La mutua de los funcionarios pierde 50 millones, el doble que en 2010

El frenazo del Estado en la contratación de más empleados públicos y el intento de contener el déficit presupuestario se ha dejado notar en el balance de la mutua de los funcionarios. Muface, nombre de esta entidad que se encarga de cubrir la asistencia sanitaria de los empleados públicos y sus pensiones, duplicó sus números rojos en 2011. Si en 2010 ascendían a 27,7 millones, en 2011 se acercaron casi al medio centenar, en concreto 49,4 según la memoria anual de la entidad.

Que la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) registrara este déficit en 2011 —también lo tuvo en 2010 y 2009 (47,1 millones)— no supone que dejara de atender sus pagos. Al cierre del ejercicio, la entidad todavía tiene un remanente de tesorería de 562,7 millones que le permite los desfases futuros entre ingresos y gastos.

La tendencia a cerrar los ejercicios con saldo negativo de Muface se inauguró en 2009. Y lo más probable es que se mantenga en los próximos años. Las dos principales fuentes de ingresos de la mutua son, por un lado, las aportaciones que hace la Administración por sus trabajadores y, por otro, las cotizaciones sociales de estos. Ambos capítulos cayeron en 2011, y es casi seguro que lo seguirán haciendo en el futuro próximo.

La tesorería de la entidad todavía conserva un ahorro de 562 millones de euros

El programa de estabilidad presupuestaria que el Gobierno remitió a Bruselas en abril recoge como medida de contención del gasto la congelación de la oferta de empleo público hasta 2015. Con ello, se mantiene la política inaugurada hace un par años y que en 2011 comenzó a notarse en el número de mutualistas que apenas creció en 600 personas, cuando solo un año antes lo hizo en 20.000. Esta evolución se tradujo en que por primera vez Muface recaudó por cotizaciones menos que el año anterior: 359 millones frente a 363.

Por lo que respecta a la aportación del presupuesto, esta disminuyó en 32 millones hasta quedar en 1.094 millones. “Es consecuencia de una decisión del Ejecutivo, en vista de que hay un remanente importante que permite reducir la aportación estatal”, explican en la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas.

En el mismo departamento justifican esta medida diciendo que “esto viene siendo así desde hace varios años”. Sin embargo, esto no fue así en 2010, cuando la aportación estatal había crecido en 15 millones. Sí lo fue en 2009, cuando el recorte se acercó a los 100 millones. La consecuencia de estas decisiones es que desde 2008 hasta ahora, el remanente de Muface ha descendido en 110 millones.

“Estas reducciones son consecuencia de la congelación de las ofertas de empleo en las Administraciones públicas que impiden la entrada de nuevos funcionarios, así como la reducción de las aportaciones del Estado”, analiza el sindicato de funcionarios CSI-CSIF en una memoria interna.

Desde esta central de trabajadores se reclama un cambio a la política del Ejecutivo en este apartado. “Si no hay funcionarios nuevos, no habrá más ingresos. Además, la edad media crece y también crecerá el gasto en sanidad”, explica Eliseo Moreno, secretario de acción sindical de CSI-CSIF.