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El Tesoro consigue colocar 4.515 millones con el interés más bajo en tres meses

Los inversores adquieren letras a 12 y 18 meses, con unos intereses del 3,20% y del 3,45% El volumen captado está por encima del objetivo marcado, entre 3.500 y 4.500 millones

La rebaja de la presión de los mercados sobre la deuda española se ha hecho notar. El Tesoro ha logrado colocar 4.515 millones de euros en letras al menor interés desde mayo. Los títulos a 12 y a 18 meses se han vendido a un interés marginal del 3,207% y del 3,450% respectivamente. En la subasta anterior, celebrada el 19 de julio, los tipos habían alcanzado el 3,99% y el 4,35%. Es la primera subasta de letras desde que el pasado día 2 el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, confirmase que toda intervención del banco emisor en los mercados de deuda sería en títulos a corto plazo.

La relativa calma de los mercados y las declaraciones de Draghi han incitado al Tesoro a ser más ambicioso que en anteriores subastas. Así, se puso como objetivo un máximo de 4.500 millones de euros, comparado con los 3.000 que aspiró obtener el pasado julio. En ambos casos, la meta se cumplió, pero la demanda de títulos a 12 meses fue relativamente menor: su ratio de cobertura fue ayer del 1,98, frente al 2,23 obtenido hace un mes. Por otra parte, las letras a 18 meses fueron más demandadas: su ratio de cobertura pasó de 3,66 en julio a 3,98 ayer.

Con esta subasta, el Tesoro ya ha cubierto el 72,7% de las necesidades de financiación a corto y medio plazo para este año. El Ministerio de Economía ha indicado que el menor interés y el incremento de la demanda dan señal de que los inversores confían en España y apoyan las reformas llevadas a cabo por el Gobierno.

A pesar del buen resultado, los tipos obtenidos ayer quedan lejos del 1,47% que el Tesoro pagó por las letras a 12 meses el pasado mes de marzo. En aquél momento, los bancos españoles salían al rescate de la deuda a corto plazo, alimentados con el dinero barato procedente del BCE.

El incremento de la presión de los mercados hizo que se disparasen los tipos de interés y que el Estado tuviera cada vez más dificultad para financiarse. En junio, el Tesoro pagó un interés récord del 5,350% por los títulos a 18 meses, superando la marca del 5,320% obtenido el noviembre anterior.

Las tensiones solo comenzaron a ceder cuando quedó claro que el BCE intervendría de forma decidida para salvar el euro. El pasado 26 de julio Draghi dijo que haría “todo lo posible” para garantizar el mantenimiento efectivo de la política monetaria.

La turbación de los mercados amenazó con volver cuando tras la última reunión del instituto emisor, el pasado día 2, Draghi indicó que para la intervención del BCE era necesario que los Estados solicitasen previamente un rescate, extremo al que España se había negado rotundamente a llegar hasta entonces. Pero cuando dos días más tarde, Rajoy rompió el tabú (“Haré lo que convenga al interés general de los españoles”), los mercados empezaron a asumir que el Ejecutivo solicitará un rescate blando para España durante el otoño, con el respaldo del BCE. El alejamiento del riesgo de la suspensión de pagos ha tranquilizado a los inversores y aumentado el interés por la deuda española.

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