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La prima baja de 520 puntos ante la expectativa de una intervención del BCE

El diferencial con el bono alemán cede a 517 puntos El Ibex modera su avance y cierra en 7.488,2 puntos, con un alza del 0,73% El tipo de la deuda a dos años se relaja hasta niveles de mayo

Los mercados españoles han mantenido hoy un moderado optimismo, ante la perspectiva de que el próximo jueves el Banco Central Europeo (BCE) pondrá en marcha el anunciado programa de compra de títulos de deuda soberana a corto plazo. La jornada ha estado marcada por la intensa agenda de encuentros entre los líderes europeos, embarcados en una carrera contra el reloj para salvar a la eurozona de su fragmentación.

El presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy ha viajado hoy a Berlín para encontrarse con la canciller alemana Angela Merkel, mientras el primer ministro italiano, Mario Monti, ha recibido en Roma al presidente francés, François Hollande.

El Ibex ha iniciado la jornada con un avance del 0,28% y ha ido ampliando el avance hasta tocar un máximo en 7.542,8 puntos, un alza del 1,46%. Al final de la sesión moderaba ese alza hasta el 0,73% y se colocaba en 7.488,2 puntos. La prima de riesgo española, exceso de rendimiento que los inversores exigen a los bonos a 10 años respecto a los alemanes, que se consideran inversión sin riesgo, ha llegado a caer a 516 puntos para situarse en el cierre en 517 puntos básicos (5,17 puntos porcentuales), tras terminar ayer en 547. El diferencial italiano ha cedido hasta 424 puntos, 10 por debajo de su cierre precedente, para acabar en 427.

Las Bolsa mundiales, sin embargo, han retrocedido, tras saberse que la actividad industrial se contrajo en Estados Unidos en agosto por tercer mes consecutivo, según refleja la última lectura del índice ISM de gestores de compras. Londres ha caído un 1,53%%, París un 1,42%, Fráncfort un 1,06% y Milán un 0,29%.

En Wall Street, el Dow Jones perdía un 0,72%, Standard & Poor's un 0,48% y el Nasdaq un 0,7% a media sesión.

En la mente de economistas, inversores y políticos están los planes del Banco Central Europeo (BCE) para intervenir mediante compras de bonos de los países sometidos a mayor presión en la eurozona, España e Italia, anunciados el pasado 2 de agosto por el presidente de la institución, Mario Draghi.

Esta medida, que cuenta con la marcada oposición de Alemania, personificada en el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, fue defendida ayer por Draghi durante una comparecencia en el Parlamento Europeo. El responsable de la formulación de la política monetaria en la eurozona aseguró que el BCE podría comprar bonos con vencimiento a dos o tres años e hizo hincapié en que esas operaciones no constituirían un incumplimiento de los tratados de la Unión Europea.

El Tesoro español parece haber tomado buena nota y, con la confianza de esa intervención, ayer anunció que el jueves subastará títulos con vencimientos en 2014, 2015 y 2016, justo los plazos que parece dispuesto a comprar el emisor del euro.

También como anticipo a ese movimiento, las rentabilidades de la deuda española e italiana a dos años están experimentando hoy marcados descensos. Por la primera, los inversores han exigido hoy en el secundario una rentabilidad que ha bajado hasta el 3,074%, con lo que vuelve a niveles que no tocaba desde el pasado abril, tras terminar ayer en el 3,509%. El 25 de julio, este plazo alcanzó un disparatado 7,147%. A cuatro años, la deuda española ha caído hoy al 4,49%, tras cerrar ayer en el 5% (el 25 de julio marcó un máximo histórico también en el 7,375%), registro que tocó por última vez en mayo.

En el caso de los títulos italianos, la rentabilidad a dos años ha cedido hasta el 2,369%, nivel que no tocaba desde marzo.

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