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DAVID WRIGHT / Secretario de la Organización de Comisiones de Valores (Iosco)

“Cuanto más duras sean las sanciones, menos abusos habrá”

Este experto en mercados de capitales critica la venta de productos complejos a minoristas

David Fernández
David Wright, en la sede de IOSCO en Madrid.
David Wright, en la sede de IOSCO en Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ

Pregunta. ¿Cuáles son los principales retos de IOSCO?

Respuesta. Estamos trabajando con intensidad en la reforma del sistema financiero, pero todavía quedan muchas cosas por hacer. Uno de los retos es ponerse de acuerdo no solo en las reglas que necesitamos, sino en cómo aplicarlas. Tenemos que asegurarnos de que las medidas se apliquen. Y eso es difícil. La segunda tarea es identificar los riesgos mucho más rápido, no esperar a que surja un problema para preocuparnos por él. Otra prioridad es cómo podemos trabajar mejor los 120 reguladores que formamos parte de IOSCO, mejorar los procesos de toma de decisiones.

P. ¿Han identificado riesgos latentes? ¿Dónde se encuentran los potenciales riesgos del mercado?

R. Es difícil saberlo. Los mercados son muy creativos, están siempre innovando. Lo que podemos hacer es dotarnos de la mejor inteligencia posible y de los mejores medios para comprender qué está pasando e identificar dónde están los riesgos. Y no estoy seguro de si ahora mismo los tenemos. Algunos conflictos futuros pueden ser cosas que jamás habríamos imaginado. El papel de los mercados en la economía va a ser mucho más importante. El crédito bancario será menor por las nuevas exigencias de capital y la función de los mercados como proveedores de financiación será más intensa. Surgirán nuevos productos y los reguladores debemos proporcionar las normas para que el sistema funcione bien.

“Hay que crear un marco que ayude a las pymes a financiarse en Bolsa”

P. ¿Cómo evitar que se vuelvan a repetir errores pasados?

R. En primer lugar, de lo que debemos asegurarnos es de que los reguladores y supervisores entienden cómo funcionan los mercados y disponer de indicadores de riesgos apropiados. La crisis ha enseñado varias lecciones. Por ejemplo, los problemas se han detectado en los mercados opacos, poco regulados y con baja liquidez. Otra conclusión es que no se deben vender productos complejos, que no se entiendan.

P. Antes mencionaba el papel de los mercados como proveedores de financiación. ¿Qué se puede hacer para que las pymes tengan acceso a los mercados?

R. Las pymes se enfrentan a severos problemas de financiación y esto es muy grave para el crecimiento económico, ya que son las que crean empleo, las que emprenden. El gran reto es crear un marco legal que anime y ayude a estas empresas a captar dinero en el mercado y depender menos del crédito bancario.

P. ¿Es partidario de limitar el uso de la denominada negociación de alta frecuencia?

R. Hay que procurar que el mercado sea justo y dé las mismas oportunidades a todos los inversores, es decir, no por tener una tecnología muy desarrollada debes tener acceso a mejores precios. Debemos asegurar la equidad y los derechos de los pequeños inversores. Si queremos que el dinero vaya al mercado para financiar empresas tenemos que lograr que la operativa sea justa.

P. ¿Fue buena idea prohibir las ventas en corto en los bancos?

R. Las posiciones cortas dan liquidez al mercado, pero también entiendo que en circunstancias muy concretas de estrés máximo los supervisores deben disponer de frenos temporales.

P. ¿Qué opina del papel de las agencias de rating durante la crisis? ¿Está a favor de introducir mayor competencia?

R. Su actuación con la calificación de los productos vinculados con las hipotecas basura en EE UU fue deficiente. En el caso de su juicio sobre la deuda soberana, este ha sido más apropiado. Europa ha introducido algunas medidas de transparencia relacionadas con los procedimientos de las agencias que van en la buena dirección. La pregunta es cómo introducir mayor competencia en este mercado. Creo que al final serán los propios mercados los que hablen. Es un debate similar al de las firmas de auditoría. Las grandes compañías querrán que su deuda y sus cuentas estén supervisadas por las agencias y auditoras más importantes. Hay, por tanto, un factor de reputación.

P. Los bancos siguen vendiendo productos financieros complejos a la clientela minorista. ¿Qué se puede hacer en este sentido?

R. Las normas de protección ya están, solo hay que aplicarlas. La venta de productos financieros entre los minoristas no es satisfactoria. Es un asunto que compete a los supervisores nacionales. Hay un problema de asimetría financiera: los vendedores tienen muchos más conocimientos que los clientes. Los supervisores deben vigilar que cuando se venda un producto se haga de forma transparente. Los productos complejos no se deben vender en absoluto a los pequeños ahorradores. En absoluto.

“Los mercados deben trabajar para la economía y no al revés”

P. A la hora de garantizar una mayor protección de los minoristas, ¿qué sistema de distribución de productos es mejor, el que está dominado por los bancos o aquel en el que los asesores independientes tienen más peso?

R. No creo que haya uno necesariamente mejor que el otro. Lo importante es que existan reglas claras para garantizar que solo se venden aquellos productos que encajen mejor con el perfil de cada cliente. Un banco siempre va a favorecer sus productos frente a los de terceros, pero un asesor independiente también pude estar tentado a recomendar aquellos productos que le dejan más comisiones. Si un banco o un asesor venden a sabiendas un producto inapropiado para su cliente debería ser sancionado severamente, algo que en muchos casos no es así. El nivel de sanciones es muy dispar: en EE UU es muy duro, pero en Europa no tanto.

P. Casi todos los días hay sospechas de información privilegiada en el mercado. ¿Cómo se aborda este problema?

R. Es un tema muy importante. Hay que eliminar el uso de información privilegiada porque destruye la confianza en el mercado, ahuyenta a los ahorradores. Lo difícil es demostrar que se ha operado con datos que el resto de inversores desconocían. En EE UU, los fiscales solo necesitan un 51% de evidencias a su favor. En Europa, la carga de la prueba exige más garantías. Repito lo de las sanciones: cuanto más duras sean, menos abuso habrá. Poca gente querrá arriesgarse a pasar una temporada en la cárcel.

P. ¿Está a favor de gravar las transacciones financieras? ¿Se reduciría la especulación?

R. Hay una propuesta de la Comisión Europea para gravar estos movimientos. Un impuesto así recaudaría bastante dinero, pero dudo de que frenase la especulación. Lo importante es que los mercados trabajen para la economía, y no la economía para los mercados. Para eso se necesita transparencia y unas reglas claras que, además, se apliquen. También debemos asegurarnos de que las personas que gestionan las instituciones financieras son las apropiadas para el cargo.

P. ¿Es que no lo son?

R. No me refiero a la situación actual, digo que habría que analizar qué tipo de personas dirigían aquellas instituciones que han caído en la crisis. Hay que ser capaces de que estas entidades sean gestionadas con unos principios de gobierno corporativo más fuertes e involucrar más a los accionistas, que son los dueños. Si no tenemos claros estos principios habrá fiascos financieros y, ¿quién pagará? Los ciudadanos. La comunidad reguladora internacional debe encontrar formas de resolver las crisis en las que los ciudadanos no tengan que correr con los gastos. J

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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