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BBVA gana un 35,3% menos por las provisiones del ladrillo

El negocio español del banco termina el semestre con pérdidas de 221 millones de euros Destina 1.434 millones de euros al saneamiento y aun debe dotar otros 3.200 millones

Thiago Ferrer Morini
Logotipo del BBVA en la fachada de la sede, en Madrid.
Logotipo del BBVA en la fachada de la sede, en Madrid.EFE

Los saneamientos del ladrillo lastran los resultados del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). El grupo ha ganado en el primer semestre del año 1.510 millones de euros, un 35,3% menos que en los primeros seis meses de 2011. Excluidas las aportaciones extraordinarias, el descenso de las ganancias se reduce a un 5,1%. El beneficio por acción también cae un 39,6% hasta situarse en 0,29 euros.

El grupo ha atribuido la caída de los beneficios a las provisiones de 1.434 millones de euros realizadas para cumplir con la capitalización exigida por los reales decretos de los pasados febrero y mayo. Con esto, el banco ha cubierto un 30,9% de las exigencias extraordinarias de capital. El consejero delegado, Ángel Cano, ha insistido en que el grupo pretende cubrir el resto de las exigencias impuestas, por valor de 3.203 millones de euros, antes de final de año, tal y como estaba previsto.

Sin tener en cuenta las provisiones realizadas, las ganancias bajarían solo un 5,1%

El negocio español del BBVA tuvo unas pérdidas en el primer semestre del año por valor de 221 millones de euros, comparados con las ganancias de 896 millones de euros del primer semestre del año pasado.

En la presentación de la cuenta de resultados, Cano ha hecho énfasis en que el margen de beneficios neto del grupo (excluidos impuestos y provisiones) ha crecido un 13,6% en relación a los primeros seis meses del año pasado, además de un incremento del core capital hasta llegar al 9,2% , según los criterios EBA. Según el informe financiero, si no se hubiesen aplicado estas provisiones las ganancias en el primer semestre ascenderían a 567 millones de euros.

Cano también ha recalcado la creciente importancia del negocio del BBVA en los países emergentes, que ya representan un 56% del margen de intereses de la compañía. Las operaciones en México, que han terminado el semestre con una reducción del beneficio del 0,5% (si no se tiene en cuenta el impacto cambiario), ya representan más de un 55% del beneficio neto del grupo.

El BBVA también ha acelerado su proceso de venta de activos inmobiliarios, y ha conseguido deshacerse de 2.500 inmuebles en el primer semestre del año, un 40% más que en el mismo periodo del año pasado. Según la compañía, el incremento de las ventas se ha producido sin menoscabo del valor contable, aunque Cano ha indicado que la intención del BBVA es ir aprovechando la “flexibilidad” que ofrecen las provisiones adicionales hasta llegar a la “velocidad de crucero” idónea para terminar de deshacerse de los activos inmobiliarios en un plazo de “entre 18 y 21 meses”.

A pesar de los avances, el deterioro inmobiliario sigue apurando al grupo, como a todo el sector. La tasa de mora en España volvió a subir en el segundo trimestre al 5,1% (del 4,9% en el primer trimestre), arrastrada por la explosión de la morosidad entre los promotores inmobiliarios, que llega a un 34,2% tras subir 619 puntos básicos. La cobertura de las deudas de los promotores alcanza un 46% tras elevarse un 17%, mientras que la de las empresas se reduce en un 6% para terminar el semestre en un 38%.

En una reunión con asesores, el grupo confirmó la reclasificación de deudas que se consideraban de pymes como de promotores por valor de 745 millones de euros, confirmando las sospechas de los analistas internacionales de que algunos bancos españoles estaban ocultando en sus balances deuda del ladrillo.

Ante la cancelación del dividendo de Telefónica (participada por el BBVA en un 5,6%, según la CNMV), la empresa estima unas pérdidas de 100 millones de euros para este año y 250 millones para 2013. Aun así, en una reunión con inversores, Cano ha insistido en que “nada ha cambiado” en la relación con el gigante de las comunicaciones.

Respecto a su propia política de dividendos, Cano ha argumentado que “no hay ningún motivo” para cambiarla, al igual que el nivel de las retribuciones de la cúpula directiva. El consejero delegado ha reprochado a las agencias calificadoras de riesgo el no apreciar los “sólidos fundamentos” del negocio del BBVA en el “peor momento desde que comenzó la crisis”. Cano también ha exhortado a los mercados a reconocer “la fortaleza de nuestra posición”.

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