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El gasto del Fogasa crece un 13,3% hasta abril y desborda la previsión del Gobierno

El Ejecutivo espera que el déficit del Fondo se reduzca a unos 700 millones

Manuel V. Gómez
Operarios trabajan en la cadena de montaje de Fiat
Operarios trabajan en la cadena de montaje de FiatEFE

Mes a mes los datos demuestran que el Gobierno ha pecado de optimista a la hora de elaborar los presupuestos. El último número que lo evidencia es el gasto del Fondo de Garantía Salarial. Según los cálculos del Ministerio de Hacienda, este año el Fogasa desembolsará 1.275 millones de euros, un 15% menos de lo que gastó en 2011. En cambio, hasta abril este órgano, encargado principalmente de pagar a trabajadores los sueldos e indemnizaciones que sus empresas no han podido pagar, gastó hasta abril 533,9 millones de euros, un 13,3% más que en el mismo periodo de 2011, según el Ministerio de Empleo.

El año pasado el Fogasa ya cerró el ejercicio registrando números rojos. El desfase entre lo que ingresó y lo que gastó fue de casi 1.000 millones de euros. Este agujero menguaría este año hasta poco menos de 700 millones, si las cuentas del Ejecutivo se cumplieran.

En cambio, los cuatro primeros meses de 2012, levantan muchas dudas sobre que este capítulo de los presupuestos acabe ajustándose a lo calculado por Hacienda. Si la evolución seguida durante los cuatro primeros meses del año se mantuviera hasta diciembre, el gasto final sería de unos 1.600 millones (un desvío de unos 325 millones). En este caso, y suponiendo que se ingresa lo previsto (el Presupuestos de 2012 prevé ingresar 600 millones por este concepto), el déficit sería de unos 1.000 millones (un 0,1% del PIB).

Para 2012, el Ministerio de Hacienda espera que las tres partes que en la contabilidad nacional componen la Seguridad Social (el sistema de pensiones, el seguro de desempleo y el Fogasa) acaben el año gastando lo mismo que ingresen. Es decir, que registren equilibrio presupuestario. Pero a tenor de lo que está sucediendo en los primeros meses, no parece fácil que se cumpla lo escrito en los presupuestos. Y no solo por el Fogasa, que es la parte más pequeña del trío.

Hasta mayo, último mes con datos disponibles, las costuras presupuestadas para el sistema de pensiones se espezaban a reventar. El gasto crecía a un ritmo del 4,3%, cuando los cálculos oficiales pronosticaban un incremento del 2,4%. Y en lo referente a la protección frente al desempleo, los datos añaden todavía más escepticismo: Empleo espera que este gasto descienda un 5%, cuando hasta marzo ha crecido un 2,7%.

Los números de la Seguridad Social son uno de los puntos flacos más evidentes de las cuentas públicas españolas de 2012 y que más dudas han levantado, junto con las Comunidades Autónomas, en Bruselas. A esta incertidumbre contribuye el hecho de que, por ejemplo, al observar el gasto presupuestado para el Fogasa se pronostica un descenso pese a que en la segunda mitad del año pasado y los primeros meses —justo cuando el nuevo Gobierno estaba elaborando las cuentas— de este año se ve un repunte muy significativo de esta partida.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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