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Irizar desembarca en Estados Unidos

La compañía comenzará a vender sus autocares integrales en 2013

Uno de los autocares de Irizar en una feria internacional de autobuses
Uno de los autocares de Irizar en una feria internacional de autobuses

Los ejecutivos y trabajadores de la planta de Irizar en Ormaiztegi (Gipuzkoa) tienen estos días más ajetreo de lo normal. ¿La causa? El próximo desembarco en Estados Unidos del grupo vasco, líder de la industria española de autocares. No es solo que estén ultimando los últimos detalles técnicos y construyendo los prototipos del autocar integral que circulará a finales del primer semestre de 2013 por las autovías de California o la Costa Este. Es que este se construirá, además, al menos durante los primeros años, en España, lo que les obliga a ponerlo todo a punto para una nueva línea de producción que podría alcanzar las trescientas unidades en algunos años.

Aun cuando este autocar de Irizar está circulando ya por Europa (se han vendido unas cien unidades este año), el desembarco en EE UU con este vehículo es todo un reto. No solo porque se trata de un mercado exigente y competitivo, sino porque este es el segundo intento de Irizar de posicionarse ahí. La firma, que ya se instaló en EE UU a finales de los noventa como carrocera y llegó a vender unos cien autocares, tuvo que retirarse, explica José Manuel Orcasitas, director general, “al quebrar el distribuidor de los autocares y no encontrar un fabricante de chasis al que asociarse posteriormente”. Un socio que ya no necesita, pues ahora, aclara Orcasitas, “tenemos un autocar integral (carrocería y chasis), por lo que el estar o no depende de nosotros”.

Los vehículos se fabricarán en España los dos primeros años

El proyecto va tan avanzado que la empresa está preparando una red de asistencia y distribución en el país. “Nuestra idea”, explica el ejecutivo, “es acceder a los clientes grandes, lo que nos permitirá un crecimiento rápido”. Rápido, pero relativamente limitado. Dada la omnipresencia del avión, el mercado de autocares de lujo es ahí muy inferior al de Europa, unas mil quinientas unidades al año, de las que Irizar busca hacerse, nada menos que, con un 20% de cuota.

La firma vasca, que tiene la intención de producir en el futuro esos autocares en su planta de Querétaro (México), los seguirá produciendo en Ormaiztegi hasta que la cartera de pedidos estadounidense alcance velocidad de crucero. “Lo haremos”, explica Orcasitas, “porque, además de que preparar la planta de México para esa producción nos llevará dos o tres años, ahora mismo todo lo tenemos aquí: la tecnología de fabricación, el centro de diseño y de I+D, el centro de testeo, los sistemas de control y electrónica o los ingenieros. Y, además, en esta fase, la inicial, nos interesa que todo salga a la perfección”. A lo que habría que añadir que la planta de Ormaiztegi, debido a la caída de ventas en España y Europa, “tiene capacidad de sobra para hacerlo”.

El único problema es que los autocares saldrán más caros: los costes salariales vascos son muy superiores a los mexicanos y, además, habrá que sumar el transporte. “Pero al ser autocares de lujo, muy equipados, siguen saliendo las cuentas”, apunta el directivo. De todos modos, una vez que el proyecto de Estados Unidos demuestre su consistencia, en tres o cuatro años, Querétaro tomará el relevo de Ormaiztegi. No hay dudas sobre la capacidad de la planta mexicana, pese a que, de momento, solo carroza para chasis de terceros. Irizar México es posiblemente la mayor historia de éxito del grupo vasco en el mundo. La aceptación de sus esbeltos autocares ha sido total en el país. “Hemos crecido muchísimo”, subraya Orcasitas. “Tanto que estamos produciendo 800 autobuses de lujo al año y contamos con una cuota de mercado superior al 50% en ese país”.

La entrada en Estados Unidos se ha visto impulsada por la creciente aceptación del autocar integral Irizar en Europa, que ha convertido a la empresa —antes un simple constructor de carrocerías sobre chasis ajenos— en un fabricante de vehículos completos. Orcasitas confía en que las 100 unidades vendidas este año se multipliquen hasta las 500 en 2017 gracias en parte a un ambicioso despliegue de una red de distribución en Europa.

La decisión de construir autobuses completos la tomó Irizar hace unos años ante la tendencia de los clientes europeos de adquirir cada vez más vehículos integrales. Ponerla en marcha supuso una auténtica transformación. Pero, según opinan en Irizar —la única firma española que hizo esta apuesta—, no había otra solución para crecer. “El autocar integral va a ser la llave para que nuestra empresa pueda estar presente en todo el mundo con su marca”. La empresa reserva, de momento, los integrales para Europa y EE UU y en el resto del mundo seguirá carrozando otros chasis.

La producción se trasladará después a la planta de Querétaro (México)

La presencia en Estados Unidos será toda una carta de visita a la hora de expandir aún más a Irizar, que factura más del 80% fuera de España. Su presencia industrial en seis países (España, México, Brasil, Sudáfrica, Marruecos e India) y comercial en muchos otros (Chile, Australia, Reino Unido…) le permitió superar en parte la crisis en Europa. Aun así, no evitó que sus ventas cayeran un 21,7% en 2009, situación superada en 2011, cuando logró la mayor producción de su historia: 4.850 autocares. Estos resultados, sumados a las ventas de sus empresas filiales (adquiridas hace años), le han permitido batir otro récord: 500 millones de euros de facturación. Ahora, la empresa, especializada en autocares de segmento alto, espera fuertes crecimientos, en la planta española y en las otras, sobre todo en México, Brasil y Marruecos.

La de Brasil, cuyo mercado interno, centrado en el precio, no ha dado los resultados de México, produce un total de 800 autocares al año para los clientes domésticos, para varios países de Suramérica como Chile e incluso de otros continentes como Australia o Suráfrica. También la de Marruecos, una nueva planta inaugurada en 2008, con capacidad para mil autocares y que produce 250, está llamada a incrementar su producción.

Otro país en el que Irizar tiene puestas muchas expectativas es India, donde tiene una joint venture con Ashok Leyland. De momento, y pese a sus 1.250 millones de habitantes, Irizar no ha podido desplegar en India sus autocares de lujo, y tiene que limitarse a vehículos de bajo precio, unos dos mil al año, lo que convierte a la planta del Estado de Tamil Nadu en la líder por producción de todo el grupo. Eso sí, con unos niveles de facturación muy inferiores a los de México o Brasil. Aun así, el ejecutivo considera que es interesante estar: “Creemos que va a crecer mucho. Lo vemos como una apuesta de futuro”.

Y esto no es todo. Irizar ha apostado por los autobuses eléctricos para uso en las ciudades, un segmento casi inédito para la firma que, de momento solo fabrica urbanos en Marruecos.

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