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Estados Unidos apoya los esfuerzos europeos para salvar el euro

Geithner y Schäuble llaman a la cooperación internacional para superar la crisis El secretario del Tesoro y el ministro de Finanzas alemán valoran las medidas en España

Geithner y Schäuble, en un momento de su entrevista.
Geithner y Schäuble, en un momento de su entrevista.PATRIK STOLLARZ (AFP)

El ministro alemán de Finanzas, el democristiano Wolfgang Schäuble (CDU), departió este lunes sobre la crisis del euro con su homólogo estadounidense Timothy Geithner. La reunión “informal” interrumpió las vacaciones de Schäuble y tuvo lugar mientras en Alemania aumentan las tensiones sobre la estrategia para salir la crisis. Estados Unidos da así su apoyo a las medidas europeas para defender el euro y tratar de contener la crisis europea, que está lastrando también la recuperación económica de Estados Unidos y amenazando las posibilidades del presidente, Barack Obama, de ser reeelegido.

El jueves pasado, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi anunció en Londres que el BCE hará “lo que sea necesario” para estabilizar la Moneda Única europea y añadió: “créanme, será suficiente”. Estas palabras se interpretaron como el anuncio de una próxima compra de bonos soberanos de los países en crisis, como España, por parte del BCE. La resistencia contra esta medida ha cristalizado estos días en los medios y en los partidos conservadores alemanes.

Tras la reunión con Schäuble, Geithner viajará a Fráncfort para reunirse con el presidente del BCE, Mario Draghi

Con solo dos frases, Draghi rebajó la presión sobre la deuda española y reactivó las bolsas europeas, hundidas desde hacía semanas. También desató una ola de críticas en Alemania, donde los pasados programas de compra de deuda soberana encontraron una enorme resistencia. El BCE no ha comprado bonos desde el mes de marzo, pero se espera una nueva decisión al respecto en la próxima reunión de su Consejo de Gobierno, que tendrá lugar el primer jueves de agosto. Los analistas esperan que reactive la compra o presente nuevos mecanismos para aliviar los problemas de financiación de España e Italia.

El estadounidense Geithner ha sido un partidario acérrimo de que Europa tome medidas más expansionistas para luchar contra la crisis. Los partidos de centro-derecha que conforman el Gobierno alemán defienden justamente la posición contraria. Las voces críticas parten sobre todo en el partido liberal FDP. Los socios minoritarios de la coalición de que preside Angela Merkel, vapuleados en todas las encuestas, buscan a menudo la atención de los votantes con veleidades euroescépticas. El partido las deja de lado cuando les exige la disciplina de Gobierno, como en el caso del rescate bancario español o la contribución alemana a los fondos de rescate.

Los medios conservadores alemanes también pusieron el grito en el cielo por las palabras de Draghi. El diario Die Welt, en la vanguardia del alarmismo, acusó al BCE de haberse convertido en “un caballo de Troya” en Fráncfort. Los liberal-conservadores alemanes consideran que los programas de compra de deuda soberana en los mercados secundarios vulneran los tratados europeos. La receta contra la crisis, defienden, es solo la austeridad. Aducen que los 17 Estados de la Eurozona estipularon que el BCE no financiará a ningún socio en dificultades. Mientras, Alemania se financia con intereses minúsculos en los mercados financieros. La triple A de su calificación de riego le asegura la preponderancia como valor refugio.

Geithner también ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo francés en la que elogiaron los esfuerzos de los países europeos para salir de la crisis

Tras reunirse con Schäuble en Sylt, que es un destino vacacional muy apreciado las clases acomodadas procedentes de Hamburgo, Geithner viajó a Fráncfort para reunirse con Draghi. Además, el secretario del Tesoro de Estados Unidos mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Economía y Finanzas francés, Pierre Moscovici. En un comunicado enviado esta tarde, Geithner asegura que conversaron sobre "los esfuerzos que se están realizando en Europa para asegurar la estabilidad financiera, conseguir una mayor integración económica y promover la recuperación en la zona euro".

Después de su encuentro con Draghi, también planea ver al jefe del Banco Central Alemán (Bundesbank) Jens Weidmann, que es el más notorio opositor a que el BCE vuelva a comprar deuda. Como jefe del Bundesbank también tiene asiento (uno de los más influyentes) en el Consejo de Gobierno del BCE.

Los que proponen la reactivación del programa de compra aspiran a evitar que España pierda la capacidad de financiarse por su cuenta en los mercados financieros y tenga que recurrir a un rescate total de su economía como el que ya obtuvieron a cambio de una intervención Grecia, Portugal e Irlanda. Se teme que los fondos de rescate, de los que sólo está operativo el EFSF, sean incapaces de financiar a España. Pero sobre todo hay temor de que Italia sea la próxima en quedarse sin crédito. Si ya hay dudas sobre la capacidad de rescatar a España, un rescate italiano superaría todas las capacidades europeas.

En Alemania, sin embargo, cunde el temor a que la compra masiva de deuda sirva solo para retrasar y encarecer los rescates. Desde el punto de vista de Weidmann, solo las reformas estructurales servirán para ahuyentar definitivamente la crisis. Lo demás, según ha repetido la propia canciller Merkel desde principios de año, no es más que fuego de rastrojos incapaz de poner en marcha la economía. También se repite a menudo que estas medidas podrían alentar la inflación por encima del 2% que se considera óptimo para la Eurozona.

En Alemania se habla ya de un “duelo al sol” entre Draghi y Weidmann, antes de que ambos se vean las caras el jueves en la reunión del Consejo del BCE. Weidmann no está solo en sus convicciones: el ministro de Asuntos Europeos del land de Hesse Jörg-Uwe Hahn, del partido liberal FDP, pide al Gobierno que se querelle contra el BCE ante la Corte Europea de Luxemburgo. Políticos como Hahn solo defienden la tan cacareada independencia del BCE cuando el banco emisor hace lo que a ellos les parece bien.

Mientras, Obama también ha hecho referencia a la difícil situación del euro durante un acto celebrado la noche del lunes en Nueva York. "No creo que, en última instancia, los europeos permitan que el euro se deshaga. Pero van a tener que tomar algunas medidas decisivas". El presidente de EE UU  recordó que tanto él como Geithner están "gastando una cantidad enorme de tiempo" en trabajar con los líderes europeos para que adopten "cuanto antes acciones decisivas" frente a la crisis.

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