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El banco reforzará el capital con la salida a Bolsa del 24,9% de la filial mexicana

El banco español colocará las acciones en las Bolsas de México y Nueva York a final de septiembre

Íñigo de Barrón
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, en México
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, en MéxicoAlex Cruz (EFE)

A Emilio Botín, presidente del Santander, le gustan los retos. Este martes confesó que en enero pasado tomó la decisión de sacar a Bolsa su filial mexicana y ha seguido adelante con el plan pese al cambio de presidente del país (Felipe Calderón cederá el mando a Enrique Peña Nieto) y a la crisis financiera, que no afloja.

El Santander espera obtener hasta 3.413 millones de euros al vender el 24,9% de la filial mexicana, que destinará a reforzar el capital. Algunos analistas aventuraron que el paquete se valoraría en casi 4.000 millones, lo que indica que la entidad ha bajado precios ante la incertidumbre del mercado. El ratio de capital podría subir 0,5 puntos, hasta el 10,5%. La venta provocará que el Santander ingrese unos 280 millones menos en México, que espera compensar con las menores dotaciones en España.

El banco cotizará, a partir del 26 de septiembre, en México y Nueva York. El 80% de la colocación se hará en Estados Unidos. Solo el 30% de las acciones se venderá entre pequeños inversores. Botín dijo que con la operación “se apuesta por el crecimiento en México y se le da más visibilidad a la marca”.

Santander México es el cuarto banco por tamaño, “pero el primero por rentabilidad”, según Marcos Martínez, presidente ejecutivo. El líder es BBVA Bancomer y las autoridades mexicanas esperan que también salga a Bolsa. Martínez destacó “la agresividad comercial de la entidad”, cuyos créditos han crecido un 21% de media desde 2009 frente a un 12% de los depósitos. Descartó que fuera un incremento alocado “porque la morosidad es del 1,5% y la cobertura del 200%”.

En 2002, el Santander vendió el 25% de la filial mexicana al Bank of America por 1.600 millones. En 2010 se lo recompró por 2.500 millones y ahora quiere venderlo por 3.413 millones, un 36,5% más. Esto supone valorar la filial en un máximo de 13.708 millones, lo que le convertiría en el tercer banco español tras el Santander y BBVA. En la banda baja está valorado en 2.957 millones. A la presentación de la salida acudieron autoridades políticas y financieras, y de los bancos colocadores, como el exministro de Justicia José María Michavila.

Latinoamérica, pulmón de beneficios

Con la crisis internacional golpeando Europa y Estados Unidos, Latinoamérica se ha convertido en el pulmón de los beneficios para el Santander, en donde ya obtiene más del 50% de los beneficios. Después de Brasil, donde el grupo ganó 1.152 millones de euros hasta junio, México es la segunda unidad más rentable de la región, con 556 millones de resultados, un 14,4% más. El Sovereign del Reino Unido solo gana 10 millones más que la entidad mexicana que saldrá pronto al mercado.

El Santander ha crecido mucho en México desde que en 2000 comprara el Serfin. En 2002, cuando la entidad presidida por Botín pasaba apuros de capital y liquidez, vendió el 25% de la filial al Bank of America Merrill Lynch por 1.600 millones de euros, paquete que recompró en 2010 por 2.500 millones. Es el mismo porcentaje que ahora vende en el mercado por un máximo de 3.413 millones, un 36,5% más.

Santander México es el cuarto banco por tamaño pero el segundo por beneficio hasta junio pasado, por detrás del BBVA Bancomer, lo que le coloca entre las más rentables. La filial del BBVA es más del doble de grande que la del Santander. La mayor parte de sus créditos son hipotecarios, seguidos por el negocio con las tarjetas, las pymes y por último el consumo. Tras la salida al mercado, el Santander quiere crecer en México con la apertura de 200 oficinas en tres años; ahora tiene 1.100 sucursales.

México es un país muy bien visto ahora por los inversores y analistas porque creen que tiene gran potencial de crecimiento y la banca jugará un papel decisivo. Es la segunda potencia de Latinoamérica, con calificación triple B según la agencia de riesgos Standard & Poor´s. Este año esperan que el PIB crezca un 3,6%, frente al 3,9% del ejercicio anterior. Con gran economía sumergida, el paro oficial es del 4,9%. Los factores de riesgo es el posible contagio del enfriamiento de la economía norteamerica, de la México depende para crecer, y la burbuja que viven las materias primas, sobre todo alimentarias, como admite el Gobierno.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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