_
_
_
_
_

La eurozona veta la recapitalización directa de los bancos con problemas

El Eurogrupo, a diferencia de la Comisión Europea, ve posible renegociar el rescate griego Almunia reconoce que la legislación actual no permite dar ayuda directa al sector El comisario añade que se podría cambiar en un futuro si los países así lo acuerdan

Claudi Pérez
Rajoy (derecha) conversa con Barroso el lunes en México.
Rajoy (derecha) conversa con Barroso el lunes en México.ALEJANDRO BOLÍVAR (EFE)

Si Bruselas está estudiando fórmulas para “romper la vinculación entre el riesgo soberano y la deuda bancaria”, tal y como adelantó ayer el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, los socios europeos no quieren darse por enterados. Y si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, busca la manera de que el rescate a España no compute como deuda pública, puede encontrarse con la misma negativa en redondo del resto de la eurozona. Fuentes europeas han asegurado este martes que el Eurogrupo espera que España pida finalmente las ayudas tan pronto como se conozca la evaluación de la banca que ultiman las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman, y que hay una “fuerte preferencia” entre los países del euro para conceder las ayudas a través del fondo de rescate permanente (ESM, por sus siglas en inglés), un bazuca de medio billón de euros que aún no ha sido ratificado en las capitales europeas.

Los componentes del Eurogrupo (es decir, los 17 países del euro) se reunirán el jueves en Luxemburgo, pero fuentes europeas destacan que a pesar de las apetencias de España el programa asociado al rescate tendrá “estricta condicionalidad”. Si llega la petición española a tiempo, el Eurogrupo empezará a discutir las condiciones, relacionadas con la venta de activos de la banca, la necesidad de fusionar o incluso liquidar entidades y, en fin, la obligación de subir varios peldaños en la restructuración de la banca, en especial de las antiguas cajas.

Más información
Rajoy busca que el rescate a la banca no compute como deuda pública
El G-20 respalda el rescate europeo de la banca española
El Tesoro paga por las letras a 18 meses el interés más alto en los últimos 15 años
El FMI arranca 456.000 millones para el cortafuegos global contra la crisis

“Según las reglas y los procedimientos vigentes, un ejercicio de recapitalización directa no es posible. Sé que hay centenares de personas diciendo que lo es, pero no lo es", ha resaltado un alto funcionario. "Hay centenares de personas que dicen que es deseable... especialmente en España", ha agregado con sorna. En definitiva, el Eurogrupo considera que "no es posible" que el fondo de rescate de la UE recapitalice directamente la banca española sin pasar por el Estado, tal y como reclama el Gobierno y la Comisión para evitar que el programa de ayuda "contamine" a la deuda pública.

Para el Eurogrupo, el enfoque de la reestructuración del sistema bancario español "es el correcto" y no puede hablarse de un fracaso del plan de rescate. "No se puede decir que no haya funcionado porque no hemos empezado". "Es necesario proporcionar una absoluta claridad sobre la estructura de los problemas en los balances individuales de los bancos. Esto no se hace firmando un programa y los problemas desaparecen. No se hace de la noche a la mañana, llevará tiempo", ha explicado el alto funcionario.

Mayor flexibilidad

La Comisión Europea considera que es difícil reabrir el debate sobre la recapitalización directa de los bancos, que topa con la oposición frontal de Alemania. Bruselas cree que hay instrumentos dentro del tratado del fondo de rescate permanente que permiten hacerlo. La Comisión explica que, además, es favorable a una mayor flexibilidad con el objetivo de romper el vínculo entre deuda soberana y deuda bancaria. Ahora bien, Bruselas explica que ese es un debate que se zanjó hace tiempo sin ningún tipo de acuerdo y considera “poco probable” que se pueda modificar para que España lo utilice.

Desde el propio ejecutivo comunitario, el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ha defendido la posible modificación en un futuro de la actual normativa si hay voluntad política para ello y Alemania cede. "Hasta ahora, según los análisis, no es posible con la legislación actualmente vigente, pero no hay que descartar que eso pueda ser modificado en su momento", ha asegurado. "En todo caso, estamos hablando de un tratado; el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) es un tratado intergubernamental y la Comisión Europea ahí no tiene el derecho de iniciativa", ha confirmado durante una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.

En el Ecofin del viernes empezará a verse que esas condiciones no están relacionadas únicamente con el sector financiero: los ministros de Economía de la UE pedirán a España en la reunión que celebran el viernes en Luxemburgo que aumente el IVA, suprima la deducción por vivienda y acelere el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. El Ecofin reclamará además al Gobierno que presente antes de finales de julio un plan presupuestario bianual para 2013 y 2014 que detalle las medidas para corregir el déficit excesivo.

La prima de riesgo no ha dejado de subir en las jornadas previas. Una de las razones es que las ayudas supondrán, en las reglas actuales, un fuerte repunte de la deuda pública, lo que ha aumentado la incertidumbre entre los inversores. La otra razón es que el instrumento que se perfila para vehicular el rescate a España, el mecanismo permanente ESM, es el primero en cobrar en caso de un impago de España: eso incrementa también el susto de los inversores. En el caso del fondo de rescate actual (EFSF, por sus siglas en inglés), esa preeminencia en el cobro en caso de suspensión de pagos no existe.

El Eurogrupo de la semana que viene discutirá también las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la eurozona. El FMI tiene previsto presentar el artículo IV para Europa en breve. Fuentes de la institución con sede en Washington aseguran a este diario que el análisis será muy duro, pese a que fuentes del Eurogrupo explicaron hoy que el FMI coincide, grosso modo, en la evaluación de los males del continente que hace la propia eurozona: los países que tienen problemas de acceso a los mercados no tienen alternativa a la austeridad fiscal, y las refomas estructurales está bien encaminadas. El FMI, sin embargo, critica duramente la arquitectura institucional europea.

Renegociar con Grecia

Y Grecia, cómo no. Bruselas aseguró ayer que únicamente habrá “modificaciones menores” en las condiciones de la ayuda a Grecia. Pero fuentes europeas apuntaron que el Eurogrupo estaría dispuesto a una relajación del calendario previsto para el rescate de Grecia, aunque insistieron en que lo primero es formar un nuevo Gobierno y evaluar el estado de aplicación de las reformas a las que se comprometió Atenas a cambio de la ayuda, de 240.000 millones de euros.

Las elecciones han supuesto una cierta parálisis en Grecia. El tiempo perdido en la crisis política y el hecho de que la recesión en Grecia (y en el resto de Europa, con la excepción de Alemania) sea más dura de lo esperado abre la puerta a una discusión política con el nuevo Ejecutivo en Atenas. “Habrá una negociación técnica, hasta que las dos partes, incluido el Gobierno griego, estén en condiciones de aceptar el nuevo acuerdo”, según las fuentes consultadas.

La modalidad de las ayudas no variará la supervisión de Bruselas

El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ha señalado este martes el control por parte de Bruselas de las ayudas será igual si se recapitalizara directamente a las entidades que si se hace indirectamente a través de un préstamo al Estado. "Es totalmente indiferente que la recapitalización con recursos públicos se produzca con recursos nacionales o de la eurozona, se produzca a través del Estado miembro en el caso de la utilización del Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF) -o del MEDE- o directamente utilizando los cortafuegos europeos con bancos", ha señalado.

Almunia ha reconocido que es "evidente" que existe un riesgo moral cada vez que se utiliza un dinero público para apoyar determinadas empresas y no a otras y por eso el control de las ayudas de Estado trata de minimizar en la medida de lo posible ese factor. "El riesgo moral residual que es imposible de eliminar se ve compensado con los beneficios que se reciben desde el punto de vista de la estabilidad financiera y evitar la materialización de riesgos sistémicos", ha añadido.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_