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La lucha de clases del fútbol

La desigualdad entre grandes y pequeños aumenta; la clase media apenas sobrevive

Miguel Ángel García Vega
Partido entre el Real Madrid y el Rayo Vallecano
Partido entre el Real Madrid y el Rayo VallecanoLUIS SEVILLANO

Dicen los cronistas deportivos que el Real Madrid y el FC Barcelona son los mejores equipos del mundo. Lo argumentan en términos de trascendencia social, ingresos económicos y resultados futbolísticos. Y lo son, afirman, a bastante diferencia del resto, especialmente en la Liga española. Eso sí, a veces algún destello, como el Atlético de Madrid y su victoria en la Supercopa de Europa, nos recuerda que compiten más equipos en nuestro fútbol. Pero las diferencias se agrandan cada temporada que pasa y esa rotación que antes había de títulos y clubes se desvanece.

Según el estudio Football Money League 2012, elaborado por Deloitte, entre 2007 y 2011 los ingresos del Real Madrid pasaron de 351 a 480 millones de euros, un incremento del 36%. Al tiempo, su gran rival, el FC Barcelona, aumentaba la facturación un 69%. Pasó de 290 a 451 millones de euros. Entre los dos, algo más de 800 millones. Ese poder creciente se nota incluso en los intangibles. El Real Madrid, señala la consultora Brand Finance, es la segunda marca más valiosa del fútbol europeo (477 millones de euros), y el FC Barcelona (467 millones), la tercera.

“Este proceso de concentración no sucede solo en España. En la mayoría de las grandes ligas europeas ocurre algo parecido”, justifica un portavoz de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). A su juicio, los demás equipos también se benefician de un movimiento de arrastre y del tirón de imagen y publicidad “de esos dos colosos”.

Este es un enfoque. Otros expertos señalan que el fútbol de las cinco grandes competiciones del Viejo Continente (Alemania, España, Francia, Inglaterra e Italia) tiene un serio problema de asimetría entre sus ingresos (8.400 millones de euros) y los estratosféricos salarios de los jugadores (5.500 millones de euros). Y por ahí vienen parte de los dolores de cabeza. Especialmente en España. “Muchos clubes tendrán que reducir el precio de sus plantillas, ya que están obligados a equilibrar ingresos y gastos”, prevé Félix Plaza, socio de Sports & Entertainment, del bufete Garrigues.

La asimetría entre ingresos y salarios es uno de los grandes problemas

Esto es algo que según el representante de futbolistas Manuel García Quilón (Callejón, Arbeloa, Filipe Luis) ya está sucediendo en nuestro fútbol de forma drástica. Asegura que los jugadores de Tercera División prácticamente no cobran, mientras que solo un 20% de los futbolistas de Segunda B puede vivir de este deporte. Y en Segunda A, las cosas no pintan mejor, pues los contratos se han reducido a la mitad e incluso han bajado los de Primera. “Únicamente se mantienen los de las grandes estrellas”, puntualiza Manuel García Quilón.

Precisamente, la publicación Futebol Finance radiografía esas nóminas de los jugadores-franquicia durante 2011 y muestra unas cifras, a pesar de la crisis, de vértigo. Cristiano Ronaldo gana un millón de euros brutos al mes. Pero también Fernando Torres (833.000 euros), Xavi (625.000), Andrés Iniesta (583.000), David Villa (583.000) y, desde luego, Messi (875.000) manejan nóminas mareantes.

De esta riqueza también participan varios agentes de futbolistas. La firma de análisis CIES Football Observatory estima que los intermediarios que trabajan en la zona UEFA ingresaron el año pasado 400 millones de euros en comisiones por operaciones de jugadores. Especialmente hábil se muestra la agencia Gestifute, que movió transferencias por valor de 369,8 millones la temporada 2010-2011. Es la que tiene mejores números. Al frente de ella, Jorge Mendes, el todopoderoso agente portugués de Ronaldo, Pepe, Falcao, Di María y José Mourinho. El entrenador del Real Madrid cobra, según Futebol Finance, 10 millones anuales, y Pep Guardiola (cuando capitaneaba el Barça) recibía unos 7,5 millones.

La realidad tiene otras caras, a menudo menos complacientes, como la de la UD Salamanca, un club histórico (se fundó en 1923) que ha estado cerca de desaparecer la semana pasada y que se ha salvado gracias a la llegada en el último momento de entre 400.000 y 500.000 euros —confirman fuentes del equipo— procedentes de la familia Hidalgo (Globalia). A ello se suma el compromiso del Ayuntamiento de buscar un patrocinador y el aporte de empresas de la zona. Pero ¿cómo se llegó a esta situación? “El detonante fue bajar a Segunda B y el despilfarro de finales de los noventa y principios de la década siguiente”, recuerda un portavoz del club.

Porque este viejo juego exhibe, a la vez, los rostros de la opulencia y la escasez. “El fútbol en Europa está en crisis por el aumento de la diferencia entre clubes ricos y pobres y por la mala gestión de muchos de ellos”, advierte Rafaelle Poli, responsable del CIES Football Observatory.

De hecho, algunos quieren ver parte de la responsabilidad de la crisis en la diferencia en el reparto de los derechos televisivos. El Real Madrid y el FC Barcelona ingresaron, según Deloitte, 183 millones de euros cada uno por este concepto en la temporada 2010-2011. “Los dos grandes se llevan la parte del león; el resto, las migajas”, reconoce con sinceridad un alto responsable del equipo blanco. Es cierto. Pero también lo es que son quienes generan más audiencia y negocio. A pesar de todo, “si al final no vamos hacia una liga europea —en busca de viabilidad y espectadores—, lo que hay que hacer es apoyar más al resto de clubes”, recomienda Sandalio Gómez, experto en gestión deportiva del IESE.

Un club histórico como el Salamanca ha estado cerca de desaparecer

“Muy pocos lo recuerdan, pero el Valencia y el Villarreal compitieron la temporada pasada en la Champions League sin patrocinadores en las camisetas”, apunta José María Gay de Liébana, economista y profesor en la Universidad de Barcelona. Y ahonda: “Porque una marca prefiere ser el tercer patrocinador del Real Madrid o del Barcelona antes que el primero de otro equipo”.

Sin embargo, esta reflexión admite matizaciones. La casa de Bolsa IG lleva tres años patrocinando al Getafe. Un club madrileño, anclado al barrio, modesto, pero que, sin embargo, juega en la Liga BBVA, donde lleva una excelente trayectoria en las últimas temporadas. “Estamos muy contentos con el patrocinio. El retorno de la inversión es muy elevado y gracias a él llegamos a un público que no alcanzaríamos con la prensa económica”, valora Marta Izquierdo, responsable de comunicación de IG.

Porque el aficionado, a pesar de la coyuntura económica, responde a la llamada del fútbol. La asistencia de espectadores en la temporada 2011-2012 a los estadios de la Liga BBVA alcanzó los 9,9 millones de personas, la cifra más alta de la última década. Los claros que empiezan a verse esta temporada en algunos grandes estadios, sin embargo, apuntan un cambio de tendencia.

Otro tema diferente es el cambio de horarios que la LFP ha implantado este año y que recoge un rechazo más o menos generalizado. “La Liga parece que no se ha enterado de que el fútbol es un espectáculo familiar. ¿Cómo va a ir el abuelo con su nieto a un campo a las once de la noche? ¡Este deporte se basa en la tradición; si se pierde, se pierde el fútbol!”, exclama José María Gay de Liébana. A lo que se suma el elevado precio de las entradas. “Hay que ser sinceros”, comenta el responsable del Real Madrid. “Que una familia pague 300 euros por ir al fútbol es muy caro. Por eso este deporte se ha convertido en un espectáculo televisado”.

A pesar de todos los contratiempos, el fútbol genera unos aficionados muy fieles y quizá sea esta capacidad su gran valor como negocio. Dentro del mundo del balón, Joma es conocida, sobre todo, por sus botas de fútbol. Como toda empresa de consumo, nota la recesión, pero aun así continúa creciendo. Y lo hace, entre otras estrategias, gracias a la incorporación de patrocinios como el Valencia CF, que ha aumentado la visibilidad de marca y dado un empujón a la venta de réplicas, narran en la compañía.

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Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.

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