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LA EXPROPIACIÓN DE YPF

Las autoridades argentinas interrogaron duramente a ejecutivos de Repsol

Una nota de Exteriores describe la tensión que rodeó la toma de la petrolera Rajoy envió una carta a Fernández de Kirchner para intentar frenar la expropiación

Miguel González
 Un hombre pasa frente a varios carteles en los que se pide la estatización de YPF.
Un hombre pasa frente a varios carteles en los que se pide la estatización de YPF.LEO LA VALLE (EFE)

El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, escribió este mismo mes una carta a la presidenta argentina, Cristina Fernández, para expresarle su “máxima preocupación” por los rumores sobre una inminente expropiación de las acciones de Repsol en YPF. Fue la última de una larga serie de gestiones que no lograron evitar la nacionalización de la petrolera, consumada el pasado día 16.

Así lo revela una nota informativa, acompañada de un argumentario, que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha remitido a sus 118 embajadas, para que los diplomáticos españoles expliquen en los países en los que están acreditados la posición de Madrid en su contencioso con Buenos Aires.

El documento asegura que la primera queja por la supuesta falta de inversiones de Repsol-YPF se la transmitió la propia Cristina Fernández al Príncipe de Asturias al 23 de enero; aunque probablemente la fecha es errónea, ya que fue el 11 de diciembre cuando ambos se entrevistaron en Buenos Aires, durante la toma de posesión de la reelegida presidenta argentina. A partir de entonces, según Exteriores, se desencadenó una “brutal campaña de hostigamiento”, una “verdadera campaña de acoso y derribo” contra la firma hispano-argentina, que produjo “una pérdida perfectamente intencionada del 60% del valor de las acciones de Repsol-YPF”, y culminó con una “expropiación ilegal y discriminatoria”.

El documento describe con detalle los momentos de tensión que rodearon la toma de control de la compañía por parte de las autoridades argentinas, el pasado lunes. “Mientras estaba todavía hablando la presidenta [Fernández de] Kirchner, presentando la Ley de Utilidad Pública, el ministro [Julio] de Vido, el viceministro [Axel] Kicillof y otras personalidades acompañadas de agentes de seguridad armados, penetraron por la fuerza en la sede bonaerense de YPF y expulsaron, con violencia física y amenazas, a los 15 ejecutivos españoles presentes, tras concederles solamente cinco minutos para recoger sus pertenencias personales”.

Antes del asalto, agrega la nota, “las fuerzas de seguridad había cortado todas las comunicaciones de la sede de YPF por teléfono, móviles o Internet. Posteriormente, algunos de los expulsados fueron buscados por las fuerzas de seguridad y duramente interrogados en el intento de encontrar argumentos contra Repsol. Los españoles y sus familias, visiblemente conmocionados y asustados, se refugiaron en la residencia del director de Repsol para Argentina hasta su repatriación”.

Antes de que se llegara a este punto, el 21 y 22 de febrero, el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Jesús Gracia, viajó a Buenos Aires, pero no logró que le recibiera ningún responsable económico y el canciller, Héctor Timerman, le dijo que no podía abordar ningún tema empresarial, según Exteriores. El 29 de febrero, fue el titular de Energía, José Manuel Soria, quien viajó a Buenos Aires y se entrevistó con el ministro de Economía Julio de Vido. “Ambas partes”, prosigue la nota, “acordaron la creación de un Grupo de Trabajo, bipartito e intergubernamental en asuntos relacionados con YPF”.

Posteriormente, las autoridades argentinas emitieron un comunicado desmintiendo la creación de este grupo de trabajo y declararon que “de ninguna manera los temas relativos a Repsol-YPF forman parte de la agenda bilateral entre España y Argentina”. El documento califica de “falacia” la supuesta falta de inversiones de Repsol en Argentina, —asegura que estas suman 20.000 millones de dólares desde 2006, con un récord de 2.990 en 2011— y recuerda que el Gobierno argentino ha aprobado todos sus planes de inversión.

“Es probable que el descubrimiento del colosal yacimiento de Vaca Muerta, el 7 de noviembre de 2011, haya sido el detonante del giro copernicano de la actitud del Gobierno [argentino] que estaba, en estos momentos, en una situación muy difícil”, concluye el informe. Y apostilla: “Se ha conocido en estos días que las autoridades argentinas han contactado con importantes petroleras chinas para ofrecerles la explotación de varios yacimientos, en especial el de Vaca Muerta”.

Con el permiso de Chaves

El Gobierno no se ha quebrado demasiado la cabeza a la hora adoptar represalias contra Argentina por la expropiación de YPF. La única medida aprobada hasta ahora, la orden ministerial que otorga preferencia al biodiésel español y europeo sobre el extracomunitario —las importaciones argentinas sumaron 750 millones en 2011— la redactó el último Ejecutivo del PSOE. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, se ha limitado a sacarla del cajón sin cambiar ni una coma. Tanto es así que en el texto publicado ayer en el BOE puede leerse: “Con la aprobación previa del vicepresidente tercero del Gobierno”.

La Vicepresidencia Tercera no existe desde que se constituyó el nuevo Gobierno, en diciembre pasado. Su último titular fue el expresidente andaluz Manuel Chaves. La orden, que aplica una directiva de la UE de 2009, fue redactada en 2010, cuando se sometió a los informes preceptivos del Consejo Consultivo de Hidrocarburos, de la Comisión Nacional de la Energía y del Consejo de Estado, pero Zapatero frenó su publicación precisamente para no indisponerse con Cristina Fernández.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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