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Oki revela irregularidades en su filial española que le costarán 82 millones

El fabricante afirma que "es muy posible" que el origen esté en una conducta individual

La empresa japonesa de electrónica Oki ha informado este miércoles de que su filial española ha exagerado sus cuentas, lo que afectará negativamente a sus resultados y tendrá un impacto en las cuentas de todo el grupo de 8.000 millones de yenes (82,6 millones de euros). Además, también le obligará a retrasar la presentación de sus balances al regulador bursátil japonés, con lo que no podrá cumplir con los plazos establecidos formalmente para ello y podría acabar forzando su salida del índice Nikkei.

Según explica la empresa en un comunicado remitido al regulador japonés, la filal Oki Systems Iberica, con sede en Madrid, ha cometido irregularidades en sus cuentas correspondientes al segundo trimestre de 2012 y necesitará un tiempo para subsanar los fallos. El fabricante tecnológico estima que, por este motivo, no podrá entregar los libros hasta el 14 de septiembre, un mes más tarde de lo que permiten los plazos.

Asimismo, el incidente con la filial española también le va a obligar a rebajar sus previsiones anuales de beneficios y, según ha indicado el presidente de la compañía, Hideichi Kawasaki, a volver a revisar los informes contables de Oki de trimestres anteriores. Oki anunció hace algo más de un mes que espera cerrar su ejercicio fiscal, que concluye en marzo, con unos beneficios netos de 11.000 millones de yenes (1.130 millones de euros al cambio actual).

“Vamos a contabilizar el efecto de la contabilidad irregular en los ingresos en cuanto hayamos hecho las estimaciones”, ha dicho Kawasaki. “Es bastante probable que el causante haya sido una conducta individual y no un comportamiento generalizado en la empresa”, ha añadido.

En un caso que presenta similitudes, el también fabricante tecnológico Olympus admitió el pasado año que cometió irregularidades contables, aunque finalmente logró evitar se expulsado del índice Nikkei tras llegar a un acuerdo con el regulador y someterse a una fuerte vigilancia.

“El impacto para Oki no va a ser pequeño”, ha advertido el analista Yoshihiro Okumura, de Chiba-Gin Asset Management, que ha añadido que las noticias podrían llevar a los inversores a vender sus acciones”. Los títulos del fabricante, que hasta la fecha eran los que más habían subido del Nikkei 225 con un repunte del 77% anual, avanzaban un 2,5%, hasta los 122 yenes, antes de comunicarse la noticia, publicada a cierre del mercado japonés.

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