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La subida del pienso y la caída del precio de la leche acelera el cierre de granjas

El número de cabezas de vacuno cae de 1,2 millones a 840.000 en 11 años

La subida de los precios de los medios de producción, especialmente de los piensos, junto a unos precios bajos para la leche, han golpeado en la línea de flotación de la cabaña de vacuno de leche agravando la situación que se arrastraba de los años precedentes. El censo de animales de vacuno de leche ha pasado de más de 1,2 millones de cabezas en 2000 a 840.00 unidades en 2011.

En los últimos meses, frente a unos sacrificios mensuales medios de 16.500 cabezas, se han enviado al matadero una media de 23.000 unidades por falta de rentabilidad de las explotaciones. Al este descenso de animales se suman cambios en la alimentación con una dieta más barata que da lugar a menos rendimientos.

El efecto global ha sido una reducción de la producción aproximadamente en un 5% desde el pasado mayo, según el responsable ganadero de UPA, Román Santalla, situación que se ha agravado este otoño provocando una discreta subida de los precios para pasar de menos de 0,30 euros litro a una media de 0,32 euros. España sigue sin cubrir la cuota de producción de 6,4 millones de toneladas asignada por Bruselas.

La falta de leche hace que las industrias ofrezcan a los ganaderos precios de hasta 0,37 euros por la venta de cisternas sueltas para atender sus necesidades coyunturales, precio que no pagan a los ganaderos bajo contrato. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha sido el primero en reconocer que el sector de la leche corría riesgo de desaparición si no se ponían en marcha las medidas necesarias para ser una actividad rentable.

Para lograr ese objetivo, la Administración adoptó varias medidas. Una primera fue la obligatoriedad desde el 3 de octubre de los contratos entre ganaderos y compradores o industrias para que el productor conociera de antemano el valor de su materia prima. Esta condición no ha dado el resultado previsto en cuanto los ganaderos no disponen de unas organizaciones de productores capaces de aglutinar oferta y defender sus precios. Habrá contratos en las condiciones impuestas por las industrias.

Una segunda medida fue el protocolo de compromisos suscrito entre la gran distribución, industrias y parte del sector agrario para que la leche dejara de ser un producto reclamo, a bajos precios que luego se trasladaban a la industria y, finalmente, a los ganaderos. Este protocolo se ha quedado en papel mojado. Mercadona hizo el gesto de subir levemente los precios para luego bajarlos de nuevo al no seguir esa estrategia el resto de los grupos de la gran distribución. Como medida coyuntural, Agricultura apoyará a las explotaciones con un pago excepcional este año y en 2013 de 1.400 y 2.440 euros, según el tipo de explotación.

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