especial vocación internacional de Juan facilitaron las importantes relaciones que se desarrollaron con los países suministradores de gas, así como el impulso de Gas Natural en América Latina. Esta etapa de importante colaboración pública-privada, no exenta de dificultades, permitió equiparar nuestra estructura energética a la de los países más desarrollados y, simultáneamente, consolidar una potente y competitiva industria.

Juan estudió Economía en la Universidad de Barcelona y vino a Madrid a finales de los años sesenta atraído, como otros muchos de sus compañeros, por la enseñanza que entonces impartía Ángel Rojo en la Universidad Complutense. Es en esos años cuando conocería a la que ha sido su mujer, María Teresa Maravall.

Posteriormente ingresó en el cuerpo de Técnicos Comerciales del Estado. Estuvo destinado en Polonia, algo que le dejó profunda huella personal y profesional, y posteriormente fue, como director general de Política Comercial, miembro del equipo que negoció la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea.

Quienes lo trataron recordarán el entusiasmo contagioso de Juan Badosa, y un gran sentido del humor que mantuvo hasta el mismo último día de su vida.

Creo que Juan Badosa fue una persona importante, para mí lo fue. En esta nota he pretendido hablar con la máxima objetividad del personaje, de una historia que creo que para muchos puede ser útil conocer o recordar, evitando referirme a aspectos personales que, en casos como este, solo conducen a mejorar la imagen del autor del obituario.

Óscar Fanjul fue presidente de Repsol.

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