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Merkel avala la estrategia del BCE frente a la crisis de deuda europea

La canciller alemana y Hollande se reunirán antes de recibir a Samarás El ministro de Economía alemán niega cualquier concesión al plan de ajuste para Grecia

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, y la canciller alemana, Angela Merkel, en la residencia de verano del primero, cerca de Ottawa.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, y la canciller alemana, Angela Merkel, en la residencia de verano del primero, cerca de Ottawa. G. BERGMANN

Mario Draghi se encontró ayer con un aliado de peso en su disputa con los halcones del Bundesbank, el banco central alemán, para encontrar una solución a la crisis de la deuda europea: la mismísima Angela Merkel. La canciller alemana apoyó ayer en Ottawa (Canadá) al presidente del BCE, criticado en el país germano tras asegurar hace unas semanas en Londres que haría “todo lo necesario” para salvar el euro, lo que aumentó los rumores de posibles compras de deuda de España e Italia por parte de la institución. En declaraciones a los medios tras reunirse con el primer ministro canadiense, Stephen Harper, Merkel dijo que las declaraciones de Draghi están “totalmente en línea” con lo que los líderes europeos llevan diciendo desde hace largo tiempo.

Angela Merkel instó a sus socios europeos a avanzar rápidamente hacia una mayor integración de las políticas fiscales, ya que el tiempo se está acabando. “Quiero dejar claro una vez más que necesitamos una solución sostenible y a largo plazo”, aseguró Merkel .

La canciller alemana, que la semana que viene se reúne con el presidente de Francia, Franois Hollande, y el primer ministro griego, Andonis Samarás, afirmó que la cuestión es dar los pasos que no se dieron cuando se creó la unión monetaria. “Alemania sabe que en una zona monetaria común las responsabilidades políticas deben ser compartidas. Estamos en el buen camino en muchas de estas cuestiones, pero el tiempo es oro”, añadió.

En esta línea, defendió que la Comisión Europea tuviera mayores poderes para intervenir en los presupuestos de los países miembros cuando se desvíen del camino marcado, una postura a la que se opone su homólogo francés.

En la reunión con Hollande, prevista para el próximo jueves, la situación griega estará en lo más alto de la agenda. Ambos líderes podrían estar estudiando la posibilidad de presentar una posición común frente al primer ministro griego, Andonis Samarás, que viajará el viernes y sábado de la semana que viene a Berlín y París, respectivamente. Se especula que Samarás aprovechará la presentación de su plan de reformas y se especula con la posibilidad de que les pida dos años más para cumplir con las contrapartidas del segundo rescate.

El ministro de Economía y vicecanciller alemán, Philipp Rösler, se ha manifestado en contra de posibles concesiones a Grecia en su plan de ajuste y dijo que el cumplimiento de los compromisos contraídos en el memorando de entendimiento es clave para la credibilidad de la Eurozona.

"No puede haber rebajas en las reformas. El cumplimiento de las reglas es clave para la credibilidad en la eurozona y también para otros países", ha dicho Rösler al programa Morgenmagazin de la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD). Rösler ha rechazado expresamente la posibilidad de un tercer paquete de ayuda para Grecia, pero no se pronunció directamente sobre la posibilidad de una flexibilización del calendario de las reformas. 

El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, se había mostrado este miércoles a favor de dar a Atenas más tiempo para acometer sus reformas y compensar "el tiempo perdido" durante la doble campaña electoral griega de este año.

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