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Fuertes se va con los pavos a Rusia

El grupo murciano El Pozo pacta con un socio local y aspira a convertirse en líder La inversión conjunta asciende a 100 millones de euros

Sala de despiece de Procavi, del Grupo Fuertes.
Sala de despiece de Procavi, del Grupo Fuertes.

El Grupo Fuertes, a través de su filial Procavi, ya es la firma líder del sector en la producción y comercialización de carne de pavo en España, con una cuota de producción del 43% y un volumen de 55 millones de kilos, equivalentes a unos 7 millones de animales procesados cada año. Esta actividad supone en el grupo una facturación de 129 millones de euros. Su reto a medio plazo es duplicar esta cifra.

Con este éxito consolidado en España, hoy el objetivo del grupo es exportar su modelo de producción integrada, y para ello ha elegido Rusia. Mientras otras empresas del sector de la carne hicieron el camino de vuelta, el grupo murciano —cuya marca insignia es El Pozo— ha iniciado un camino de ida con distintas alforjas. Para la compañía, Rusia no es solo un mercado donde comercializar sus productos hechos en España, sino un espacio para desarrollar todo el proceso de producción: desde el campo hasta la industrialización y la comercialización.

Actualmente, el mercado ruso de la carne de pavo asciende a unas 100.000 toneladas, una cifra baja para un país de enormes dimensiones, pero con un ritmo de crecimiento anual del 20%. La demanda per capita asciende a 0,58 kilos al año, frente a una media de 4 kilos en el conjunto de la Unión Europea o los 7 kilos en Canadá o EE UU.

En junio pasado elevó al 6,11% su participación

El objetivo del grupo murciano es lograr el liderazgo en este mercado. Para ello, el primer paso ha sido la creación de una joint venture con el grupo ruso Cherkizovo, primer procesador de carne en Rusia. El proyecto del nuevo grupo, que deberá estar en marcha en 2014, es la constitución de un complejo de 5.000 hectáreas para la producción, transformación, industrialización y comercialización de carne de pavo. Desde el inicio de su actividad se prevé una producción de entre 25.000 y 30.000 toneladas de carne, con el objetivo a medio plazo de llegar a las 50.000 toneladas. Para ello se prevé obtener más de 4 millones de huevos al año, con incubadoras para un volumen de hasta 7 millones e instalaciones con capacidad para la cría y engorde de 2,5 millones de pavos al año. Este complejo se complementa con fábricas de piensos con capacidad para producir 150.000 toneladas y un matadero.

Para el presidente del Grupo, Tomás Fuertes, se trata de una inversión basada en una apuesta por el crecimiento del mercado ruso junto con un socio de confianza que conoce perfectamente el terreno. Tomás Fuertes es un convencido de la necesidad de estar en los mercados exteriores y ve con muy buenos ojos el desarrollo de la marca España desde las Administraciones.

También tiene intereses en hoteles, biotecnología y telecomunicaciones

Con esta operación, el Grupo Fuertes, primera empresa cárnica de capital nacional, da un paso más en su estrategia de internacionalización. La compañía vende ya en 75 países y su actividad fuera de España representa el 20% de su facturación.

Además de la exportación, otro de los pilares del crecimiento del grupo —nacido en 1935 a partir de una pequeña tienda de productos cárnicos en Alhama de Murcia— es la diversificación, aunque siempre con el sector agrario y la industria de la carne como los ejes más importantes de su actividad.

En junio pasado elevó al 6,11% su participación en Sacyr, al comprar acciones de la compañía de construcción y servicios equivalentes al 0,60% de su capital social por un importe de 2,83 millones de euros. Fuertes entró en el capital de Sacyr en 2010 a través de una ampliación de capital.

La compañía vende en 75 países y factura el 20% fuera de España

La filosofía del grupo es no acudir al endeudamiento para desarrollar su estrategia de crecimiento y tirar fundamentalmente de los recursos propios. Ello no ha impedido, sin embargo, que en los últimos cinco años el grupo haya llevado a cabo inversiones de 185 millones de euros, de las que una parte importante han sido para crear en Alhama uno de los complejos cárnicos más importantes de la Unión Europea.

En esa línea, paso a paso, sin tirar de la chequera más de lo justo, el Grupo Fuertes se incorporó en 2011 al núcleo de empresas del club de los mil, con una facturación de 1.106 millones de euros. La firma murciana opera con más de una veintena de sociedades. Sin embargo, el grueso de la actividad y de la facturación, con 740 millones, se mantiene en la empresa El Pozo Alimentación con una cuota de mercado del 8,4%.

En 2011 sus ventas superaron los 1.000 millones de euros por primera vez

El grupo murciano ha hecho igualmente una apuesta por la actividad agrícola a través de Agrifusa, productora de cereales, y para el desarrollo de las explotaciones ganaderas de ibérico de cebo, vacuno, pavo y porcino, a través de Cefusa. El grupo cría una parte importante de los 10.000 cerdos que sacrifica a diario, lo que significa el desarrollo de una política integrada.

En principio, tiene paralizados proyectos de inversión en Jabugo (Huelva), parte de su apuesta por el ibérico. A estas empresas se suman otras sociedades ligadas a otras actividades como Embotelladora Aquadeus, Bodega Luzón, Vishoteles, Terra Natura (parques de ocio), quesos, telecomunicaciones, sector petroquímico, autopistas, zonas residenciales o biotecnología.

El Grupo Fuertes es la primera empresa de capital nacional en el sector de las carnes y elaborados cárnicos, solamente por detrás de la multinacional de origen español Campofrío, controlada por capital exterior y especialmente por el grupo norteamericano Smithfield.

Desde la perspectiva de la biotecnología, el Grupo Fuertes también ha salido al exterior. A través de su brazo para la diversificación de las inversiones, Infu Capital, hizo una primera inversión con una aportación de cerca de cuatro millones de euros para formar parte del accionariado de la empresa canadiense Prevtec Microbia. El objetivo de la compañía se centra en el desarrollo de tecnologías innovadoras en materia de salud animal para la industria ganadera. Con esta inversión pretende disponer de una certificación europea de los productos en relación con la venta de los mismos antes de 2015 en una docena de países.

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