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La patronal de las cajas admite que la reputación del sector “está muy tocada”

Méndez prevé “un grandísimo trabajo por delante” tras los escándalos por las indemnizaciones Anuncia que estudian cobrar por servicios gratuitos para financiar la obra social Celebra que el acuerdo europeo "sienta las bases para una recapitalización bancaria"

Íñigo de Barrón
El director general de la CECA, José María Méndez.
El director general de la CECA, José María Méndez.EFE

El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José María Méndez, ha admitido este viernes sin ambages que la reputación de las cajas “está muy tocada”. Esta declaración es la primera que sale de la patronal en la que se reconoce el impacto en la imagen de las cajas que están teniendo los escándalos sobre indemnizaciones y sueldos millonarios de algunos gestores que han llevado a sus entidades a pérdidas o, directamente, a necesitar fondos públicos para subsistir. También, por los casos de los inversores atrapados en las preferentes.

El sector, ha afirmado Méndez, tiene “un grandísimo trabajo por delante que realizar”. En esta labor, “la CECA está implicada en buscar una solución que supondrá cambios profundos”. “Ya hemos favorecido cambios jurídicos y de gobierno corporativo y vamos a un nuevo sistema de cajas que implica una transformación interna trascendental”, ha destacado durante su intervención en en un curso sobre la crisis del euro organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

En cualquier caso, ha defendido que pese a todo lo que ha ocurrido, las cajas mantienen el liderazgo en créditos con el 48% del mercado, frente al 45% de las entidades que están en la AEB (cajas convertidas en bancos y bancos propiamente dichos). En depósitos, el directivo de la CECA ha añadido, siguen teniendo el 50,8% de cuota debido a la vinculación de los clientes con las marcas.

Además, con vistas al futuro, ha vaticinado que “el grueso del sistema financiero español" verán muy reducidos sus beneficios a cierre de 2012. Según ha explicado, "es de esperar" que la exigencia de aumentar el saneamiento "presionará sobre los resultados de todas las entidades en este ejercicio".

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Sobre la obra social, Méndez ha reconocido que la fuerte caída de beneficios pasará factura y ha explicado que se está trabajando en tres líneas para hacer frente a su pérdida de actividad. Así, en primer lugar, ha recordado que las cajas guardan fondos de la etapa de bonanza para ello. También ha apuntado que las actividades se centrarán en la asistencia social y sanitaria, que ya venían de registrar un incremento en el pasado y que ahora son todavía más necesarias, ha justificado. Por el contrario, habrá menos en temas culturales y de patrimonio. Por último, ha revelado que los “gestores están buscando la autofinanciación, es decir, cobrar por la entrada en exposiciones y servicios que hasta ahora eran gratuitos”.

Pese a los retos, ha querido poner en valor que en 2011 las cajas destinaron 1.120 millones a obra social, de la que se beneficiaron 78 millones de personas y mantiene 4.000 centros abiertos de investigación, asistencia social o sanitaria asistencial y han realizado 124.000 actividades.

En cuanto a las fusiones pendientes, ha opinado que no quedan muchas más, el grueso de las operaciones ya se ha hecho. Asimismo, sobre las preferentes, ha dicho que ha habido un problema de comercialización por las redes pero que no debe pronunciarse la CECA, sino la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En este punto, ha recordado que eran un producto regulado y verificado por la propia CNMV y por el Banco de España.

Acuerdo europeo

En clave europea, Méndez ha valorado el acuerdo alcanzado de madrugada entre los países del euro que trata de sentar las bases de la salida a la crisis, que ha calificado de muy positivo, aunque no ha querido aventurar cuál puede ser la reacción que tenga en términos de la prima de riesgo, que es el sobreprecio exigido a la deuda española frente a la alemana, de referencia. “Es un pacto justo entre socios, que sienta las bases para una recapitalización bancaria y evitar la segmentación de los mercados dentro de Europa”, en referencia al riesgo de que España e Italia vayan peor que el resto.

“Si no hay una deuda soberana sostenible, ningún saneamiento bancario será suficiente”, ha advertido en alusión a la solución final que necesita el sector y, junto a ello, el conjunto de la deuda pública española para superar la crisis.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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