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España apela a los inversores en plena escalada de tensión sobre su deuda

El Tesoro afronta dos subastas de bonos esta semana

Amanda Mars

Después de la tormenta llega la calma. Ese es el dicho habitual, pero antes de los truenos también suele reinar una quietud rara. Es lo que advierte sobre la crisis de deuda soberana el gobernador del Banco de Austria y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Ewald Nowotny, quien definió el momento actual como “la calma que precede a la tormenta” en una entrevista publicada por Vorarlberger Nachrichten. España, uno de los países sobre los que se ciernen las nubes, se presenta esta semana a varios exámenes difíciles en los mercados después de 15 días aciagos, con la deuda pública en los peores niveles desde hace tres meses.

El Tesoro realizará dos subastas de deuda en un entorno hostil y el ministro de Economía, Luis de Guindos, se verá con el gobernador del BCE, Mario Draghi, e inversores internacionales en París y Fráncfort, tal y como publicó ayer este periódico, para presentar las reformas y recortes de España y pedir confianza en la economía española, percibida como nuevo gran riesgo europeo.

Hoy las miradas están atentas a lo que ocurra con la deuda pública y la Bolsa en la apertura de los mercados tras dos semanas para olvidar, en la que el parqué bursátil cayó a su nivel más bajo desde marzo de 2009 y la prima de riesgo, que se mide por el diferencial de interés que pagan los bonos a 10 años respecto a la referencia de los alemanes, se disparó por encima de los 400 puntos básicos (o cuatro puntos porcentuales), lo que encarece la financiación de la banca española, que ya lo tiene suficientemente difícil en los mercados. El viernes la prima cerró en 424 puntos

Guindos viaja a París y Fráncfort para verse con inversores y Mario Draghi

El mayor o menor éxito de la colocación de deuda se trasladará de inmediato al tipo de interés que se le exige a la deuda pública española ya emitida, la que se compra y vende entre los inversores, el termómetro de la credibilidad de un país como pagador. A más interés, menos confianza.

La última subasta, celebrada el 4 de abril, dejó claro el aumento de las dudas, pese a que se acababan de aprobar los austeros Presupuestos públicos para 2012: tuvo que pagar más intereses y bajó la demanda respecto a subastas anteriores debido a que el efecto las inyecciones de crédito barato a la banca por parte del BCE se había agotado. En concreto, el Tesoro colocará letras el martes 12 y 18 meses y dos líneas de bonos el jueves, unos a dos años y medio (vencen en octubre de 2014) y otros a 10 años, pero no ha confirmado la cifra que espera captar. Tiene margen de sobra, con las colocaciones de deuda ya realizadas ha cubierto casi la mitad de las emisiones previstas este año.

El freno a la compra de bonos por parte del BCE —que pretender aliviar la tensión sobre la deuda— también ha tirado alza de la prima. Por eso la cita que el martes tiene Guindos con Draghi resulta clave. El patrón del BCE insiste en las reformas. Los mercados siguen llenos de nubarrones.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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