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OBITUARIO

Jesús Sáenz de Miera, fundador de Central Lechera Asturiana

Su grupo tuvo como origen aplacar una rebelión campesina

Jesús Sáenz de Miera, en 2003.
Jesús Sáenz de Miera, en 2003.CEREJIDO (EFE)

Jesús Sáenz de Miera, fundador en 1967 de Central Lechera Asturiana (Clas), el mayor grupo lácteo de capital nacional y la mayor organización agraria de espíritu cooperativo, que presidió durante 40 años, hasta 2007, falleció en la noche del viernes en su domicilio de Oviedo a los 91 años.

Sáenz de Miera (Valencia de Don Juan, 1920, León ), un hombre involucrado en las estructuras políticas, sindicales e ideológicas del franquismo, alentó el nacimiento de Central Lechera para canalizar el descontento del campesinado asturiano, que entre mayo y junio de 1966 promovió una rebelión colectiva (la llamada “huelga de la leche”) contra las principales compañías lácteas privadas de la región cuando sus consejos de administración impusieron una rebaja del precio de la materia prima.

En medio de aquel conflicto, que amenazaba con quebrantar el discurso oficial franquista de la “paz social” cuando ya las cuencas mineras asturianas llevaban cuatro años de fortísima conflictividad, Sáenz de Miera, presidente desde un año antes (1965) de la Cámara Oficial Sindical Agraria de Asturias, optó por sumarse, desde esta institución oficial de la dictadura, a un movimiento de protesta que se había propagado al margen de los conductos tolerados por el régimen. Su intención fue reconducirlo hacia un proyecto empresarial que permitiera a los ganaderos (12.000 se adhirieron al proyecto) ser industriales y transformadores de su propia materia prima para competir con los poderosos grupos lácteos privados nacionales y extranjeros implantados en Asturias.

Luchó en la Guerra Civil con 17 años movilizado por los sublevados

En aquella circunstancia histórica, Sáenz de Miera, que había sido con 16 años jefe comarcal del sindicato falangista de estudiantes (SEU), vio la posibilidad de prestar un servicio más al franquismo pacificando el campo asturiano y la oportunidad de plasmar en un proyecto corporativo su ideario político joseantoniano (con su retórica anticapitalista), su concepción social (inspirada por la doctrina social de la Iglesia) y su visión sindical, emanada del estudio de los movimientos sindicales católicos belgas y de las organizaciones cooperativas primigenias de Reino Unido.

Clas, que nació como una organización de espíritu cooperativo, jamás adoptó esta figura jurídica y societaria, que Sáenz de Miera rechazó por temor a sus posibles connotaciones socialistas, y optó por la fórmula del grupo sindical de colonización, una idea concebida por la dictadura en 1941 y que perduró hasta que la legislación democrática habilitó en 1981 la nueva figura societaria de la sociedad agraria de transformación (SAT), con la que actualmente opera Central Lechera Asturiana.

Que de un movimiento espontáneo de rebelión campesina germinara el mayor grupo industrial lácteo de capital nacional (con siete centros de producción en cinco regiones, 1.468 empleados, una producción de 887 millones de litros de leche anuales y la marca comercial líder en España en leche, nata y mantequilla) solo fue posible por el talante batallador, el espíritu visionario y la capacidad de liderazgo de Sáenz de Miera, pero quizá no hubiera sido posible de no haber contado con la colaboración y el apoyo de las autoridades franquistas provinciales de la época y de instituciones financieras oficiales.

Combatiente con 17 años en la Guerra Civil española tras su movilización por el bando sublevado, Sáenz de Miera opositó en 1942 al Cuerpo Nacional de Policía y fue destinado ese mismo año, con 22, a la comisaría de Oviedo como agente del Servicio de Información. Cursó Derecho en las Universidades de Oviedo y Salamanca (ejerció como abogado de una mutua laboralista de accidentes de trabajo a partir de 1951) y se involucró en las estructuras del régimen franquista, tanto en el Sindicato Vertical (fue presidente del Sindicato Oficial de la Madera en la región y de la Cámara Sindical Agraria) como en sus instituciones de representación política: fue procurador de las Cortes entre 1958 y 1971 y participó como ponente en la redacción de la Ley Sindical del 71. Contrario a la demolición del franquismo, aseguró que, de haber estado en las Cortes en 1976, hubiese votado en contra de la Ley de Reforma Política, que posibilitó la transición al nuevo Estado democrático.

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