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La venta de coches a particulares suma 21 meses consecutivos de caídas

El mercado total cae un 4,5%. Solo resiste el segmento de vehículos pequeños

Jesús Sérvulo González
Una tienda de coches de lujo.
Una tienda de coches de lujo.

El sector del automóvil está sumido en una profunda depresión en España. Las ventas de coches parecen haberse precipitado por un oscuro pozo en el que no se ve el fondo. Si el pasado fue un año nefasto para el sector, el primer trimestre de 2012 presenta un ejercicio sombrío. Las matriculaciones encadenan ya 21 meses consecutivos de descensos en las ventas de coches a particulares, el más importante para los concesionarios.

Durante el pasado mes de marzo se vendieron 84.427 vehículos nuevos, lo que supone un descenso del 4,5 % respecto a las 88.397 matriculaciones del mismo periodo del año pasado, según los datos hecho públicos ayer por las patronales de fabricantes (Anfac) y de vendedores (Ganvam). Los datos acumulados durante el primer trimestre de 2012 también reflejan números rojos. La ventas han descendido un 1,9% respecto a idéntico trimestre del año anterior, lo que deja al sector en niveles de casi hace dos décadas (1993). Entre enero y marzo se matricularon en España 204.119 vehículos, frente a los 208.151 vendidos en ese periodo de 2011.

Las caídas son generales en casi todos los segmentos y canales (particulares, empresas y alquileres). El único que presenta un ligero aumento son los coches más pequeños y los todoterrenos de menor tamaño. El sector, que hasta ahora se había comportado como un indicador de la salud del consumo interno, revela que la crisis lejos de alejarse sigue sumida en un estado de depresión.

Los resultados publicados este lunes están, no obstante, afectados por la coyuntura turística debido a la proximidad de las vacaciones de la Semana Santa, ya que las matriculaciones de automóviles de alquiler han tirado del mercado, con un aumento del 15,9%. Durante el mes de marzo se han matriculado casi tantos coches para destinarlos al canal de alquiler como los del segmento de particulares.

No resiste ni la venta a empresas

Respecto al segmento de los vehículos, el pasado mes de marzo se vendieron 74.895 turismos, un 4,6% menos que el año anterior. Esta cifra eleva hasta las 178.531 unidades los registrados durante el primer trimestre, lo que representa un 2,4% menos que el primer trimestre de 2011. Las ventas de todoterrenos han seguido la tendencia. En marzo se matricularon un 3,8% menos de vehículos 4x4 que el año pasado. Entre el 1 de enero y el 1 de abril se registraron 25.588 unidades de todoterrenos, lo que representa un tibio aumento del 1,2% sobre el primer trimestre de 2011.

Las ventas a empresas, que hasta ahora habían resistido mejor el chaparrón de la crisis, vuelven a mostrar signos negativos. Anfac y Ganvam advierten sobre el efecto negativo en la renovación del parque automovilístico español y su efecto sobre la calidad del aire en las ciudades.

Volkswagen, líder del mercado

El mercado automovilístico español estuvo dominado durante el primer trimestre del año por la firma Volkswagen, que entregó un total de 18.660 automóviles, lo que supone un aumento del 9,5%, mientras que el modelo más popular fue el Citron C4, con 8.973 unidades, un 33,2% más, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac) y de vendedores (Ganvam).

La segunda posición por volumen de ventas en España en el primer trimestre fue para Ford, que matriculó 16.464 unidades, un 6,4% menos; seguida de Citroen, tercera, con 15.993 unidades, un 2,6% más; de Peugeot, con 15.870 unidades, un 2,1% más; y de Seat, con 15.670 unidades, un 15,8% menos.

Por detrás se situaron Opel, con un volumen de ventas hasta marzo de 13.941 unidades, un 11,8% menos; Renault, con 13.250 unidades, un 8,8% menos; así como Nissan, con 11.193 unidades, un 5% menos; Toyota, con 10.899 unidades, un 8,5% más; y Audi, con 10.580 unidades, un 0,7% más.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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