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La amenaza de veto sobre los pactos de la cumbre europea agita los mercados

Finlandia y Holanda rechazan que el fondo de rescate compre deuda soberana

Luis Doncel
El primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, en la cumbre de la UE la semana pasada.
El primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, en la cumbre de la UE la semana pasada. GEORGES GOBET (AFP)

Pese a disparar con pólvora mojada, Finlandia logró este lunes que se repitieran los peores tópicos de la crisis del euro que comenzó hace más de dos años. La cumbre de la semana pasada sirvió para relajar las tensiones, pero ha bastado un comunicado de Helsinki, con un efecto práctico muy reducido, para que los mercados vuelvan a las andadas con un repunte de la prima de riesgo española.

La mañana comenzó bien. Tras la euforia generada el viernes por el acuerdo de los líderes europeos la madrugada anterior, el diferencial que paga España para financiarse respecto el coste de Alemania (es decir, la prima de riesgo) bajaba el lunes lentamente por debajo de los 460 puntos básicos. Pero más tarde repuntó hasta los 486 puntos, 12 más que el pasado viernes. Por primera vez, el bono español a 10 años terminó la jornada con un nivel mayor que el de Irlanda.

Las causas se pueden buscar en el anuncio del Gobierno finlandés de poner más trabas a la posibilidad de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (el Mede, el fondo de rescate permanente que debe entrar en vigor en las próximas semanas) para acudir al mercado secundario a comprar deuda de los países con serios problemas de solvencia, como España o Italia. Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron la pasada semana flexibilizar esta ayuda que ya existía, pero ahora Helsinki muestra su desacuerdo con lo que firmó hace tan pocos días. La propuesta finlandesa de que España garantizase sus emisiones de deuda con patrimonio del Estado o activos inmobiliarios fue rechazada la semana pasada.

El Gobierno, una coalición liderada por el centro-derecha, insiste en que el Mede no debería actuar en el mercado secundario, ya que considera que los beneficios son mínimos, y que a largo plazo puede ser perjudicial. Holanda, pendiente de unas elecciones en septiembre, comparte esta visión. “No veo el sentido a comprar deuda, ya que hace falta mucho dinero. El instrumento existe, pero solo se puede aplicar si hay unanimidad”, señaló el viernes el primer ministro, el liberal Mark Rutte.

España e Italia niegan, por ahora, que vayan a solicitar ayuda

Es cierto que para acudir al mercado secundario es necesaria la unanimidad, pero también que el tratado del Mede dejó un resquicio para evitar los vetos como el que insinúa ahora Helsinki. Si la Comisión y el Banco Central Europeo consideran que la zona euro está en peligro, podrán activar una cláusula por la que el fondo de rescate podría actuar con un apoyo del 85% de los votos.

Así, en este caso, la negativa de Finlandia y Holanda no impediría la asistencia a España o Italia, países que por ahora niegan que vayan a solicitar esta ayuda. Fuentes de la Comisión Europea insisten en que no es necesario cambiar los tratados ya firmados para que el fondo de rescate compre deuda directamente, siempre que el Gobierno en cuestión lo solicite y firme un memorándum que concrete las condiciones macroeconómicas.

Más allá del hipotético bloqueo finlandés, las tensiones en el mercado de deuda muestran las dudas de los inversores por las insuficiencias de una cumbre que se celebró como una victoria de Francia, Italia y España sobre Alemania. El Eurogrupo deberá garantizar que Irlanda, país cuyo agujero bancario le empujó a una intervención de la CE y del FMI en 2010, se beneficia de unas condiciones tan ventajosas como las de España. Portugal y Grecia, que miran de reojo a sus compañeros de rescate, aspiran también a renegociar un contrato que les ha hundido en la recesión.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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