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Las crisis aumenta el número de filiales que financian a sus matrices

La inversión española en el exterior cae un 27% en 2011 con 11.223 millones Asia pasa de representar en 2007 el 0,5% de la posición inversora de las empresas, al 6,2%

La crisis también ha cambiado los patrones tradicionales en los flujos de financiación empresarial. Si tradicionalmente estos van desde la casa matriz a sus filiales y/o participadas en el exterior, desde 2008 este camino se ha invertido, según recoge el III informe del Observatorio de la Empresa Multinacional Española, de Esade y el Icex (Instituto de Comercio Exterior), hecho público esta mañana.

Xavier Mendoza, uno de los autores del estudio, detalló que la financiación neta de las filiales a las empresas españolas entre 2008 y 2009 sumó 16.500 millones de euros, a los que deben añadirse otros 8.500 millones procedentes de reducciones de capital en las subsidiarias. En total, 25.000 millones de euros procedentes de las filiales. El ritmo de recuperación de las matrices es mucho menor y las filiales en el exterior están recuperando los niveles de rentabilidad en mayor medida. Aun así, el estudio presentado refleja un incremento del porcentaje de empresas participadas y filiales que incurren en pérdidas, al pasar de los valores que estaban en el entorno del 20% en el periodo 2004-2008, a situarse en el 30% entre 2009 y 2010.

Por su parte, la inversión española en el exterior cayó en 2011 en términos globales cerca de un 27% hasta los 11.223 millones de euros frente al año anterior. Con respecto al pico logrado en 2007 (81.811 millones de euros), la caída es del 86,3%. En el 2010 se había producido un leve repunte de la inversión española en el exterior, pero este ha quedado anulado tras el descenso de un 11,7% de la inversión bruta (hasta los 25.301 millones de euros) y el repunte del 5,7% en las desinversiones, que sumaron 14.078 millones.

Con esta evolución, el peso de las desinversiones realizadas por firmas españolas sobre la inversión bruta en el exterior, que antes de la crisis rondaba el 20%, se ha elevado hasta representar un 55,5% en 2011. Un dato que está en línea con la hipótesis de que los problemas de financiación obligan a las empresas a buscar alternativas a la falta de capital.

También se han producido cambios en la localización geográfica de la posición inversora de las empresas. El incremento más grande lo ha sufrido Asia, que ha pasado de representar el 0,5% de la inversión directa en 2007 a suponer el 6,2% en 2011.

En cualquier caso, la Unión Europea de los 15, donde la presencia inversora se ha replegado hasta situarse en el 49% del total, sigue siendo el área de mayor inversión española en el extranjero. El gran repunte, además de "la subida asiática" lo vive América Latina, quien con un 31% del total comienza a retomar el papel que tuvo en los años 90 como "mercado natural" de inversión para España.

El actual reto ahora se encuentra en los denominados países emergentes. El estudio señala que casi el 25% de los activos de las empresas epañolas (unos 89.000 millones de euros), ya se encuentran localizadas en países con alto potencial de crecimiento, especialmente Brasil, México y China.

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