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El futuro del euro, en manos del Tribunal Constitucional alemán

El Alto Tribunal se pronunciará este miércoles sobre la legalidad del Mecanismo Europeo de Estabilidad, sobre el que se asienta el rescate de España

En la imagen, los jueces del Tribunal Constitucional alemán en su sede de Karlsruhe, al oeste de Alemania.
En la imagen, los jueces del Tribunal Constitucional alemán en su sede de Karlsruhe, al oeste de Alemania. EFE

Europa está pendiente de ocho jueces con togas escarlata y chorreras blancas, que deliberan en la recoleta Karlsruhe sobre el futuro del euro. Este miércoles, el Tribunal Constitucional alemán anunciará si puede ponerse en marcha el mecanismo permanente de rescate europeo (MEDE). No es la sentencia definitiva, pero sí una decisión crucial: el anuncio podría echar por tierra buena parte de los esfuerzos por salvar la moneda única. Decenas de miles de alemanes, entre ellos varios políticos de los partidos de centro-derecha que forman la coalición de Angela Merkel, así como la formación parlamentaria La Izquierda (Die Linke), se sumaron a la demanda de inconstitucionalidad contra el fondo de rescate. El mecanismo ya fue aprobado por ley en ambas cámaras parlamentarias.

El fracaso legal del MEDE desataría una tormenta financiera que podría hundir el euro

El Tribunal Constitucional de Alemania desestimó este martes la reclamación presentada a última hora por Peter Gauweiler, diputado euroescéptico y compañero de partido de Angela Merkel, que solicitaba un aplazamiento del esperado veredicto del Alto Tribunal. La mayoría de los expertos legales esperan que los jueces de Karlsruhe no detengan la ley que permitirá la participación alemana en el fondo permanente. Tanto los portavoces de Cancillería como el ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble subrayan su “confianza” en que el proyecto sea declarado conforme a la Ley Fundamental alemana. Si se equivocan, el revés legal podría tener consecuencias dramáticas para la economía española, dado que la puesta en marcha del fondo (o mecanismo) de rescate es fundamental para los 100.000 millones de euros en ayudas bancarias solicitados en verano. El fracaso legal del MEDE desataría una tormenta financiera que podría hundir el euro para siempre.

Pocos lo creen posible, pero muchos esperan que el TC vuelva a reforzar los derechos del Parlamento (Bundestag) para decidir sobre cada futuro desembolso del fondo europeo. Esto pondrá las cosas más difíciles a la canciller Merkel (CDU), que en cada votación tiene que enfrentarse a los disidentes en sus propias bancadas (CDU/CSU) y en la de sus socios liberales de Gobierno (FDP). Cada sesión plenaria sobre el euro, como la dedicada en julio al rescate español, termina convirtiéndose en un pulso con los díscolos en sus propias filas. Merkel se ha impuesto con mayorías holgadas en las votaciones parlamentarias sobre los rescates gracias al apoyo de la oposición de centro-izquierda.

¿Qué ocurrirá si frenara el fondo?

Si el TC frena la aportación de Alemania al fondo permanente, Europa se quedará con un solo mecanismo de respuesta a los problemas de financiación de los socios. Este fondo provisional (FEEF) apenas tiene margen de maniobra, porque ya se ha comprometido en los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda. Si tuviera que asumir también el rescate bancario español, las reservas del FEEF se quedarían en menos de 150.000 millones de euros. Una cantidad insuficiente para intervenir en los mercados de deuda secundaria y para emprender un segundo rescate español. De modo que, si el TC da la sorpresa este miércoles, los dirigentes europeos tendrán que reunirse de urgencia para reemplazar los 500.000 millones de euros con los que querían dotar al fondo permanente MEDE.

El ministro de Hacienda Schäuble dijo que “no hay plan B, porque no hace falta”. Subraya el Gobierno que la ley es acorde con los principios constitucionales y advierte de que su fracaso “provocaría problemas económicos importantes de consecuencias imprevisibles”.

El posible plan B

Pero no sería la primera vez que el TC sorprende a los expertos legales. Si lo hiciera en este caso, la solución podría ser ampliar la licencia del fondo provisional FEEF, cuyo plazo de vida alcanza hasta mediados del año que viene. El TC alemán ya dio su visto bueno a este fondo, que funciona desde 2010. Impuso como condición que se reforzaran sustancialmente los derechos de supervisión del Bundestag. El Gobierno cree que la ley que regula el fondo permanente MEDE ya concede suficiente capacidad de control a los diputados. Por eso insisten en que el TC tendrá que darle luz verde. Otros analistas creen, por el contrario, que los multimillonarios riesgos que acarrea la participación en el fondo permanente podrían provocar que Karlsruhe obligue al Gobierno a someter las ayudas europeas a un referéndum.

37.000 alemanes se han sumado a la demanda de los políticos contra el fondo permanente. Una reciente encuesta indica que el 54% de los ciudadanos preferiría que el TC frene el fondo de rescate. El diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung, cuyo euroescepticismo se agrava a ojos vista desde que comenzó la crisis, habla al respecto de “un sueño de millones de alemanes”. Un sueño que podría desembocar en la ruptura del euro. Pero la historia del TC recoge numerosos episodios en los que sus jueces impulsaron la integración europea y, sobre todo, su legitimación democrática.

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