_
_
_
_
_

Ordóñez admite que el Banco de España “ha podido equivocarse en ocasiones”

El gobernador defiende que todas las decisiones se han basado en criterios profesionales En su despedida, considera que debería ser "un derecho" explicarse en el Parlamento Ordóñez critica la pérdida de confianza en los "últimos meses y semanas"

Miguel Jiménez
El Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, durante su comparecencia en el Senado.
El Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, durante su comparecencia en el Senado.Chema Moya (EFE)

El gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, se ha despedido hoy de la institución con un discurso en el que admite que puede haber cometido errores, pero que las decisiones del supervisor se han basado siempre en criterios profesionales. El supervisor también lanza una andanada al Gobierno, que ha forzado su salida anticipada en un mes, por el brusco deterioro de la confianza en los últimos meses, que hace más difícil salir de la crisis y defiende que explicarse ante el Parlamento debería ser un derecho, tras haber sido vetado para ello por el Partido Popular en relación con la crisis de Bankia.

"Contar con instituciones reguladoras y supervisoras independientes no garantiza en absoluto que estas no se equivoquen. Pero con ellas se consigue que las decisiones no estén teñidas de motivaciones políticas coyunturales. Yo no puedo decir que el Banco de España, en su tarea de supervisión, no haya podido equivocarse en ocasiones, pero sí puedo asegurar que las decisiones del Banco de España han estado siempre basadas en criterios exclusivamente profesionales", ha señalado, según el texto del discurso difundido por la institución.

El gobernador del Banco de España considera que en la difícil situación por la que atraviesa la economía española, "la variable más crítica no es, por grave que sea su evolución reciente, ni el crecimiento ni el paro, sino el deterioro de la confianza". Según su criterio, el objetivo prioritario de las actuaciones de todas las autoridades debe ser la recuperación de la confianza perdida, pues sin ella no será posible reemprender el crecimiento y la creación de empleo. "El bajo nivel de confianza al que hemos llegado en los últimos meses y semanas hace que la resolución de los problemas fiscales y financieros en España se haya vuelto más difícil y costosa", señala en una crítica poco disimulada a la gestión que ha realizado el Gobierno de Mariano Rajoy, con la que todos los indicadores de confianza se han deteriorado gravemente y han puesto a España al borde de un rescate europeo.

En lo referente al sector financiero, Ordóñez ha defendido los fuertes saneamientos realizados. ha subrayado que desde el inicio de la crisis hasta principios de este año se constituyeron provisiones de una magnitud en torno al 13% del PIB, las entidades reforzaron su solvencia aumentando significativamente su capital, la gran mayoría de las cajas de ahorros acometieron su transformación en bancos y desaparecieron en torno a 30 entidades, "cuya gestión quedó, en la mayoría de los casos, en manos de otras más sólidas y eficientes". En lo relativo a la capacidad instalada en el sector y a la escala de las entidades, hasta diciembre de 2011 el número de empleados y de oficinas se redujo alrededor del 12%, situándose en cifras similares a las que existían a finales de 2004, y el tamaño medio de las entidades medido por su activo se multiplicó por dos.

Más información
El organismo advierte del riesgo de que el objetivo de déficit se incumpla
El gobernador ganó 176.000 euros en 2011 como gobernador del Banco de España

"Sin embargo, estos progresos no fueron suficientes para recuperar la confianza de los inversores en la solidez de nuestro sistema bancario, porque, dada la recaída en una doble recesión, la insuficiente reducción del déficit público y la continuación de los efectos de la crisis de la deuda soberana, persistieron las dudas acerca de la calidad de los activos relacionados con la construcción y la promoción inmobiliaria", ha admitido.

En su discurso, Ordóñez ha defendido la independencia del organismo y señala que esa independencia debe ir acompañada de la rendición de cuentas ante el Parlamento. Pero, según Ordóñez, al que el Gobierno ha impedido ir al Congreso para explicar la crisis y nacionalización de Bankia y los demás acontecimientos recientes, debería ser no solo una obligación, sino también "un derecho".

El gobernador ha señalado que al asignar la tarea reguladora y supervisora a instituciones independientes que actúen con criterios técnicos sólidos "se aleja el peligro de que las decisiones estén sometidas a la influencia de los vaivenes políticos o de los grupos de interés".

Contar con instituciones reguladoras y supervisoras independientes no garantiza en absoluto que estas no se equivoquen

Además, ha defendido que también hay razones de capacidad técnica. "Los supervisores independientes y profesionales disponen del tiempo y de los medios para acumular unos conocimientos enormemente ricos, que, dadas las especiales características de la actividad financiera, resultan esenciales para abordar los problemas en este sector, minimizando al mismo tiempo los errores y los efectos colaterales indeseados", ha dicho.

"El respeto a la independencia de los entes reguladores y supervisores debe ir acompañado inexcusablemente de una obligación por parte de los mismos de rendir cuentas ante el Parlamento del desempeño de sus funciones. Y esta rendición de cuentas ante los representantes de la nación no debería ser solo una obligación de estos entes, sino también un derecho, ya que la transparencia que proporciona el Parlamento es una ayuda inestimable para salvaguardar la independencia de la institución de las posibles interferencias de las autoridades y grupos de interés", ha indicado, según el texto del discurso difundido por el Banco de España en su página web.

En cuanto a sus recetas de política económica, Ordóñez considera que la consolidación fiscal es ineludible para restaurar el crecimiento a medio plazo, a pesar de que la magnitud y la pauta temporal del ajuste exigido tengan efectos negativos a corto plazo. Otra de las principales prioridades de la política económica debe ser continuar con el proceso de saneamiento, recapitalización y reestructuración del sistema bancario español.

El supervisor considera que es crucial continuar con la reestructuración del sistema bancario, de manera que cuando se recupere la demanda solvente pueda contar con un flujo normal de financiación, que, tanto en nuestro país como en el resto de la Europa continental, se canaliza fundamentalmente a través de entidades de crédito. "No obstante, debe tenerse en cuenta que empresas y familias tienen todavía que llevar a cabo un proceso relativamente dilatado de reducción de sus niveles de endeudamiento, por lo que, en el corto plazo, la recuperación del crecimiento no podrá apoyarse en el crédito tal como sucedió en el pasado", ha matizado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_